Nuevos conquistadores rusos
Martes, Julio 30, 2013 | Por Polina Martínez Shvietsova
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org - El joven Nikolay vive en
Moscú, es escritor de temas políticos y se ha dedicado a investigar vida
y obra del Che Guevara. En uno de sus viajes a Cuba, se alquiló en una
casa de familia, allí conoció a la chica que le robaría el corazón.
Nikolay gastó 4 mil CUC en boda, luna de miel y otros gastos. Por el
momento, la joven pareja no ha fijado un domicilio, en La Habana o en
Moscú. El plan es que él vaya a Rusia y regrese con capital para
invertir en algún negocio en la Isla.
Nikolay maneja influencias con personas poderosas. Sus amigos y los
padres de éstos tienen acciones en el petróleo y en la industria de la
navegación espacial. El joven casadero buscó ayuda y consejos entre los
amigos de ambos países. Como resultado de sus averiguaciones sobre cómo
marchan los negocios en la Habana, sacó en claro que le convendría
montar una flotilla de taxis de alquiler. Pero habrá de tener varios
factores en cuenta. Por ejemplo, quiénes serán las personas que
manejaran estos autos y a nombre de cuáles propietarios estarán
inscritos. Quien será el administrador de la red de taxis, y cómo
llevarán las finanzas, teniendo en cuenta la precariedad de la economía
cubana.
Sin dudas, Nikolay afrontará el mayor reto de su vida: fundar una
familia y establecerse en un país que se cae a pedazos.
Otro caso es el de Egor, joven ruso que, inspirado por nuestra
espiritualidad y folklor, llegó a Santiago de Cuba. Se relacionó con los
santiagueros, sus costumbres, sus cantos y sus variadas tradiciones.
Aprendió a tocar el cadencioso ritmo de los tambores "batá", los quintos
y hasta la "tumba francesa".
Posteriormente, se trasladó a Trinidad (Sancti Spiritus), en su afán de
conocer más sobre los diferentes sonidos de los tambores. Como parte
final del periplo, llegó a La Habana y se relacionó con un grupo musical
llamado "Clave y Guaguancó", y con otros grupos de corte folklórico. El
objetivo de Egor es fusionar los tambores "batá" con la "balalaica", de
origen ruso. Además, también desea casarse con una mujer cubana.
Otro ejemplo es el caso Vladímir, joven adinerado ruso que se interesa
por el aprendizaje del español para comunicarse con los cubanos. Además,
es muy sociable, le encantan las fiestas, el ron y las alegres habaneras
(mujeres, no el género musical) que deambulan por las madrugadas en la
calle G. Es mantenido por sus padres, que le envían mensualmente
tarjetas de crédito de 5mil dólares. Los padres de Vladimir no quieren
que el joven trabaje, ni entable negocios, o preste dinero.
También está el caso de la joven empresaria Elena. Ella quiere
establecer su residencia en La Habana, comprar una casa, un auto y
organizar en la Isla algún tipo de negocio que sea legal y rentable.
Quizás estos jóvenes rusos heredaron cierta curiosidad por el viejo
socialismo. Sin embargo, aquí soplan vientos de cambios. Ellos perciben
a Cuba como un territorio promisorio. Esto puede ser un síntoma de que
algo se teje entre telones. Rusia nunca ha perdido de vista a Cuba.
Source: "Nuevos conquistadores rusos | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/nuevos-conquistadores-rusos/
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