Misión imposible
Martes, 01 de Mayo de 2012 02:46
Escrito por Oscar Sánchez Madan
Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) El gobierno de Cuba se empeña en
revitalizar la extinta vigilancia (a los ciudadanos) que efectuaba la
agrupación procastrista "Comités de Defensa de la Revolución" (CDR). En
tal sentido, ha organizado asambleas en cada barrio para "debatir"
aspectos relacionados con la denominada "guardia revolucionaria", algo
que se había perdido.
Con el propósito de estimular y fortalecer el espionaje entre la
población, los secretariados provinciales y municipales de la (supuesta)
mayor organización de masas del país efectúan chequeos sistemáticos en
horario nocturno, en correspondencia con lo abordado en el VII Pleno de
la Dirección Nacional de esta asociación y el Boletín Especial No. 30.
Por los resultados de estos controles iniciales se ha podido constatar
que, al menos en la occidental provincia de Matanzas, región donde esta
institución ha obtenido sus mayores logros, se han evidenciado
deficiencias como la ausencia del vigilante y el desconocimiento, por
parte del presidente de la célula de base, del orden de la guardia.
De ahí que el señor Osmany Díaz, coordinador en este territorio de la
citada agrupación, expresara hace algunos días, según un medio
oficialista local, lo siguiente: "No queremos que los compañeros
realicen la guardia cuando vamos a chequear, queremos que la efectúen de
verdad, sin engaños, porque es la manera que tenemos para proteger los
bienes del barrio, tanto en los hogares como en puntos vulnerables,
dígase teléfonos públicos, bodegas".
Ha sido la vigilancia una de las más eficaces tácticas empleadas por los
hermanos Castro para controlar a la población desde que arribaron al
poder, en 1959. Los cuerpos de Seguridad la utilizan de forma exagerada.
Al realizar dicha labor, se apoyan en las instituciones paramilitares
más conocidas, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana,
las Brigadas de Respuesta Rápida y los Comités de Defensa de la Revolución.
Se sabe que la actual crisis económica y social que enfrenta el país,
iniciada luego del derrumbe del otrora bloque comunista de Europa
Oriental, amenaza con desmembrar los pilares de un sistema en el que
casi nadie confía, ya que no funciona. La pérdida de los cuantiosos
suministros que llegaban de la Unión Soviética y la ineficaz estrategia
de centralización y planificación dañó sobremanera la economía estatal y
personal.
La ineficiencia en la producción, el descontrol administrativo, la
apatía de muchos dirigentes y trabajadores y el desmedido afán de los
ciudadanos por sobrevivir a cualquier precio, acrecientan la
preocupación del gobierno. Intenta revertir la situación con
transformaciones cosméticas, más vigilancia y represión, pero los
problemas continúan.
No es un secreto que la falta de esperanza en un importante sector de la
ciudadanía, sobre todo los jóvenes, incentiva la rebeldía contra un
poder omnímodo que no permite a los seres humanos desarrollarse en las
esferas material y espiritual. He ahí las razones por las que muchas
personas desorientadas, optan por robar y obtener dividendos a costa de
los bienes del estado y en muchos casos, también de los particulares.
El irrespeto a la ley está a la orden del día a pesar de que las
cárceles incrementan su población penal. Las desesperadas medidas
adoptadas por el gobierno no logran detener la creciente escalada de la
corrupción.
Ante este alarmante escenario, los militares se sienten impotentes para
controlar el ilegal trasiego de mercancías. Dedicados a perseguir a los
autores de delitos como robo con violencia, tráfico de personas,
violación, asesinato, tráfico de drogas, etc., y a andar detrás de los
disidentes, no cuentan con el tiempo, las fuerzas y los recursos
suficientes para proteger los bienes estatales y personales. A esto hay
que sumarle el hecho de que pocos ciudadanos quieren ser policías.
Por eso, el general Raúl Castro ha llamado a los dirigentes de los CDR
para que le ayuden en la vital batalla por preservar el "socialismo",
ahora un poquito reformado. Es una misión imposible de cumplir, ya que
la denominada organización de masas ha quedado en los últimos años muy
diezmada, no sólo por la apatía, también, por el éxodo de sus integrantes.
Además, las cubanas y los cubanos ya están cansados de vigilarse a sí
mismos, mientras un grupúsculo de privilegiados dilapida el patrimonio
nacional. Sienten asco por la palabra espionaje, concepto que no les ha
traído ningún beneficio. Esa es la causa por la que pocos desean que
Estados Unidos devuelva a los cinco espías sancionados en aquella nación
por espiar a favor del gobierno de La Habana.
En tales condiciones, se puede afirmar que quienes ostentan el poder en
Cuba saben que a los oficialistas comités de espionaje (CDR) les será
muy difícil revitalizar la "vigilancia revolucionaria". Ninguna persona,
institución o gobierno han podido jamás resucitar a un muerto bien
enterrado.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/80-cuba/3998-mision-imposible.html
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