«El petróleo venezolano sirve para financiar grupos extremistas»
Alberto Lauro
Madrid 19-07-2011 - 10:41 am.
Nelson Castellano Hernández, expulsado por Chávez de la diplomacia
venezolana, habla para DDC sobre las conexiones venezolano-cubanas con
el terrorismo internacional.
Nelson Castellano Hernández.
Con veintiún años de experiencia internacional como diplomático,
curador de arte y funcionario con trayectoria en programas de gobierno
y en campañas electorales, políticas, económicas y culturales, así como
representante del Gobierno de Venezuela ante las Comunidades Europeas y
algunos países árabes, Nelson Castellano Hernández concede en exclusiva
a DIARIO DE CUBA una entrevista durante su visita a Madrid. Radicado
actualmente en Francia, el exconsúl de Venezuela en París fue expulsado
por Hugo Chávez del cuerpo diplomático, a petición del más buscado de
los terroristas después de Osama bin Laden.
¿Cuándo entraste al servicio del cuerpo diplomático exterior de Venezuela?
Entre a la Cancillería Venezolana el año 1983 y fui nombrado en la
Delegación Venezolana ante las Comunidades Europeas, justo antes de eso
trabajaba como asistente del excanciller Arístides Calvani , hombre
visionario que adelantaba los programas de democratización de
Latinoamérica y que tanto les sirvió. Con él aprendí a conocer la
realidad de nuestros países, así que cuando salí hacia Europa, llevaba
conmigo una solida información sobre la geopolítica alrededor de Venezuela.
¿Tuviste conflictos con mandatarios y gobiernos anteriores a Chávez?
Nunca, trabaje dentro de la Cancillería durante 17 años, con diferentes
gobiernos socialdemócratas y socialcristianos. Estuve con los
presidentes Luis Herrera Campins, Jaime Lusinchi, Carlos Andrés Pérez,
Ramón José Velázquez, Rafael Caldera y el primer año de Hugo Chávez.
La diferencia de Chávez con los anteriores presidentes, es que entre
ellos existía conciencia de la importancia de contar con una carrera
diplomática, que formara hombres y mujeres al servicio del Estado y no
de un proyecto político-partidista. Chávez ha destruido la carrera
diplomática venezolana aprobando, en estos últimos días, una ley que
pone a la disposición del Presidente de la República la libre remoción y
el nombramiento de la totalidad de los miembros del cuerpo diplomático.
Esta nueva ley sustituye a la que hasta ahora establecía los criterios
de la carrera. A Chávez no le convienen los funcionarios profesionales.
Al contrario, necesita fichas militantes, que adelantan acciones reñidas
con los preceptos internacionales, establecidos en la convención de
Viena y que rigen el funcionamiento de las representaciones
diplomáticas internacionales.
¿Cuándo comenzaron tus roces hasta llegar al enfrentamiento directo con
el chavismo?
Apenas ganar las elecciones, Chávez realizó una gira por Cuba, Irán, el
Iraq de Saddam Hussein, Libia y Argelia, sus primeros socios. Apenas
pasados 30 días de la toma de posesión, su Ministro de Relaciones
Interiores y mentor, Luis Miquilena, declaraba que la primera tarea del
Embajador de Venezuela en Paris era ocuparse de Carlos "El Chacal", el
famoso terrorista venezolano. Miquilena dijo que nunca lo abandonarían
y que él tenía una gran admiración por su trayectoria. Y, a escasos 60
días, el propio presidente Chávez le escribe a Carlos "El Chacal" una
carta surrealista de apoyo y de ánimo en la lucha; hecho insólito dentro
de la política venezolana.
Pocos días después, el propio Carlos me hace saber que a partir de ese
momento debo trabajar para él. Debemos recordar que para esa época yo
era el cónsul de Venezuela en París y, como tal, debía ocuparme de los
prisioneros venezolanos. Carlos estaba condenado a cadena perpetua por
crímenes cometidos en territorio francés, y yo debía ocuparme de
proteger sus derechos y velar para que contara con la asistencia legal
necesaria, tal como lo prescribe la Convención de Viena con cualquier
prisionero nacional.
