Merolica acosada por la mala ley
Vendía vasos fabricados con botellas de cerveza cortadas. Fue
sorprendida por la policía. Le impusieron una multa de 1.500 pesos. El
equivalente de unos ocho de sus salarios mensuales. Lloró, gimió,
suplicó, pero los agentes de la autoridad se mostraron implacables
viernes, junio 27, 2014 | Rene Gómez Manzano y Felix Bonné Carcasés
LA HABANA, Cuba -Myriam es una sexagenaria habanera que, con todo y su
edad, sigue siendo atractiva. Posee muy escasos recursos, y en medio de
sus desgracias bromea al comentar que ella trabaja como "trapeóloga", o
sea, como auxiliar de limpieza en centros que la contratan de manera
temporal.
De igual modo libra el sustento su única hija. Ellas dos, con sus
modestos ingresos, tienen que mantener a tres menores. Como la cuenta no
les da, Myriam trabajaba como merolica "por la izquierda". Es decir,
vendía sin licencia artículos de poco valor en La Güinera, un barrio
pobre en el que todos viven hacinados en sus casuchas.
Su comercio, de ínfima categoría, tenía como objeto vender vasos baratos
fabricados con botellas de cerveza cortadas. La anciana fue sorprendida
por la policía, que le impuso una multa de 1.500 pesos en moneda
nacional. O sea: el equivalente de unos ocho de sus salarios mensuales.
Lloró, gimió, suplicó, pero los agentes de la autoridad se mostraron
implacables. ¿Habrá incidido en esto el hecho de que la mujer ha
rechazado propuestas indecorosas de varios de ellos?
Las multas de esa clase, si no son abonadas en el breve plazo
establecido por la ley, se duplican e incluso se triplican. La impuesta
a Myriam puede llegar a 4.500 pesos, una suma que representa lo que
puede devengar la infortunada mujer tras trabajar durante dos años.
Si aun así no es pagada (y la auxiliar de limpieza no tiene cómo
hacerlo), el hecho se convierte en un delito de largo título:
incumplimiento de las obligaciones derivadas de la comisión de
contravenciones. El vigente Código Penal establece para esa conducta la
sanción de uno a seis meses de privación de libertad, la cual puede ser
sustituida por trabajo correccional con internamiento.
Otro precepto del mismo cuerpo legal abre una rendija de esperanza para
la desdichada anciana: En estos casos sólo se procede "si media denuncia
de la autoridad o funcionario que dictó la resolución de que se trate".
¿Se apiadarán de Myriam, o la someterán a juicio y la encerrarán por no
hacer lo que de todos modos ella no está en condiciones de cumplir?
Ojalá prime la clemencia, pero esto parece harto improbable, dadas las
circunstancias ya mencionadas que concurren en este caso.
Source: Merolica acosada por la mala ley | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/merolica-acosada-por-la-mala-ley/
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