La UE celebra la liberación de disidentes y destaca el papel de España
"Animo al Gobierno cubano a continuar con este proceso y a seguir
haciendo progresos hacia el total respeto de los derechos humanos",
señaló Catherine Ashton
EFE, Madrid | 23/03/2011
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, celebró este
miércoles la excarcelación de los últimos opositores del Grupo de los 75
y destacó el papel desarrollado en este proceso por la Iglesia Católica
de Cuba y el Gobierno español.
"Doy la bienvenida a la liberación de los últimos presos políticos del
Grupo de los 75 encarcelados en 2003, así como al anuncio de la
excarcelación inminente de Néstor Rodríguez Lobaina, en prisión desde
diciembre de 2010, y de otros diez presos políticos", señaló Ashton en
un breve comunicado.
La Alta Representante de la Unión Europea quiso además "reconocer el
papel significativo de la Iglesia Católica de Cuba y del Gobierno
español" y llamó al Gobierno de Raúl Castro a continuar por esta senda.
"Animo al Gobierno cubano a continuar con este proceso y a seguir
haciendo progresos hacia el total respeto de los derechos humanos", señaló.
Ashton reiteró además que la UE tiene intención de "continuar su diálogo
con las autoridades cubanas y apoyar los esfuerzos dirigidos a mejorar
las condiciones de vida del pueblo cubano".
La jefa de la diplomacia comunitaria ha venido dirigiendo durante los
últimos meses un proceso de contactos políticos con el régimen de La
Habana, con vistas a un posible acercamiento.
El inicio de las conversaciones vino impulsado, entre otras cosas, por
las primeras liberaciones de presos del Grupo de los 75 y otros
encarcelados.
La Alta Representante conduce el diálogo por encargo de los ministros de
Exteriores de los Veintisiete y tiene previsto presentarles en los
próximos meses un informe con los resultados de los contactos.
En febrero, Ashton se entrevistó en Bruselas con el canciller Bruno
Rodríguez, un encuentro en el que quedó clara la voluntad de La Habana
de acercar posturas, pero también su exigencia para que Europa elimine
su Posición Común.
Esa política, adoptada en 1996 por impulso del Gobierno español de José
María Aznar, condiciona la relación de la UE con el régimen de la Isla a
los avances en democratización y el respeto de los derechos humanos.
En los últimos años, el Ejecutivo socialista español de José Luis
Rodríguez Zapatero ha sido el gran defensor de pasar página y sustituir
esa postura unilateral europea por un acuerdo bilateral que normalice
las relaciones con La Habana.
Hasta ahora, un grupo de países, con Suecia y la República Checa como
los más visibles, sigue oponiéndose a cualquier acercamiento, una
postura que comparte la mayoría conservadora del Parlamento Europeo.
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