21-07-2011.
Matthew Brady
Director de programas de Freedom House
(www.miscelaneasdecuba.net).- La invitación oficial por parte del
gobierno cubano al ex presidente Jimmy Carter pudiera conducir a la
liberación del contratista Alan Gross y posiblemente a un diálogo más
amplio entre Estados Unidos y Cuba.
La última visita del ex presidente Carter a la isla tuvo lugar en el
2002; esta ocurre en tiempos indiscutiblemente extraordinarios. Hace
menos de dos semanas que los tribunales cubanos sentenciaron a Alan
Gross a 15 años de cárcel por "actos contra la independencia y la
integridad territorial del Estado". La administración de Obama ha dicho
claramente que la liberación de Alan Gross depende de una mejora de las
relaciones.
Si Alan Gross es liberado, la visita del presidente Carter pudiera
relanzar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Carter es el único
ex presidente que ha visitado la isla en estas cinco décadas. Además, ha
utilizado su posición anteriormente para lograr la liberación del
ciudadano norteamericano Aijalon Gomes, en Corea del Norte, en el 2010.
Un pedido humanitario por un ex presidente norteamericano permitiría al
gobierno cubano salvar las apariencias, después de haber mantenido a
Gross encarcelado sin ninguna acusación durante 15 meses.
Por consiguiente, las relaciones entre Cuba y EEUU podrían reanudarse en
lo que queda del gobierno del presidente Obama. Si Raúl Castro quiere
mejorar las relaciones con EEUU, probablemente pensará que Obama es una
mejor opción ante candidatos republicanos de cara a las elecciones del
2012, como Newt Gingrich, Mike Huckabee, Sarah Palin o incluso Michele
Bachmann, del Tea Party.
Obama no sólo ha declarado que está dispuesto a reconsiderar la política
de EEUU hacia Cuba, sino que ya ha dado pasos en esa dirección. Desde
que asumió el cargo, ha cumplido sus promesas de campaña suavizando las
restricciones de los viajes y las remesas a Cuba, y fomentando viajes a
Cuba con fines académicos, culturales, religiosos y científicos. Obama
ha ido aún más lejos al no oponerse a la reincorporación de Cuba como
miembro pleno de la Organización de Estados Americanos, al cooperar con
Cuba después del desastre en Haití, al reanudar las conversaciones
migratorias con Cuba y además al hablar sobre el servicio de correo
directo. También ha quitado el anuncio de noticias "inflamatorias" en la
fachada de la Sección de Intereses en La Habana, que se puso durante el
gobierno de George W. Bush.
Estos hechos han transcurrido en gran medida sin respuesta de Raúl. Pero
podrían incidir en las relaciones entre EEUU y Cuba.
Fidel Castro anunció la semana pasada que había renunciado a todos sus
cargos políticos al enfermarse en el 2006, incluido el cargo de primer
secretario del Partido Comunista, que oficialmente dirigía desde 1965.
El anuncio fue una sorpresa tanto para el pueblo cubano como para el
resto del mundo.
El empresario chileno Max Marambio, quien tiene vínculos estrechos con
Fidel, fue juzgado en ausencia por corrupción en torno a un caso
vinculado con Cuba y con el ex ministro de la Industria Alimenticia
Alejandro Roca. Ambos podrían ser condenados hasta a 20 años en los
próximos días. La proximidad de Marambio con Fidel habría evitado, en
otros momentos, tales acusaciones y condenas, pero Raúl ha declarado una
guerra contra la corrupción y la ineficiencia que ha llevado al despido
de varios ministros nombrados por Fidel.
También la semana pasada, el gobierno cubano terminó de liberar a los
restantes presos políticos de los 75 encarcelados en la primavera negra
del 2003, según un acuerdo mediado por el Vaticano y el gobierno
español. La liberación gradual de estos y otros presos políticos, sobre
todo cuando se les fuerza a exiliarse, ha sido muy debatida por
partidarios y críticos del gobierno cubano desde que se anunció el
acuerdo en julio del 2010. No obstante, hay menos presos políticos tras
las rejas.
Estos y otros eventos sientan las bases para el próximo Congreso del
Partido Comunista de Cuba en abril. El gobierno cubano anunció que los
temas económicos dominarán la agenda, pero la jubilación de Fidel
implica que Raúl será nombrado primer secretario del Partido, lo cual
incitará a la selección de un vice secretario –un sucesor oficial de los
hermanos Castro– para acompañar a los ministros de Raúl.
Pero la invitación al presidente Carter sugiere una agenda mucho más
amplia, que apunta a la voluntad de diálogo o posible acercamiento con
EEUU, y un sucesor designado por Raúl, que diligentemente promoverá los
intereses de Cuba a lo largo de este camino.
Director de Programas de Freedom House.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33026
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