Interrogantes lógicas para una historia mal contada
Jueves, 30 de Agosto de 2012 14:05
Escrito por Leonardo Calvo Cárdenas
Cuba actualidad, Boyeros, La Habana, (PD) La noticia conmovió al mundo y
estremeció al movimiento pro democracia en Cuba. El pasado 22 de julio
un accidente automovilístico, en muy raras circunstancias, costó la vida
al destacado líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) Oswaldo
Payá Sardiñas, Premio Andrei Sajarov de derechos humanos 2002 y al
activista Harold Cepero. Los opositores viajaban por una carretera de la
provincia oriental Granma en un auto rentado y acompañado de los jóvenes
políticos democristianos Ángel Carromero (español) y Jens Aron Modig
(sueco).
Después de la sorpresa y conmoción, los detalles del suceso se
difundieron con celeridad. El acompañante español de Payá iba
conduciendo el vehículo. Los extranjeros salieron prácticamente ilesos.
Los activistas cubanos iban en la parte trasera del coche. Momentos
antes del siniestro, Oswaldo Payá se comunicó telefónicamente con su
hija para informarle que un vehículo los acosaba en la carretera.
Pocas horas después del hecho, el gobierno publicó una nota en una
página interior del diario oficial Granma dando cuenta del accidente
donde mencionaba el nombre de los fallecidos pero sin aclarar quienes
eran en realidad. Y para asombro de todos, fue colgada en Internet una
foto del supuesto automóvil accidentado, la cual fue desmentida como
falsa a los pocos minutos de su publicación.
Las honras fúnebres y el sepelio de este ingeniero de sesenta años,
quien no dejó de trabajar nunca para el estado y que durante su vida fue
ejemplo de madurez política, firmeza consecuente con sus principios y
moderación en la forma de proyectar sus propuestas, se convirtieron en
manifestaciones de dolor, indignación y solidaridad del movimiento
opositor y de derechos humanos que en esta hora aciaga se vio unido como
pocas veces para rendir homenaje merecido a un líder indiscutible de las
luchas pro democráticas en la Isla.
El día del sepelio la represión se hizo presente y alrededor de
cincuenta activistas fueron golpeados y detenidos por fuerzas
gubernamentales.
Por su parte, los acompañantes extranjeros de Payá, sometidos a
evidentes presiones en manos del régimen, corrieron diferente destino:
Carromero, acusado de homicidio, quedó detenido en Cuba, mientras que
Modig marchó a su país después de ensayar un público mea culpa que
incluyó una muy particular interpretación de las leyes cubanas.
Carromero, en una grabación televisiva, pidió esfuerzos para sacarlo de
Cuba y calificó el hecho como un accidente de tránsito en una muy rápida
y sospechosa apropiación de los términos locales, puesto que en España
se usa el vocablo tráfico.
Por su parte Modig, quien dijo estar dormido durante el suceso, ante la
prensa nacional y extranjera dio detalles de su "misión" y pidió
disculpas por el supuesto delito de entregar dinero a allegados en Cuba.
En sus presentaciones públicas, ninguno de los dos encartados hizo
mención de sus compañeros fallecidos.
De regreso a su país, el señor Modig ha sido bastante parco en sus
manifestaciones y nos ha dejado en espera de un testimonio que sería
capital para esclarecer la verdad y detalles del lamentable suceso.
A estas alturas se comenta sobre mensajes enviados en el momento de los
hechos por el señor Modig dando alarmada cuenta del acoso en la carretera.
De cualquier manera no espero más por el valioso testimonio de este
señor para expresar valoraciones e interrogantes sobre un hecho que en
mi criterio reviste un alcance y trascendencia que no debe ser
menospreciado.
En primer lugar, quiero llamar la atención sobre el hecho de que en los
más de cuarenta y cinco años de mandato de Fidel Castro sus enemigos
morían de muerte natural o ante el paredón de fusilamiento; sin embargo,
durante el breve y desastroso periodo de gobierno de su hermano, el
general sin batallas, seis opositores han fallecido en circunstancias
bien graves que apuntan claramente a la responsabilidad oficial. Uno en
una muy mal tratada huelga de hambre, dos después de violentos
encontronazos con fuerzas represivas, otra luego de una todavía
inexplicable convalecencia hospitalaria y ahora el infausto accidente de
tránsito Debemos estar atentos porque existe el real peligro de que al
final del camino la oposición sea diezmada por sucesos fortuitos y
accidentales.
Varias interrogantes salen a la luz ante el tratamiento oficial del
lamentable suceso:
¿Por qué colocar en Internet una foto falsa del supuesto automóvil si el
gobierno no tiene responsabilidad en el hecho? Tal chapucería resulta
una desfachatez muy grande, amén de una muestra de desesperación
peligrosa para alguien con tanto poder.
¿Por qué dar la noticia del hecho en la prensa plana como si las
víctimas fueran dos simples ciudadanos si accidentes mucho más graves
son omitidos por los medios informativos oficiales? Hace pocas semanas
el reporte oficial sobre el derrumbe de un edificio en una céntrica
esquina de la capital olvidó apuntar que varios de los fallecidos eran
menores de 18 años.
¿Por qué la comparecencia pública del joven político sueco no se
trasmitió en vivo y completa por la televisión nacional?
¿Por qué la representación animada del accidente trasmitida por la TV
nacional no se corresponde en nada con el estado ruinoso en que quedó la
parte trasera del vehículo?
¿Por qué a la familia de Payá Sardiñas no se le permitió entrevistarse
inmediatamente con los encartados sobrevivientes?
La historia ha demostrado cuan peligrosas se tornan las autocracias
tiránicas en estado terminal; por esa razón, la comunidad internacional
debe exigir con mayor vehemencia al gobierno cubano un compromiso más
serio y concreto con la justicia y la integridad de sus ciudadanos.
La obra, la memoria y el ejemplo de Payá no serán disminuidos por la
impúdica desidia de un gobierno que perdió toda conexión con los valores
humanos y éticos, ni por la actitud de unos correligionarios foráneos
que no han tenido la capacidad de comportarse a la altura de las
circunstancias.
En este caso la verdad y la justicia también ganarán la partida,
Mientras, los que defendemos abiertamente la libertad que amamos todos,
seguiremos asumiendo el riesgo de vivir en esta tierra de gobernantes
sin decoro y preguntas sin respuesta.
Para Cuba actualidad: elical2004@yahho.es
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/5075-interrogantes-logicas-para-una-historia-mal-contada.html
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