La represión gubernamental, la falta de diálogo entre oposición y
ciudadanía, y la emigración serían los factores que impiden el
crecimiento de la disidencia en Cuba.
martinoticias.com 12 de octubre de 2011
El miedo –impuesto a sangre, calabozos y golpeaduras callejeras- es el
factor más sobresaliente para que la población no se una a la disidencia
cubana, aún cuando crecen acelerada y cotidianamente las expresiones
populares de malestar social.
Personalidades de la oposición interna han coincidido en que la
represión, la tradicional demonización de los líderes disidentes por
parte de los medios estatales, la ausencia de espacios públicos de los
opositores para dialogar con la ciudadanía y la tendencia popular a
emigrar son, grosso modo, los factores que determinan la escasa
incorporación de la ciudadanía.
El historiador y líder opositor Manuel Cuesta Morúa indicó que lo
determinantes es la ausencia de comunicación entre la vanguardia
disidente y la población por falta de espacios públicos.
Sin embargo, el filólogo Juan González Febles opinó que esta
incomunicación radica en que la disidencia no habla el mismo "idioma" de
la población y no presenta un proyecto y un ejemplo a seguir.
El músico Ciro Díaz, miembro de la popular banda de rock Porno para
Ricardo, luego de puntualizar que el miedo inoculado desde siempre en la
población actúa como paralizante, aseguró que la disidencia sí crece
pero no a la manera tradicional sino por métodos más innovadores.
La emigración como proyecto de futuro y solución individual primó en la
mayoría de las opiniones y el licenciado en Historia del Arte, Julio
Aleaga Pesant, lo graficó apuntando que la población prefiere
enfrentarse a los tiburones en el Estrecho de La Florida antes de que la
policía política les toque a la puerta.
El abogado Wilfredo Vallín, analizando el fenómeno desde una perspectiva
histórica, explicó que la incorporación masiva siempre se ha producido
tras la clarificación de la situación social y que los grandes cambios
los produce una vanguardia que los encabeza.
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