Por supuesto, esos parámetros siempre se han cumplido, lo que sucedió
es que el nuevo gobierno venezolano convierte el caso Carlos en un
problema de política de Estado y desde entonces no ha cesado de
manifestarle su apoyo y su deseo de repatriarlo a Venezuela.
Evidentemente, con el fin de ponerlo al servicio de la revolución que el
presidente Chávez proyecta para el subcontinente americano.
Como diplomático me negué a seguir instrucciones de la abogada de
Carlos, Isabelle Coutain-Peyre, tal como ella pretendía, y exigí al
embajador que solicitara las instrucciones al despacho ministerial de
Caracas y me las entregara por escrito. Esto jamás se cumplió. Por lo
que no existe ninguna instrucción del embajador que yo no haya cumplido,
lo cual demuestra cuán injusta fue mi expulsión del cuerpo diplomático
de Venezuela.
Claramente, lo último que el Gobierno deseaba era dejar constancia de
sus proyectos con Carlos.
¿Cómo te comunican que has sido destituido del cuerpo diplomático?
Hugo Chávez toma posesión a principios del año 2000 y pocos meses
después recibo un simple fax donde se me comunica que acabo de ser
destituido. Lo curioso es que es un fax que se expide 10 días después de
que el hermano del terrorista Carlos "El Chacal" pida públicamente mi
expulsión desde la prensa venezolana.
Pero más extraño aún, es la comunicación que el embajador venezolano,
Hiram Gaviria, le dirige al ministro, donde le transmite la conversación
sostenida entre Carlos y el funcionario venezolano que lo visita, en la
cual "El Chacal" afirma haber enviado instrucciones al Gobierno
venezolano para que me expulsen del cuerpo diplomático. La solicitud del
terrorista no tarda en ser complacida y el 10 de septiembre, por ironías
de la vida, precisamente el día de mi cumpleaños, se recibe en la
embajada el fax de mi despido.
¿Cuál fue la reacción de tus colegas venezolanos?
Para ser honesto, fueron muy diversas. Iban desde el funcionario que me
colgó el teléfono, como el por entonces embajador en Londres, Roy
Chaderton, a aquellos colegas que me advirtieron que no regresara a
Venezuela porque se preparaba un expediente contra mí.
El gobierno quería convertir a Carlos en una víctima y necesitaban crear
al culpable de ello. Yo tenía más amigos que ellos dentro del
Ministerio. Eso me salvo de vivir una situación de injusticia peor.
¿Quién es Ilich Ramírez Sánchez alias "Carlos" alias "El Chacal"?
Es una figura mítica del terrorismo de los años setenta y ochenta,
fabricado por la prensa. Su nombre está inscrito en la memoria de varias
generaciones. Carlos era el terrorista más buscado del mundo hasta que
lo destronara Osama bin Laden. Representa una época donde se cometieron
los que se consideraban, en el momento, los más grandes atentados
terroristas de toda la historia, hasta que se produjeran los del 11
de septiembre de 2002 y fueran destruidas las Torres Gemelas de Nueva York.
Terrorista-mercenario, fue al inicio un furibundo comunista que terminó
trabajando para los palestinos, para el dictador rumano Nicolae
Ceaucescu y para cuanto totalitario le pide sus servicios. Así se le
conoce, y como tal organizó una red internacional que poseía contactos
con todos los grupos extremistas europeos de su época y del Medio
Oriente. Hoy en día él prefiere llamarse "revolucionario internacional".
Prefiero que el lector se haga su propia idea de él. En el libro que
escribió recomienda a los cristianos convertirse al Islam agregando: "Si
no, tendrán que acostumbrarse a la banalización del terrorismo, en todo
el sentido de la palabra. El terrorismo va a partir de ahora a ser parte
del paisaje casi cotidiano de vuestras democracias que se pudren". Su
esposa y abogado francesa afirmó en una entrevista en un diario de
Caracas: "Él es una persona muy inteligente y hábil para organizar la
oposición contra EE UU, y porque tiene excelentes relaciones con los
militantes islámicos. Eso lo constituye en un peligro real para EE UU".
