Saturday, September 18, 2010

POR CUENTA PROPIA

POR CUENTA PROPIA
18-09-2010.
Eduardo Mesa
Corresponsal en Miami de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Llegué de la escuela y salí a la azotea
para jugar un rato, mi casa daba a un costado de la Segunda Unidad de la
Policía Nacional Revolucionaria que está en la calle Dragones mirando a
Zanja; yo solía asomarme para ver, por las ventanas de la Unidad, a los
guardias que practicaban judo y otras artes marciales.

Aquella tarde en el colchón del judo, en vez de guardias dándose
empujones, dormían varias mujeres, otras sentadas en el tatami
conversaban en pequeños círculos. Nadie me dijo lo que ocurría, pero a
fuerza de escuchar lo supe: la policía había hecho una redada entre los
artesanos de la Catedral, estas personas aunque estaban autorizadas a
vender sus productos no podían justificar el origen de las materias
primas que utilizaban, los camiones grises venían llenos de gente,
cayeron como moscas.

Una maestra, compañera de mami tenía licencia de artesana y la
detuvieron, el esposo fue a preguntar por ella a la estación de policía
y también lo dejaron preso, los dos cumplieron, ella varios meses y el
varios años. Yo trataba de descubrir a la compañera de mami entre
aquellas mujeres que abarrotaban el inmenso salón de los entrenamientos,
podía ser aquella que fumaba en un rincón o alguna de las que no se
levantaban nunca o aquella, que se asomaba nerviosa a las ventanas,
buscando a alguien.

Durante varios días los familiares de los detenidos se agruparon en el
parquesito frente a la Unidad, era la única forma de tener noticias y
pasarles un poco de café y alguna pertenencia, los hombres estaban en
las celdas de abajo, unas celdas tapiadas con planchas de acero que eran
inaccesibles desde la calle. Poco a poco el salón de judo se fue
vaciando y yo no supe más de aquellas mujeres y nadie en la casa volvió
hablar de aquel suceso en mucho tiempo.

En los ochenta ya era un hombre, o un muchacho grande que se cree un
hombre, entonces se inventó el cuento del cuenta propismo y cobró
fuerza, porque los pedazos de ladrillo del muro de Berlín picaban cerca.
El cardenal Ortega estaba entusiasmado con la idea de la pequeña empresa
y hablaba de ese asunto con los jóvenes de las parroquias, la
liberalización de algunas actividades se veía como un signo de cambio,
como una pequeña brecha en el totalitarismo.

Varios amigos nos animamos a proyectar una empresa de fumigación:
Osvaldo Bernal, Pedro Romero (el Cuco), Raulito León y yo; en ese tiempo
estábamos metidos en la Pastoral de Jóvenes Trabajadores, encontrar vías
para independizarnos del Estado era el anhelo de muchos.

Conseguimos la ayuda de un Ingeniero que trabajaba en la fumigación de
hoteles, el hombre también se entusiasmó con la idea y nos preparó un
libro con todas los requerimientos técnicos. Osvaldo, Cuco y Raulito
tenían experiencia en el tema (en realidad el único que nunca había
matado bichos al por mayor era yo). Caritas Habana nos ayudó a terminar
el proyecto, le dedicamos varios meses de trabajo y según los expertos
que lo revisaron tenía grandes posibilidades de conseguir financiamiento.

Estábamos eufóricos, tendríamos nuestra pequeña empresa; el estado sólo
otorgaba licencias individuales pero daba igual, nosotros lo habíamos
soñado juntos y sentíamos que lo nuestro era una empresa. Cuando
intentamos comprar los insumos el castillo empezó a desmoronarse, fuimos
a un par de firmas extranjeras y nos recibieron amablemente, recuerdo lo
que hablé con un representante de la Bayer: él fue quien me aclaró el
procedimiento, sólo podían vender a través de CUBALSE, estaban atados
por ese "requisito", no tenían libertad para operar "por cuenta propia".

El proyecto de nuestra empresa sirvió para explicarle a muchos
visitantes porqué no funcionaba la alternativa del cuenta propismo, una
ilusión que poco a poco comenzó a languidecer hasta que desapareció casi
por completo.

La obtención de los insumos sigue siendo un gran escollo para cualquier
actividad privada en Cuba, este "detalle" facilita la coartada que la
policía necesita para detenerte cuando cambien las orientaciones.

El país debe andar muy mal cuando los que gobiernan se han decidido a
abrir otra vez esta pequeña válvula. A pesar de que nos han engañado
muchas veces, yo me alegro del regreso al cuenta propismo. El régimen
anuncia sin recato que prescindirá de millares de trabajadores y al
hacerlo renuncia a una parte importante del control sobre sus súbditos.
El régimen, otrora poderoso, se sabe cada vez más débil y por eso acepta
el pulso de esta mínima pero peligrosa liberalización.

Esta vez dicen que venderán libremente los insumos, que los cuenta
propistas podrán operar en varias provincias, que podrán arrendar
locales. Desde Miami, la ciudad que algunos se empeñan en caricaturizar,
llegará la solidaridad de la familia y los amigos.

Aunque otras veces les ha salido bien la jugada de abrir para después
cerrar, yo me inclino a pensar que en esta ocasión la gente no se dejará
arrebatar fácilmente lo suyo, los cubanos de hoy saben que las pequeñas
posesiones y espacios que alcancen serán cuestión de vida o muerte y
tengo la idea de que se dejarán matar antes de perder aquellas cosas que
significan su supervivencia. Cada vez hay menos lugares a donde huir y
muchos de ellos saben que su vida no tiene otra opción para realizarse
que el lugar donde les tocó nacer.

Los que gobiernan en Cuba no son amantes de las libertades, pero no se
puede navegar contra la naturaleza humana indefinidamente; tendrán que
liberar la actividad económica de un modo más amplio y los cuenta
propistas podrán comprar libremente las cosas que necesitan. Si repiten
el ejercicio de abrir un poco para volver a cerrar, si persisten en la
estrategia del cinismo, no les quedará otra opción que enfrentar a estos
hombres y mujeres en en las calles; esta vez, tendrán que matarlos a
todos, ellos son los que ya no tienen nada que perder, ni lugar a donde
huir; son los que han aprendido a vivir por cuenta propia, los que
sellarán, de una vez y por todas, el final de ese triste régimen.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29889

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