Monday, March 19, 2012

El noveno aniversario de la Primavera Negra de 2003

Iglesia Católica, Represión, Primavera Negra

El noveno aniversario de la Primavera Negra de 2003

La Iglesia Católica Cubana ha continuado su tarea de promover la
reconciliación nacional y la unidad entre todos los cubanos

Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 19/03/2012 9:26 am

Los días 18, 19 y 20 de marzo se cumplen 9 años de la Primavera Negra de
2003. Las fuerzas represivas del Gobierno cubano arrestaron 75 miembros
de la pacífica disidencia, entre ellos periodistas, economistas,
bibliotecarios, sindicalistas, maestros independientes, activistas de
derechos humanos y líderes de organizaciones políticas.

El objetivo era aterrorizar al pueblo cubano, debido al progreso del
movimiento contestatario, fundamentalmente con la unidad forjada en
favor del Proyecto Varela, así como el desarrollo de la prensa
independiente mediante la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez
Sterling y su revista De Cuba, con un numero en circulación nacional y
otro terminándose, las bibliotecas y otras iniciativas en todo el país.

Las autoridades aprovecharon el inicio de la guerra en Iraq, creyendo
que la opinión pública internacional no atendería los atropellos
cometidos en Cuba, previsión que fracasó totalmente, pues como nunca
antes amplios sectores de la opinión pública internacional, incluidos
algunos por muchos años engañados sobre la realidad cubana,
comprendieron con esta flagrante violación de los derechos humanos la
trágica situación imperante en Cuba.

Tras un mes de intensos interrogatorios en los centros de la Seguridad
del Estado, como Villa Marista en La Habana, se realizaron los juicios
sumarísimos, sin ningunas garantías procesales. Los 75 fuimos
sentenciados a condenas de hasta 28 años de cárcel. En todo momento
nuestros verdugos procuraban que nos sintiéramos solos y sin conexión
con el mundo exterior, repitiendo las mentiras de los infiltrados para
tratar de desmoralizarnos. Nunca lo lograron, ya que la abrumadora
mayoría mantuvo una actitud firme en defensa de sus principios.

Informaciones transmitidas subrepticiamente por nuestros familiares
durante las breves, tensas y vigiladas visitas en el Cuartel General de
la policía política, nos fortalecieron, tales como las denuncias de
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité para la Protección
de los Periodistas, Reporteros sin Fronteras y otras ONG de defensa de
los derechos humanos. Muy estimulante resultó la Carta Abierta contra la
Represión en Cuba, suscrita por cientos de intelectuales, artistas,
periodistas y políticos de origen cubano y de todo el mundo, auspiciada
por la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana. Al trasladarnos en un
ómnibus, esposados y muy vigilados, para repartirnos por las prisiones
distantes a cientos de kilómetros de nuestros hogares desde La Habana
hasta llegar a mi destino en la última, Guantánamo, siempre recuerdo las
caras de sorpresa y alegría de ellos, cuando logré informarles nombres
de los firmantes, entre los que figuran Jorge Semprún , Fernando
Savater, Ana Belén, Víctor Manuel, Almodóvar, Joaquín Sabina, Juan
Manuel Serrat, Alejandro Sanz, Juan y Luis Goytisolo, Penélope Cruz,
Gunter Grass, Antonio Elorza, Caetano Veloso, David y Fernando Trueba,
Manuel Gutiérrez Aragón, Almudena Grandes, Juan Echanove, Rosa Montero,
Sergio Ramírez, Carlos Solchaga, Maruja Torres, Elvira Lindo, Javier y
Pilar Bardem.

En la Prisión Provincial de Guantánamo me alentó la noticia llegada a
través de presos de que un sacerdote católico había procurado verme,
pero no se lo permitieron. En la sección de máxima seguridad de
Boniatico, en la cárcel de Boniato en Santiago de Cuba, el compañero del
Grupo de los 75 Normando Hernández me hizo llegar una revista Palabra
Nueva, con el comunicado de la Iglesia Católica Cubana sobre la
injusticia cometida contra nosotros y la protesta por el cruel
fusilamiento de tres jóvenes, que al secuestrar una lancha para salir de
Cuba no provocaron hechos de sangre.

Al mismo tiempo me sirvió de sostén el apoyo moral recibido por mi
esposa y familiares en el Santuario de El Cobre, cuando me encontraba en
la sala de penados del Hospital Grillo de ese pueblo, como también
sucedía en la iglesia de Santa Rita de Casia, en La Habana, a nuestras
mujeres, que unidas pronto llegaron a ser conocidas como las Damas de
Blanco. Hoy no debe olvidarse que junto a la actividad sostenida y
sacrificada de la disidencia cubana y la solidaridad internacional, la
Iglesia Católica Cubana jugó un papel muy importante en la excarcelación
de todos los prisioneros de conciencia de la Primavera Negra de 2003.
Con tacto e inteligencia esta institución, que con hechos concretos ha
estado abierta a creyentes y no creyentes, facilitó a través de
complicadas negociaciones que todos salieran, con otros presos
políticos. Habría sido deseable una solución más completa, como que
quienes permanecemos en Cuba no estemos sometidos a una licencia
extrapenal, que puede retornarnos a prisión para continuar cumpliendo la
injusta condena. Pero hay que tener en cuenta las difíciles condiciones
existentes, por lo que se logró entonces era lo posible a obtener.

Asimismo, la Iglesia Católica Cubana ha continuado su tarea de promover
la reconciliación nacional y la unidad entre todos los cubanos. Resulta
lamentable que personas apostadas allende los mares, desconocedoras de
la realidad nacional, se convierten en severos críticos y siembran
semillas de desconfianza sobre una institución que se ha mantenido
durante estos años al lado del pueblo. Parecen ignorar que en un
contexto muy difícil y delicado la Iglesia ha abierto incluyente
espacios de opinión que, aunque todavía modestos, dan voz a los cubanos
de "aquí y de allá", creyentes y no creyentes. A quienes estiman tener
mejores proyectos los esperamos y les deseamos los mayores éxitos, pero
por el momento les pedimos respeto por los que en la Isla y en el
exterior trabajamos por una Cuba próspera y sin exclusiones.

Este noveno aniversario de la Primavera Negra de 2003 se conmemora muy
cercano a la visita del papa Benedicto XVI, del 26 al 28 de marzo. Es
una ocasión oportuna para recordar que la Iglesia Católica Cubana se
mantuvo a nuestro lado, y fue una de las pocas voces dentro de Cuba que
nos acompañó en nuestro suplicio y se empeñó en nuestra excarcelación y
el bienestar de nuestras familias.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-noveno-aniversario-de-la-primavera-negra-de-2003-275027

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