Ambos parecen olvidar las diferencias entre terrorismo y revolución. El
terrorista cree que la violencia es el único camino y, a diferencia del
revolucionario que está dispuesto a arriesgarlo todo por su causa, el
terrorista, escondido, espera el momento oportuno para lanzar su golpe
traicionero, cuando corra menos riesgos, como quien ataca por la
espalda, no al que considera su enemigo, sino a los simples ciudadanos.
Intentar comprender la trayectoria de Carlos es tratar de explicar
veinte años de acción terrorista. Su nombre real es Ilich Ramírez
Sánchez. Nació el 10 de octubre de 1949 y posee la nacionalidad
venezolana, hijo de un fundador del Partido Comunista de Venezuela,
recibió su nombre en honor a Lenin. En el año 1968 viaja a la URSS para
realizar estudios en la Universidad Patricio Lumumba. Su carácter
desordenado y su afición a las fiestas y a las salidas nocturnas le
acarrean su expulsión de la institución dos años mas tarde. No es sino
en los años 70 que Ilich toma el nombre de Carlos y pasa a formar parte
del ala radical del movimiento FPLP, dirigido por Georges Habash.
Enviado a Europa, vive entre Londres y París, y pasa a tener un rol de
coordinador entre diversos grupos terroristas.
Ustedes se habían conocido antes, ¿no?
Sí. Me encontraba provisionalmente en el Líbano, ocupando la función de
encargado de negocios de Venezuela, debido a que el gobierno de mi país
había abierto una investigación contra el antiguo embajador, motivado
por una denuncia de la Interpol, la cual sospechaba que ese embajador
había colaborado en el tráfico de dirigentes extremistas hacia Europa.
El 30 de agosto de 1991, a la hora del desayuno, tocaron a mi puerta.
Cuando se ha vivido en un país en guerra se desarrolla un sexto sentido
en relación a la percepción del orden normal de los hechos y en el cual
determinadas cosas no previstas con anticipación son la señal de un
momento de peligro. Al abrir la puerta, ocho hombres armados entraron
violentamente. Hablaron poco. Me dieron una orden de que los acompañara
inmediatamente. Apenas si tuve tiempo de prepararme: me metieron a la
fuerza dentro de un vehículo Mercedes Benz que arrancó a toda velocidad
seguido de otro donde iba el resto de la "escolta".
Atravesamos el país. Por la placa de los vehículos sabía que provenían
de Siria. Reconocí la ruta que tomamos hacia la frontera. Camino a
Damasco, nos desviamos hacia un camino que nos condujo a una casa
solitaria sobre una pequeña colina. Allí me esperaba Carlos, alias
también "El Chacal". Con una actitud condescendiente, me "aconsejó"
tener prudencia. Me hizo saber que a partir de ese momento había trazado
un círculo rojo a mi alrededor. Estaría vigilado y lo mantendrían
informado de todos mis pasos, pero sobre todo no debía equivocarme y
seguir hurgando en la actuación del embajador precedente, y tampoco
declarar más de lo debido.
Fue, entre otras, una de sus formas de amenazarme, de señalarme el
peligro que corría si continuaba interesándome en el asesinato del
testigo del juicio contra el embajador. Buscaba también intimidarme.
Quería tenerme a su disposición en caso de necesitarme.
¿Qué consecuencias tuvo tu denuncia de la relación de Castro y Chávez
con Carlos, las guerrillas de las FARC y el extremismo islámico?
Desde el primer momento de mi salida del cuerpo diplomático, me he
dedicado a alertar a la opinión pública sobre las relaciones del
gobierno de Chávez con los países que sostienen grupos extremistas. Sus
relaciones con Carlos y las causas que lo motivan, así como las
relaciones FARC-ETA y la tutela que sobre todo esto mantiene, desde
Cuba, Fidel Castro.
Evidentemente, esto ha repercutido en mi seguridad física. Me ha
obligado a mudarme innumerables veces desde entonces, sin mantener un
domicilio fijo por largo tiempo. Así mismo estuve sin regresar a
Venezuela por más de siete años. Y todo ello va produciendo un cansancio
también psicológico y dificultades financieras. Sin embargo, es preciso
continuar con energía alertando sobre el peligro que representa que el
petróleo venezolano sirva para financiar movimientos extremistas en el
mundo.
