Wednesday, November 2, 2011

Acción humanitaria o conjura?

¿Acción humanitaria o conjura?
Miércoles, Noviembre 2, 2011 | Por Gustavo E. Pardo

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -El reciente fallecimiento de
la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, ha renovado el debate
sobre el papel que jugó el Cardenal Jaime Ortega en el proceso de
excarcelación y deportación a España, de la mayor parte de los presos de
conciencia del llamado Grupo de los 75.

En estas "negociaciones", ocurridas convenientemente en momentos en los
cuales la opinión pública internacional centraba su atención en la
violencia con que el régimen castrista enfrentaba las actividades
pacíficas de las Damas de Blanco, intervinieron, además de los líderes
cubanos, dos actores altamente controversiales: el Cardenal Ortega, y el
ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Seguramente los negociadores previeron que la excarcelación y
expatriación de los 75, con la subsiguiente partida al exterior de Laura
Pollán y Berta Soler, daría fin al movimiento de las "Damas de Blanco".

Este esperado desenlace traería consigo indudables beneficios para cada
uno de los involucrados en el "dialogo". El gobierno castrista,
mejoraría su imagen, dando la apariencia de que las cosas habían
mejorado en Cuba, lo cual debería contribuir al mejoramiento de las
relaciones del régimen con la comunidad internacional, especialmente con
la Comunidad Europea. El Cardenal, recibiría como retribución un espacio
social para su Iglesia. Y a Moratinos, se le despejaría el camino para
lograr su objetivo de alcanzar la normalización de las relaciones de la
Unión Europea con la Isla, una obsesión personal.

Con la partida de la mayoría de los 75 a España, una parte del proyecto
se cumplió, no obstante, los negociadores no incluyeron en su ecuación
el liderazgo de Pollán, quien impidió la desaparición de las Damas,
incorporando a este movimiento a las Damas de Apoyo.

Probablemente los artífices de este proyecto, vieron estupefactos como,
lejos de desaparecer el grupo, las actividades de las Damas de Blanco
adquirían un nuevo impulso; situación que resultó inadmisible para un
sistema acostumbrado durante medio siglo a campear por su respeto en el
país, sin admitir cuestionamientos de ningún tipo.

Ante la imposibilidad de lograr la desarticulación de las Damas de
Blanco, el gobierno cubano acudió a la represión, el método que mejor
maneja.

Por todo lo anterior se afianza la duda sobre las verdaderas
motivaciones que tuvieron Ortega y Moratinos para participar en las
supuestas negociones con el gobierno castrista; si verdaderamente los
movió un fin humanitario, o sólo tenían otros objetivos.

Las dudas se ven reforzadas hoy por el hecho de que en las últimas
semanas las Damas de Blanco han vuelto a ser reprimidas violentamente
por fuerzas gubernamentales, sin que el Cardenal Ortega, haya retomado
su dialogo con el gobierno para impedirlo, ni abierto su boca para
hablar del asunto, o manifestar en modo alguno su disposición a
interceder ante las autoridades para que pongan fin a estos barbáricos
actos.

Moratinos fue separado del gabinete español y se supone que Ortega
pasará pronto a retiro por haber cumplido 75 años, edad en que los
cardenales deben jubilarse.

Quedará para los historiadores develar las motivaciones reales que
llevaron a la mesa de "negociaciones" al cardenal cubano y el ministro
español, y averiguar si realmente hubo negociaciones o estos señores
sirvieron solo como caja de resonancia a la dictadura. ¿Habrán sido sólo
parte de una conjura para liquidar a las Damas de Blanco?

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%bfaccion-humanitaria-o-conjura/

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