Verdadera rectificación revolucionaria

Publicado el lunes, 10.24.11

Verdadera rectificación revolucionaria
El estado solo se ocuparía de cobrar los impuestos
Oscar Peña

Se observa a una gran parte de activistas prodemocracia y libertad
conformarse y considerar la tarea hecha después de dedicarse solamente a
la denuncia de los problemas de nuestro país, sin trabajar en buscar o
apoyar posibles y viables soluciones nacionales. Existe otra parte que
sin abandonar la denuncia y los principios patrióticos busca caminos
entre cubanos. Tengo la satisfacción de ser parte de esos que tocan en
la puerta de los buenos y malos cubanos (y no ocupando y molestando a
los norteamericanos en nuestros líos) para Entre Todos resolver nuestros
asuntos. Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino. Hoy presento a las
autoridades de La Habana otro emplazamiento nacionalista que no se podrá
llevar a cabo solo si predomina la mala voluntad de alguna de las partes.

Desde que los uniformes verdes olivos alcanzaron el poder y con fuerza y
artimañas lo hicieron absoluto se convirtió nuestra Cuba en una fábrica
de exportación de talentos humanos que hasta en el desierto de Sahara
son triunfadores. Si nos detenemos a pensar en los capítulos más
negativos de Cuba en este más de medio siglo tenemos que concluir que ha
sido el capital humano que nuestra tierra ha perdido. A diferentes
países hemos regalado las contribuciones, esfuerzo, iniciativas y sudor
de miles de emprendedores hombres y mujeres de Cuba. El hijo de nuestra
isla es trabajador, constante, responsable, solidario, perseverante,
inteligente y de altas metas. Uno observa una panorámica de la situación
económica y social de Cuba en la década del 50 antes de la llegada de la
monarquía en 1959 y cuesta trabajo creer el avance que teníamos. Era
agradable vivir en Cuba y fue el motivo por que las anteriores
generaciones de nuestros padres y abuelos no emigraban.

Es muy duro y amargo digerir que la nación cubana lleva medio siglo
regalando a sus mejores hijos por todo el mundo y que esa entrega no
haya sido a nuestro suelo. Sin embargo, como la vida es dialéctica y las
cosas cambian hoy podemos hacer otra lectura y evaluación de los hechos.
El triunfo y resultado de esa diáspora cubana, despojada, humillada,
subestimada y echada del país es la más grande derrota del régimen
totalitario implantado en Cuba. El decursar de los años ha hecho
justicia y hoy los desterrados pueden estar con la cabeza alzada. Los
gusanos, los que se comieron el país no son los que se fueron, son los
que se quedaron e hicieron de Cuba su finca y hoy tienen un país lleno
de miserias. La transformación y modernización de Miami demuestra
científicamente que el problema de Cuba no son sus ciudadanos, sino su
sistema.

Si lo anterior es cierto, también lo es entender que aspirar o pensar
que cada cubano regrese mañana permanentemente es hoy una utopía. La
realidad es que la mayoría –de una forma u otra– ha echado raíces en el
exterior con sus hijos y nietos asimilados a otra cultura, costumbres,
inversiones, etc. pero –algo muy importante– como jamás han perdido su
amor a su isla, hoy pueden ser ficha clave en el drama cubano. ¿Cómo? Si
las autoridades de Cuba les quedara una pizca de vergüenza, valor y amor
a esa isla pidieran disculpas y perdón a todos los que expulsaron de
Cuba y los invitaran a ayudar a reconstruir el país permitiéndoles abrir
en cada provincia y municipios de Cuba sucursales de sus negocios en el
exterior delegándolos en familiares, parientes o amigos que tienen
dentro de la isla y ocupándose ellos de abastecerlos. El estado solo se
ocuparía de cobrar los impuestos y renta de locales.

El país estaría renaciendo por el esfuerzo de sus hijos. Un comienzo
cubano. Solo se necesita que las autoridades de Cuba entierren su
fanatismo ideológico, modernicen sus cerebros, se abran al término
medio, al razonamiento, al balance social y acaben de entender que se
convirtieron en los permanentes contrarrevolucionarios de Cuba. En esta
propuesta tienen la oportunidad de una verdadera rectificación
revolucionaria.

http://www.elnuevoherald.com/2011/10/24/1049811/oscar-pena-verdadera-rectificacion.html