¿Fuiste demandado por Carlos?
Sí. Es el mundo al revés. A menudo he sido entrevistado sobre estos
temas y Carlos y su abogado estiman que mis declaraciones perjudican su
"imagen" por lo que me han acusado de difamación y calumnia. Por cierto,
su abogado es su actual esposa, Isabelle Coutain-Peyre. Hasta el momento
se han desarrollado dos juicios que han terminado con un dictamen que
establece que no existen causas para enjuiciarme, declarándolos "sin
lugar". Ellos insisten y han anunciado que irán hasta la casación. Lo
irónico es que los honorarios de Carlos son pagados por el gobierno
venezolano y recientemente el viceministro de Relaciones Exteriores, Sr.
Temir Porras, traía a Paris una nueva remesa de dólares para continuar
el proceso en mi contra.
¿De dónde sale su sobrenombre del Chacal?
Es un sobrenombre inventado por la prensa y basado en telenovela popular.
¿Cómo constata la presencia de los órganos del Seguridad Cubana en el
control de la embajada venezolana en París?
La presencia de funcionarios cubanos en todas las instancias de poder en
Venezuela es ya del dominio público. Lo que hice fue constatarlo dentro
de la embajada. Con ellos han construido una administración paralela a
la propiamente dicha de la embajada. Esto les permite tener un comité
paralelo que controla muy de cerca al viceministro de Relaciones
Exteriores, junto a representantes de la Embajada de Cuba y ciertos
funcionarios de la Embajada de Venezuela. Eventualmente se unen a ellos
la senadora colombiana Piedad Córdova y los abogados de Carlos.
Varios son los objetivos que les interesan: 1- Carlos y su eventual
repatriación. 2- Las actividades de los grupos de oposición. 3- La
creación de mecanismos de promoción de las FARC, a fin de que dejen de
ser considerados grupos terroristas. 4- Gestionar los apoyos
internacionales hacia el Gobierno de Chávez y su revolución.
Extraoficialmente hay otros que rayan en lo ilegal y valdría la pena
preguntarse quién suministra verdaderos pero falsos documentos
venezolanos a miembros de la ETA. ¿O cual es la razón de crear vínculos
con paraísos fiscales europeos?
¿Pronto va a salir un libro tuyo publicado en España?
Sí. Un voluminoso manuscrito se encuentra en revisión en estos momentos,
para proceder a su próxima publicación. En el libro explico de manera
vivencial la experiencia de un diplomático que es testigo del deterioro
que se va produciendo en el país, lo que nos ayuda a comprender las
causas por las que llega Chávez al poder y denunciar el proyecto que ha
creado, en el cual ha arrastrado a Venezuela.
Paralelamente, se cuentan las peripecias de las relaciones de ese
gobierno con el terrorista Carlos, quien me secuestra en el Líbano y
luego se encuentra encarcelado en Francia. Y cómo a ese gobierno le
interesa más la protección del famoso terrorista que la del funcionario
leal a su país. El testimonio servirá también para alertar a la
comunidad internacional del peligro que significa que el petróleo
venezolano sirva para financiar grupos extremistas y explicar cuál es la
razón para que un supuesto gobierno democrático sostenga relaciones con
Carlos, las FARC, ETA y los grupos Hezbolah y Hamas. Este libro es una
de las razones de mi viaje a Madrid.
¿Cómo vive un exdiplomático fuera de su patria, sin poder volver a
ejercer su carrera?
Te respondería que comprometido en esta lucha de denuncias. Con ciertas
angustias. Con problemas financieros. Es difícil que le den trabajo a un
enemigo de Carlos. Sin domicilio de manera permanente, por razones de
seguridad. Muchas veces olvidado por antiguos amigos y compañeros que no
desean comprometerse o porque ya no tienes la posición diplomática que
antes les interesaba. En todo caso, hay muchos momentos de soledad en
los cuales solo te sostienen tus convicciones.
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