Un Papa bastante pancho
ROGELIO FABIO HURTADO | La Habana | 23 Sep 2015 - 10:37 am.
Es bueno para los cubanos que la Iglesia pueda restaurar el dominio
espiritual arruinado por el estalinismo.
El Santo Padre recorrió Cuba a sus anchas. Fue la tercera visita
apostólica en menos de 20 años. De 1997, cuando Juan Pablo II nos visitó
como "mensajero de la esperanza", algunas cosas han cambiado.
Entonces recuerdo la presencia en la Plaza Cívica de gran número de
brigadistas de respuesta rápida dirigidos por oficiales de la DSE,
quienes en coordinación con la Cruz Roja estuvieron allí listos para
desmayar a la fuerzaa cualquiera que corease algún lema o mostrase un
cartel desagradable para el Gobierno. Podía reconocérseles porque
vestían pulóveres blancos y, por supuesto, no rezaban ni daban las
respuestas habituales de los feligreses durante el Oficio. Aún así, hubo
coros de "libertad, libertad",algunas pancartas y, por supuesto, también
gente desmayada, retirada a la carrera por los camilleros de la
eficiente Cruz Roja. Esta vez se echó de menos aquel retador lema que
proclamaba: Cuba católica siempre fue.
Esta vez no pude estar presente, pero no debe haber ocurrido nada igual.
Franciscoha sido recibido como a un aliado, y merecido movilizaciones y
una cobertura muchísimo más abarcadora que la dedicada al camarada
Leonid Brezhnev en 1974.
Al igual que sus antecesores, no ha dispuesto de un momento libre para
recibir a nadie incómodo para el Sr. General Presidente. En el momento
en que escribo, acabo de enterarme de que las atentas autoridades se
vieron obligadas a impedir la participación de ciertas personas
indisciplinadas, mediante una de sus habituales recogidas.
Sin embargo, no es a estos detalles tácticos a los que deseo referirme.
Durante su participación en el Encuentro con los jóvenes, Su Santidad,
motivada por la intervención de un joven habanero, abundó acerca de la
necesidad del diálogo con quienes no piensan igual y la necesidad de
salir de los conventillos religiosos o políticos para abrirnos al
fecundo encuentro con nuestros prójimos.
¿Escuchará este mensaje su amigo el General Presidente o persistirá en
pasarlo por alto?
Los conductores de la Televisión Nacional, incluso el Padre Rolando,
quien les brindó valiosa asesoría, insistieron en dividirnos en
creyentes y no creyentes, a contramano del unitario hijos de Dios,
empleado preferentemente por Bergoglio.
En sentido general, la victoria táctica inmediata, como en el trato
político con Obama, hay que concedérsela a Raúl Castro. Sin embargo, a
más largo plazo, es muy bueno para la Iglesia y también para el pueblo
de Cuba, que la Iglesia pueda hacerse cargo de restaurar el dominio
espiritual, arruinado por el tosco estalinismo que hemos padecido.
Por lo demás, el Papa Francisco me pareció un jesuita muy inteligente,
atento y comunicativo. Como dice el título: Un Papa bastante pancho.
Le toca jugar al compañero Raúl.
Source: Un Papa bastante pancho | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1442997440_17096.html
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