Juan Gonzalez Febles
casuaLawton, La Habana, 7 de julio de 2011, (PD) En Cuba, los médicos
aconsejan a los pacientes que beban orines. La falta de medicamentos y
la nueva campaña dirigida al ahorro de reactivos y pruebas si se trata
de gente común, obligan a cada médico cubano a convertirse en un mago
del diagnóstico, ya que como repiten: "En Cuba la medicina es gratuita,
pero cuesta".
Esto, le cuesta cada vez más caro al cubano de a pie.
Quizás por ello escuché a uno de mis vecinos que muy molesto decía:
"Primero nos obligan a comer mierda, ahora tenemos que tomar meao,
¿¡hasta cuando coño!?".
Coincidentemente, el aliado de Venezuela enfermó de repente. Fue operado
de urgencia y desconocemos si además ha bebido orines que por acá, está
clínicamente de moda. Esto disparó los rumores y algo más desde esta
orilla. Nos castigaron con una tediosa aunque sentida deposición de
Chávez, que felizmente parecía despedirse. Para colmo, sufrimos la
repetición de un pésimo material sobre los dos Comandantes. La TV
oficial lo reprodujo una y otra vez.
En medio de tanta alharaca, el Ministerio de la Informática y las
Comunicaciones, cerró definitivamente el acceso de los cubanos a los
cíber cafés que funcionan en los hoteles de turismo a los nacionales.
Esta vez fue sin eufemismos. Anteriormente lo cerraron y argumentaron
que el servicio sería sólo para huéspedes. Cómo entre las neo "reformas"
raulistas se le dio bombo, platillos y fuegos de artificio a la medida
que "autorizaba" a los nacionales para hospedarse en "igualdad" de
condiciones con los extranjeros en los hoteles de turismo, todo quedaría
en que la medida no discriminaba a los cubanos. Bueno, si usted lo desea
y tiene con qué, se hospeda en un hotel y disfruta de Internet y todo lo
demás.
El caso es que la despedida de Chávez creó un virtual estado de
emergencia en la gerontocracia que cerró a cal y canto puertas y
ventanas. No Internet ni fuente de información alternativa alguna. Mesa
Redonda y no hay más ná.
Entonces, como familia es familia, desde la otra orilla, Mario
Díaz-Balart intenta y quizás hasta consiga cerrar la otra ventana en el
ala norte. Sobre los Díaz-Balart, poco hay que decir. Están entre los
mejores promotores de lo peor. No consiguen hacer o promover algo que
verdaderamente vaya contra la dictadura que dicen repudiar y ya son
demasiadas las veces que han cometido errores que o bien perjudican la
lucha en Cuba o para mal benefician al gobierno. Los bromistas por acá
dicen que la próxima propuesta de los Díaz-Balart, podría ser una
versión yuma de la tarjeta blanca, que allá para variar podría ser azul.
Entre casualidades y coincidencias la prensa oficial informa sobre que
se autoriza la compraventa de inmuebles y que además se flexibiliza el
trámite de las permutas. Las nuevas disposiciones autorizan a los
plebeyos (la mayoría) a la tenencia de una sola casa. Nadie que no sea
del núcleo duro podrá disponer de más de una casa. Esto me hizo recordar
otros tiempos en que recién nos enterábamos de que el Comandante tenía
varias decenas de casas desperdigadas por el archipiélago. ¿Habrá
entregado alguna o simplemente las repartió entre la familia?
Por acá también se comenta que a Chávez lo piensan enterrar en Cuba. Las
apuestas oscilan entre si será enterrado allá lejos por el oriente del
país, quizás junto al bailarín español Antonio Gades y la emérita señora
Espín, o si lo hará en compañía de su admirado mentor en el mausoleo que
le consagrarán en algún sitio. Ciertamente, va a ser muy conmovedor
tenerlos juntitos al fin. Sobre todo, callados.
El avispado y sagaz historiador de la ciudad, el Sr. Leal Spengler,
amenaza con un material televisivo a estrenar (donde si no) en Mesa
Redonda. La nueva entrega, destacará el valor y heroísmo de los soldados
españoles en la Guerra Hispano Cubano Americana, de finales del siglo
XIX. A fin de cuentas, aquellos quintos han sido los únicos soldados que
han enfrentado en suelo cubano al "imperialismo yankee", apoyados eso
si, por algunos mambises "confundidos". Esperemos que no haya más
casualidades ni coincidencias y que la inteligencia española no consiga
volver a hacer la media a sus aliados cubanos, desde algún otro sitio
con alguna otra medida. Con la charada del cardenal es suficiente. Uno
llega a preguntarse: ¿Hasta cuándo?
Esperemos lo mejor, con mente positiva de vaso medio lleno. Quizás
estamos a las puertas de un gran entierro y mirado con mente más
positiva, quizás hasta dos. ¿Podrían ser tres?
http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/1766-casualidades-y-coincidencias
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