Monday, August 1, 2011

Aventureros y alquimistas

Cambios

Aventureros y alquimistas

Los aventureros del PCC vuelven una y otra vez a tratar a un enfermo que
lleva medio siglo agonizando con las mismas brujerías

Rafael del Pino, EEUU | 01/08/2011

En Cuba jamás ha existido socialismo y ni remotamente un partido que
pueda ser considerado marxista leninista.

El gran enredo comenzó cuando en Rusia a principios del siglo XX,
envuelta en la primera guerra mundial que desolaba a toda Europa, los
comunistas bolcheviques esgrimieron la bandera de terminar con esa
injusta guerra imperial recibiendo el apoyo que necesitaban para
alcanzar el poder.

De más esta repetir lo que todos sabemos que sobrevino más tarde hasta
la desintegración de la utopía unos setenta y tantos años después.

Junto con la URSS se vino abajo también el resto de los sistemas
políticos similares que fueron implantados a punta de bayonetas como
resultado de otra guerra mundial como la que le posibilitó a los
bolcheviques iniciar el experimento social.

Centenares de libros se han escrito por apologistas del sistema
implantado en esos países tratando de convencer que se estaba en
presencia del socialismo. Han teorizado hasta el infinito que Marx
estaba rotundamente equivocado al plantear que para que existiera el
socialismo era necesario que se hubiese desarrollado una producción
fabril capitalista y una estructura industrial moderna que crearan las
condiciones materiales para ese tránsito. Hubo hasta quien se atrevió a
decir que la larga estancia de Marx en Londres le había llevado a
considerar a Inglaterra como el país que mejores condiciones presentaba
para el tránsito al socialismo en aquella época.

Lo cierto es que esos severos jueces que son el tiempo y la practica han
demostrado lo costoso que ha sido para muchas naciones haber ignorado
estos principios expuestos por Marx y la humanidad jamás perdonará las
muertes y sufrimientos causados por estos experimentos sociales
disparatados esgrimiendo las banderas de un supuesto socialismo.

Marx mantuvo fuertes enfrentamientos con los que llamaba "aventureros y
alquimistas de la revolución". Las propuestas de Marx de una alianza de
los trabajadores con la burguesía progresista y su vehemente oposición a
la exportación de la revolución a Alemania que proponía el poeta Georg
Herwegh, cuando estallaron en Europa las revoluciones populares en
cadena que afectaron a Francia, Italia y Austria, le ocasionó una gran
impopularidad entre los revolucionarios y lo llevaron a enfrentamientos
con los líderes obreros.

¿Qué le viene a la mente cuando usted lee estos términos "alquimistas" y
"aventureros" de la "revolución"? ¿Qué es lo primero que le viene a la
mente cuando conoce de la oposición de Marx a la exportación de la
revolución? ¿Se habría imaginado el pensador alemán hace más de un siglo
que los alquimistas y aventureros de la revolución se iban a propagar
con más intensidad que el marabú y sus equivalentes por todo el planeta,
desde la enorme Rusia hasta una islita del Caribe, pasando por una
Camboya donde su Partido Comunista, el Khmer Rouge, exterminó a millones
de sus habitantes en su camino al "socialismo"?

El gran problema de estos "alquimistas y aventureros de la revolución"
es que aunque estén hundidos hasta el cuello en el fango de sus errores
y disparates no son capaces de admitir con sinceridad por qué causaron
el daño y los sufrimientos que le infligieron a sus pueblos durante
tanto tiempo de experimentos en sus laboratorios de ingeniería social.
Lo estamos presenciando ahora mismo en el pasado VI Congreso de Partido
Comunista de Cuba, donde admiten que el país está al borde del
precipicio, pero se obstinan en continuar buscando la forma de frenar el
despeñamiento con el empleo de sus probetas infestadas y sus reverberos
herrumbrosos.

Si para que exista el socialismo es necesario, como argumentaba Marx,
que se hubiese desarrollado una producción fabril capitalista y una
estructura industrial moderna para que estuvieran creadas las
condiciones materiales de ese tránsito, ¿cómo van a venir los
alquimistas del PCC a proponer fórmulas contaminadas con el mismo virus
que creó el mal? Manteniendo, como dicen, la planificación central y
prohibiendo la concentración de la propiedad están dando vueltas en
círculo dentro del mismo laberinto. Vuelven una y otra vez a tratar a un
enfermo que lleva medio siglo agonizando con las mismas brujerías.
¿Cuándo acabarán de darse cuenta estos alquimistas que el cáncer no se
cura con romerillo? Después de tantas delegaciones que han enviado a
China y Vietnam para estudiar el camino al socialismo que han emprendido
ambos países asiáticos, ¿no acaban de entender o no quieren entender que
a ese tipo de sociedad no se llegará jamás por el camino que han
mantenido durante estos cincuenta años ni tampoco por el camino que
anunciaron en el VI congreso?

