Monday, March 21, 2011

CASTRO DICTADOR DE OPERETA

CASTRO DICTADOR DE OPERETA
21-03-2011.

(www.miscelaneasdecuba.net).- Las acciones militares contra la dictadura
de Muamar Gadafi dan esperanzas no sólo a la población civil en Libia
sino también a todos aquellos que viven bajo represión en cualquier
lugar del mundo.

El uso de la violencia para alcanzar la paz y la democracia puede ser
controversial, pero en este caso se trata de parar una masacre a la
población civil y apoyar la insurreción legítima que está sucediendo con
hechos, no sólo palabras.

Hasta ahora parece que las acciones militares contra Gadafi son
comedidas, proporcionales y dirijidas exclusivamente a objetivos
militares. Es importante que sigan siendo así para que esta intervención
sancionada por la ONU mantenga el mayor apoyo posible.

Si las acciones contra Gadafi verdaderamente contribuirán a la caída del
dictador libio, entonces tenemos que alegrarnos, pero esto es sólo el
comienzo. Es más fácil establecer zonas de exclusión aerea que la
democracia. Al mismo tiempo, ésta es una buena oportunidad para que
occidente repare su reputación un tanto arruinada y que apoye a plenitud
la reconstrucción de una Libia democrática sin que se sospeche que las
razones son los lucrativos negocios del petróleo.

Mientras Gadafi se esconde tras escudos humanos y vocifera amenazas de
una guerra larga y sangrienta, los ciudadanos de Egipto acuden a las
urnas electorales. Esto es una clara señal al pueblo libio y a la
oposición democrática en las dictaduras de todas las regiones, de que un
mundo diferente es posible.

Las tiranías han marcado el pasado siglo tan fuertemente que se han
convertido en una especie de día a día perverso. Casi nos hemos
habituado a dictadores de opereta como Augusto Pinochet, Fidel Castro,
Idi Amin, Saddam Hussein y Muamar Gadafi. Es sólo cuando el tirano y su
sistema totalitario caen que el alcance del sufrimiento que han causado
sale a la luz. Y entonces queda el mundo entero sorprendido y
avergonzado exclamando "no sabíamos que era tan terrible".

Por eso fue tan importante que el Consejo de Seguridad de la ONU
decidiera detener a Gadafi. La intención de evitar asesinatos masivos en
Libia es más que suficiente. Esperemos que el efecto secundario sea que
otros déspotas, próximamente, en Barhéin y Yemen empiecen a sentir que
el suelo bajo sus pies también está temblando.
Tomado del editorial de Dagens Nyheter (Novedades del Día) hoy 21 marzo
2011.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31673

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