Cáncer y poder
Bertrand de la Grange
Madrid 10-07-2011 - 11:15 am.
La enfermedad de Chávez: ¿farsa inventada por Fidel Castro o riesgo mortal?
Mientras los médicos consultados por algunos medios internacionales —El
País o The Wall Street Journal— creen que Hugo Chávez tiene un cáncer de
colon y que su vida peligra, la blogosfera antichavista es más escéptica
y habla de un show montado en La Habana. ¿Con qué objetivo? Se trataría
de crear un clima de simpatía hacia el presidente venezolano a poco más
de un año de unas elecciones que se anuncian complicadas.
El regreso repentino de Chávez a Caracas después de una estancia de casi
un mes en Cuba, donde fue intervenido quirúrgicamente en dos
oportunidades, ha desatado una ola de comentarios en internet que ponen
en duda las informaciones oficiales sobre la salud del caudillo. Algunos
denuncian una "exageración" de la enfermedad y otros hablan de una
"invención", una "farsa" pergeñada por la mente perversa de Fidel Castro
para que el venezolano aparezca luego como el superhéroe que ha
derrotado al cáncer. Se convertiría así en el hombre providencial que
necesita el país y toda América Latina, el Bolívar del siglo XXI. Ese
escenario haría realidad el sueño del ex militar golpista, que se empeña
en presentarse como la reencarnación del Libertador y no vaciló en
declarar a su llegada a Caracas: "¡Vuelvo al epicentro de Bolívar!".
El propio Chávez ha contribuido a alimentar las dudas sobre la gravedad
de su enfermedad. Primero, con su aspecto físico, que no parece
corresponder a la "intervención profunda de más de seis horas" a la que
fue sometido, según sus propias palabras, en la clínica de La Habana
reservada a los dirigentes cubanos y a los extranjeros. Luego, con sus
declaraciones virulentas contra la oposición, de que "nunca más volverá
a gobernar la patria". Y, de paso, dejó caer que podría quedarse en el
palacio de Miraflores hasta 2021, como lo había mencionado en otros tiempos.
En cambio, Chávez no asistió el pasado martes al imponente desfile
militar —una exhibición espectacular del armamento moderno comprado a
Rusia y China— con ocasión del Bicentenario de la independencia de
Venezuela. Su ausencia en esas celebraciones, preparadas con años de
antelación, es una señal inequívoca de sus graves problemas de salud.
Sintió, además, la necesidad de salir al paso de los comentarios de "una
minoría enloquecida" que duda de la autenticidad de su cáncer." Ahora
algunos dicen que es mentira, […] que eso fue una invención de Fidel
Castro y de Chávez. Si ustedes me vieran el abdomen, no lo voy a
mostrar, por supuesto, […] no sé cuántos puntos", dijo ante un grupo de
cadetes de la Academia Militar.
No estaría de más recordar que, hace unas pocas semanas, el caudillo
venezolano desmentía que tuviera cáncer. Y, de repente, en un alarde de
transparencia poco habitual en La Habana, Fidel y Hugo cambiaron el
paso. Hablaron de una operación para extirpar un tumor maligno, pero no
dieron más detalles. ¿Próstata o colon? En el primer caso, dicen los
expertos, no habría riesgos para la vida de Chávez. En cambio, si se
confirma la otra hipótesis, correría más peligro. A partir de las fotos
del enfermo, de sus propias declaraciones y de algunas fugas de
información de parte de los médicos implicados en el tratamiento, los
mismos expertos llegan a la conclusión de que el colon es el órgano
afectado. O sea, la peor opción. A esto se debe que todas las alarmas se
encendieran en La Habana, donde la desaparición del aliado venezolano
tendría consecuencias catastróficas para la economía de la isla.
El ejercicio de transparencia, muy relativa, buscaba acallar los rumores
sobre la muerte de Chávez. No fue suficiente. Para evitar la designación
de un presidente interino y prevenir divisiones dentro del partido
oficialista, el caudillo tuvo que volver a Caracas. Fue demasiado:
ahora, se le acusa de fingir un cáncer. Lo más probable es que, dentro
de poco tiempo, el presidente venezolano tenga que regresar a La Habana
para seguir con su tratamiento o para ser sometido a otra operación
quirúrgica. A partir de ahora, la biología va a tener un papel
determinante en la vida política de Venezuela. Como en Cuba, donde todo
el mundo espera el fin del ciclo vital de los ancianos que se aferran al
poder. Mientras, nadie se mueve.
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