La milenaria cultura que inventó la pólvora parece que logró aprender
después de costosísimos errores que era necesario desengavetar las ideas
de Marx para descubrir la nueva pólvora que los sacara del atraso y el
atolladero. Cuando a Deng Xiaoping le preguntaron qué era el comunismo,
éste contestó: "El comunismo supone el fin de la explotación del hombre
por el hombre y se basa en el principio de cada cual según su capacidad,
a cada cual según sus necesidades. Pero darle a cada cual según sus
necesidades solo es posible con una enorme riqueza material, lo que
exige unas fuerzas productivas muy desarrolladas. La tarea fundamental
en la etapa socialista, previa a la comunista, es el desarrollo de las
fuerzas productivas. Sin alta eficiencia el elevado ideal socialista se
convierte en un sistema de pobreza común".

De manera que lo materialista será hablar de cuáles son los rasgos de
transición del capitalismo al socialismo, y lo dialéctico será concebir
la época actual como una época de transición. Una de las leyes de la
dialéctica más olvidada es la de que entre los contrarios hay transición
y no solo oposición y negación.

La práctica ha demostrado que en el camino al socialismo la riqueza se
tiene que seguir produciendo como mercancía. Y en el ámbito de la teoría
se ha vuelto crucial distinguir con claridad la forma mercantil de la
riqueza de la forma de capital. La economía socialista se rige por el
principio: "de cada cual según su capacidad y a cada uno según su
trabajo". De manera que en esta época quien más trabaja más salario debe
cobrar, quien más riquezas cree con su inteligencia y capacidad tiene
más derecho a incrementar esas riquezas por los medios que tenga
disponible y, por supuesto, más derecho a una compensación material
superior a quien menos trabaja y menos produce. Por lo tanto todos estos
alquimistas lo que han creado en sus laboratorios han sido un
Frankenstein que en lugar de crear riquezas, las estrangula y, en lugar
de producir bienestar, lo aplasta con sus enormes y pesadas botas por
los surcos donde siembra la miseria, el hambre y la enajenación.

Pero vamos a los hechos concretos. Pongamos la teoría a un lado por el
momento y analicen ustedes si están o no los chinos en la vía correcta.

El 14 de febrero del presente año 2011 China superó a Japón como segunda
potencia económica mundial al alcanzar un PIB equivalente a 5.8786
billones de dólares mientras que el del Japón alcanzaba 5.4742 billones
de dólares.

China registra desde hace años un índice de crecimiento que ronda o
supera el 10 %. Su PIB aumentó otro 10,3 % en 2010. La economía de Japón
se recuperó en ese año con un crecimiento del 3,9 %, pero esto no le
permitió conservar su segunda posición ante una China en pleno auge, que
parece incontenible.

China, el país más poblado del mundo, acumula ya más de 875.000
millonarios, personas con una fortuna superior a los 10 millones de
yuanes (1,46 millones de dólares o 1,08 millones de euros). Según
asegura el Informe de Riqueza "Hurun", elaborado por la revista china
con el mismo nombre, en el 2010 los millonarios chinos crecieron un 6,1
% respecto al año anterior. El informe "Hurun" también informó que el
número de multimillonarios chinos —es decir, aquellos cuyo patrimonio
supera los 1.000 millones de yuanes (146 millones de dólares, 108
millones de euros)— subió a 140 personas.

Las razones del crecimiento fueron el avance del PIB y, sobre todo, el
"boom" inmobiliario y de la Bolsa China. Tres únicas ciudades (Pekín,
Shangai y Cantón) acumulan el 48 % de los millonarios chinos, con la
capital liderando la clasificación global, con 151.000 potentados.
Agrega la revista que el perfil del millonario chino es sustancialmente
distinto al del millonario internacional, especialmente por la edad, ya
que la edad media de los multimillonarios chinos es de solo 39 años, 15
años inferior al promedio internacional.

Abróchense ahora los cinturones de seguridad.

Según el Fondo Monetario Internacional, se proyecta que para el año 2016
el PIB de China, medido por la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), que
tiene en cuenta el verdadero poder de compra de la moneda de un país,
será el mayor del mundo, desplazando a Estados Unidos que tenía esa
posición desde hace más de 80 años.

Toda la gritería absurda, de barricada, para justificar a los culpables
del hundimiento de los respectivos países que violaron los principios
marxistas fundamentales se desvanece ante esos indicadores
indiscutibles. Podrán desgañitarse gritando "Nos están proponiendo
regresar al capitalismo" o el gastado disco rayado de "Jamás
renunciaremos a nuestra soberanía" y ni se sabe cuántas idioteces más.
Pero lo cierto, lo verdaderamente probado es que solo hay un camino para
alcanzar esa meta, el que Marx señaló y que están aplicando chinos y
vietnamitas; cualquier otro invento de ingeniería social conducirá a la
involución económica y política.

Lo doloroso en el caso cubano es que tomó medio siglo de destrucción y
sufrimientos para comprender que no se cambian caminos por veredas.

Mantengo mis esperanzas en que no se den contra marchas al camino
emprendido. Está en juego la supervivencia de una nación.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/aventureros-y-alquimistas-266243

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