Thursday, November 3, 2011

La juventud cubana como agente de cambio

La juventud cubana como agente de cambio
noviembre 2, 2011 | Enviar a un amigo Enviar a un amigo
Por Dalia Acosta

HAVANA TIMES, 2 nov. (IPS) — A sus 19 años, Liz Sandra Falcón nunca
había pensado en que cada una de sus decisiones podía tener un impacto
más allá de sí misma: no sólo en las personas cercanas, sino en la
propia sociedad cubana e, incluso y aunque pudiera parecerle exagerado,
en las tendencias globales.

La frase "cada persona cuenta" pasó de ser una consigna para convertirse
en parte de su vida diaria. "Fue como una puerta que se abre", aseguró a
IPS Falcón, estudiante de segundo año de la Facultad Arte de los Medios
de la Comunicación Audiovisual (Famca), del Instituto Superior de Arte
de Cuba.

Falcón, junto a su compañera de clase Celia Suárez, son las autoras del
proyecto denominado "Juego de niños", la propuesta (qué es? Un spot?)
que se alzó con el primer premio en un concurso convocado por la Famca,
el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y el Ministerio del
Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba.

Otras 46 ideas fueron presentadas "contrarreloj" al concurso de spots
para televisión realizado en esta isla caribeña como parte de la campaña
"7.000 millones de Acciones", impulsada por el Unfpa a nivel global en
ocasión del arribo de la población mundial a la cifra de 7.000 millones
de personas el lunes 31 de octubre.

"Participar me permitió concientizar más todos los problemas, incluso
algunos en los que no había ni pensado sobre la población mundial, la
juventud, el envejecimiento y la salud ambiental. Y ver estos problemas
desde nuestra cotidianidad", dijo Falcón, segura de que este
conocimiento "estará ahí para cualquier trabajo futuro".

La premiación de tres piezas publicitarias, que ya se transmiten por la
televisión estatal, fue una de las varias actividades realizadas en la
isla, incluyendo la presentación del informe del Unfpa sobre el Estado
de la Población Mundial 2011 y conferencias sobre las particularidades
del caso cubano.

"Cuba es una evidencia que permite concluir que las limitaciones de las
economías en desarrollo no necesariamente constituyen un obstáculo
insalvable para el progreso del estado de salud, el cambio demográfico y
el bienestar", dijo a IPS el coordinador internacional de programas del
Unfpa, Jesús Robles.

Según el especialista, en un mundo marcado por las disparidades, la isla
es una prueba de que "la desigualdad puede ser combatida si existe
voluntad política para hacerlo", y recordó la posición cubana en la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en
1994 en El Cairo.

Con un trabajo en materia de salud sexual y reproductiva que se remonta
a los años 60, el gobierno cubano defendió entonces, y aún lo hace, un
nuevo paradigma que pasó de contar personas como simples unidades a
amparar su derecho a decidir sobre el número y esparcimiento de los
embarazos.

Así, Cuba aparece, como resultado de las políticas aplicadas durante
décadas, como un país con "un desarrollo socio demográfico similar a la
del conjunto de países industrializados", explicó a IPS el director del
Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de
Estadísticas e Información (ONEI), Juan Carlos Alfonso.

"Los indicadores demográficos claves para medir la evolución de un país
son la tasa de crecimiento poblacional, la fecundidad y la mortalidad.
En esos tres indicadores, Cuba es similar a los países desarrollados y
supera al conjunto de América Latina y el Caribe", puntualizó.

A partir del Estado de la Población Mundial 2011, Alfonso resaltó
determinados indicadores que inciden en que la isla ocupe el lugar 53
entre los países de alto nivel de desarrollo del Índice de Desarrollo
Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Entre los resultados, destaca la tasa de fecundidad de 1,5 hijos por
mujer calculada para el período mortalidad 2010-2015, la esperanza de
vida de 79 años y una mortalidad infantil en menores de cinco años de
5,8 por 1.000 nacidos vivos, por debajo del grupo de países
desarrollados, que tiene 7,1, y de América Latina y el Caribe, con 22,4
por 1.000.

En cuanto a las relaciones sexuales, protegerse contra las infecciones
de transmisión por esta vía, evitar un embarazo y decidir cuándo es el
mejor momento para tener el mejor hijo son ahora inquietudes consientes
para Falcón, gracias a haber tenido la oportunidad de participar y que
su voz fuera escuchada.

Oír a la juventud, potenciarla con conocimiento y brindarle opciones de
participación constituyen, según expertos, una necesidad urgente para
Cuba, que se enfrenta a un acelerado proceso de envejecimiento como
resultado de varias décadas de bajas tasas de fecundidad y mortalidad,
así como saldo migratorio externo negativo.

La Encuesta Nacional de Fecundidad, realizada por la ONEI en 2009,
constató que la edad media de la primera relación sexual era de 17 años
para las mujeres y 16 para los varones. Aunque existe un conocimiento
universal de los métodos anticonceptivos, se suele ir a la primera
relación sin protección y son habituales los abortos.

Este comportamiento incide, a su vez, en la formación de uniones a
edades tempranas, la propagación de enfermedades de transmisión sexual
debido a patrones culturales que impiden el uso del condón en parejas
estables, embarazos precoces, su aplazamiento hasta edades avanzadas o
su descarte como opción.

"Los roles de los jóvenes son decisivos en una sociedad con garantías
sociales y con fuertes redes comunitarias y familiares. Es que juegan un
papel importante no sólo como receptivos plenos de energía sino también,
y sobre todo, como partícipes", afirmó Rolando García, representante
auxiliar de la oficina del Unfpa en Cuba.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=52190

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