Jueves, 04 de Agosto de 2011 12:26
Adolfo Pablo Borrazá
Centro Habana, La Habana, 4 de agosto de 2011, (PD) Luego de varios días
de suplicar a los altoficiales de Seguridad del Estado que la visitaban
en su casa del barrio La Julia de Batabanó, unos 60 kilómetros al sur de
La Habana, Maritza Barrios recibió el cadáver de su hijo Adonis Guerrero
Barrios y pudo enterrarlo como Dios manda.
Adonis fue hallado muerto el miércoles 13 de julio en Madrid. Su cuerpo
se encontró con heridas en el tórax y la cabeza en el tren de aterrizaje
de un vuelo de Iberia procedente de La Habana.
Adonis Guerrero Barrios es el polizón número once que intenta escapar de
la isla de esta manera. De ellos, solo dos han logrado sobrevivir. Fue a
inicios de junio del año 1969 en que dos jóvenes, casi niños, dieron
comienzo a este estilo de escape atroz.
La madre de Adonis asegura que el joven fue inducido o manipulado por
otras personas. Nació con un leve retardo mental que se acrecentó con el
tiempo. Al punto de que con 23 años, a veces actuaba como si fuera un
niño de tres.
Maritza Barrios no sabe como Adonis burló la seguridad del lugar y se
introdujo en aquel avión. Comenta que nunca mostró interés en querer
salir del país.
Días antes del trágico suceso, el joven le dijo que se iba a trabajar
con un hermano de su iglesia. Ante la demora de su hijo, Maritza pensó
que se encontraba con su padre, quien reside en la capital. Pero la
llamada telefónica que realizó, le advirtió que algo andaba mal. Adonis
había desaparecido. Nadie sabía de él y Maritza empezó a preocuparse.
Cuando la visitaron agentes de la policía política y un alto funcionario
del aeropuerto, quienes le comunicaron el hallazgo de un cadáver en
Madrid, España, identificado como Adonis G.B., el dolor en el corazón
que en ese momento sintió Maritza, le hicieron presentir que el
fallecido era su hijo. Días después le confirmaron su identidad.
¿Por qué los medios oficiales no divulgaban lo sucedido? preguntó la
sufrida madre a los agentes que la notificaron del suceso. "No se puede"
fue la tajante respuesta que recibió.
Quizás en otro país el hecho hubiese ocupado la primera plana en varios
periódicos. Desgraciadamente en Cuba, el paraíso, las cosas no funcionan
así.
El hermetismo, el misterio, la desinformación y la manipulación
caracterizan al gobierno impuesto hace más de medio siglo.alt
En conversación con esta desdichada madre, me resultó irónica la demora
por parte del estado cubano para traer el cadáver del joven. El gobierno
español, según le dijeron los oficiales de Seguridad del Estado, pedía
un determinado presupuesto que Cuba no tenía. ¿O no le interesaba dar?
Lo cierto es que el féretro, que estuvo cerrado herméticamente todo el
tiempo, llegó en la madrugada del 23 de julio al municipio Batabanó, en
Artemisa, donde reside Maritza, en una casucha de apenas tres por cinco
metros con su padre enfermo, su otro hijo –menor que Adonis- y su mujer.
No logro explicar con palabras como se siente esta mujer. Ama de casa,
logra sobrevivir de alguna manera a la pobreza casi extrema que le acecha.
"Quiero que se sepa lo ocurrido a mi hijo y que el gobierno algún día
encuentre al culpable y lo publique en la televisión. No deseo que a
otras madres les suceda lo mismo" dice Maritza. Ante el silencio
oficial, para dar a conocer lo ocurrido a Adonis, no tuvo otra opción
que acudir a la perseguida y muy criticada prensa independiente.
Mientras el corazón de una mujer convulsionaba de dolor por la pérdida
de un hijo, los caciques divulgaban a bombo y platillos la conmemoración
del 26 de julio, una "gesta" donde muchos jóvenes perdieron la vida hace
58 años. Sólo esos les interesan. Parece que la muerte de Adonis a ellos
poco les importa.
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