Tuesday, November 22, 2011

Contradicciones

Contradicciones
Martes, Noviembre 22, 2011 | Por Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, noviembre (wwww.cubanet.org) – Hace apenas unos días,
el 15 de noviembre, el gobierno cubano reiteró ante el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas ¨su compromiso en la lucha contra el
terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y donde quiera que se
ejerza ¨, según su agencia de noticias Prensa Latina y el periódico
Juventud Rebelde.

Al día siguiente, el mismo periódico se hizo eco también de otra
noticia, que refleja las incongruencias de la política del gobierno
castrista: en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de Capdevila, La
Habana, se presentó el libro El coraje tiene nombre, escrito por la
señora Teniente Coronel Margarita Carvajal Pradas, una biografía del
mártir villaclareño Gerardo Abreu Fontán, considerado por la policía de
Batista como "el revolucionario más peligroso del Movimiento 26 de julio
en la capital", organización dirigida por Fidel Castro.

En dicha organización, Gerardo Abreu Fontán, igual que muchos de sus
miembros, fue un joven violento, de carácter rebelde, siempre dispuesto
a realizar los actos terroristas más riesgosos de aquellos tiempos.
Según el periódico Granma del 7 de febrero de 2008, Abreu Fontán
¨demostró su valentía en innumerables acciones y sabotajes en los que
participó y por esa razón fue capturado por la policía el 7 de febrero
de 1958". Abreu Fontán planeaba, junto a otros, volar el edificio del
Palacio de Justicia.

Pero no es este violento terrorista el único destacado como ejemplo a
seguir de forma permanente en la prensa oficial. Cada uno de los jóvenes
que actuaban bajo la dirección de Fidel Castro en las Brigadas Juveniles
del 26 de Julio para lograr el derrocamiento de la dictadura batistiana,
y la toma del poder, son supuestamente ejemplos a seguir, según las
salas de Historia de la Lucha Clandestina, centros dedicados a fomentar
el estudio y conservación de la memoria sobre la lucha de aquellos
grupúsculos, cuyos 'mártires', como ya se sabe, no llegan a doscientos.

Sus 'patrióticas' actividades, por todos conocidas, consistían
fundamentalmente en el enfrentamiento armado con la policía, la
realización de sabotajes, la colocación de bombas en lugares públicos
como cines, parques, cabarets, acueductos, instalaciones eléctricas,
secuestros de civiles, asesinatos de políticos y militares en la vía
pública, etc.

En la Sala de Historia de Holguín, por ejemplo, ubicada en un edificio
que fuera una antigua y famosa ferretería, se exhibe el auto Chevrolet
utilizado por miembros del 26 de Julio para 'ajusticiar' (asesinar) al
coronel Fermín Cowley Gallego, el 23 de noviembre de 1957, así como las
pañoletas con la insignia de la organización clandestina utilizadas por
los terroristas asaltantes a cuarteles y realizadores de otras
actividades, encaminadas a sembrar el terror en la población.

Los directivos de estas Salas de Historia, diseminadas por todo el país,
con frecuencia exhortan a los cubanos, a través de la prensa, a que
donen cualquier documento u objeto que posean, que esté relacionado con
estas actividades terroristas que se llevaron a cabo en los años
cincuenta, según explican: "con el fin de contribuir a mantener el
patrimonio histórico de la nación".

http://www.cubanet.org/articulos/contradicciones/

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