Friday, September 18, 2015

Los jornaleros ilegales cubanos en Miami

Los jornaleros ilegales cubanos en Miami
Trabajan en Estados Unidos pero viven en Cuba
jueves, septiembre 17, 2015 | José Hugo Fernández

MIAMI, Estados Unidos – Hay quienes están disgustados porque algunos
cubanos se aprovechan de sus visas turísticas de cinco años para ir a
Estados Unidos a trabajar "por la izquierda", en ciclos periódicos,
durante uno o varios meses. Es otra de las variantes de "escape" puestas
en práctica por la gente de a pie en la Isla. Y es algo ilegal, claro,
tanto como lo son casi todas las variantes que practicamos hoy en
nuestra contienda contra la miseria. Así que resulta indiscutible el
derecho de aquellos que la desaprueban.

Aunque no siempre el derecho legal, o el formal, resultan suficientes
para validar las razones de quien los ejerce. Sobre todo cuando tales
razones, por más racionales que se muestren, contrarían el derecho
natural de las personas a luchar por la vida.

Más razonablemente que nuestros paisanos que largan el pellejo
trabajando en Miami para engordar a cierta especie de parásitos en Cuba,
actúan sin duda los que le pagan un pasaje de avión a familiares para
que vayan a sudar la frente, y comprueben de paso el sacrificio que les
cuesta a muchos de ellos enviar remesas a la Isla. En cambio, los que
impugnan esa práctica mediante la consideración de que la gente que va a
Miami a trabajar "por la izquierda" les está restando posibilidades
laborales a los que viven allí legalmente, hacen gala de un egoísmo que
sería comprensible si no fuera tan simplón, y, lo que es peor,
injustificado, pues está por ver hasta qué punto sufre depresión para
los miamenses el único mercado laboral al que pueden acudir esos
menesterosos luchadores de la Isla, o sea, el que ofrece empleos para
fregar platos, lavar ropa, limpiar casas, dar brillo a los cristales,
chapear jardines, o cuidar a enfermos y ancianos, entre otros de ese nivel.

Luego de que, a fuerza de perderlo todo, hemos perdido hasta el sentido
común, los cubanos nos acostumbramos a ver como normal lo que es
anómalo. Pero no sólo eso. También vemos a veces como anómalo lo que es
natural y corriente. Es lo que parece estar sucediendo en este caso. O
al menos es lo que uno interpreta ante las quejas de ciertos exiliados
–pocos, por suerte– que manifiestan su preocupación ante el hecho de que
los luchadores de marras ganen unos cuantos dólares en Miami para ir a
gastarlos en Cuba, donde, indiscutiblemente, todo ese dinero va a parar
a manos del régimen totalitario; pero no sin haber servido para llenarle
la barriga a cinco o seis hambrientos y para sustituir malamente algunos
de los harapos con que se visten. Además, creo que sobraría aclarar que
nuestra dictadura, que se ha pasado medio siglo ordeñando todas las
riquezas de la Isla, no va a ser más ni menos millonaria con los cuatro
pesos que pueda aportarle o no esta pobre gente.

Otra queja, bien fundada en razones legales, pero desprovista quizá de
las lógicas razones de la barriga o del sentido común, refiere cuánto
les preocupa a ciertos cubanos de la otra orilla que, al trabajar allá
por la zurda, sus compatriotas de la Isla incurran en el delito de
evasión de impuestos al erario estadounidense. Tal vez les parezca una
pérdida escandalosa e irreparable que el país más rico del mundo deje de
cobrarle unos poquísimos dólares de impuesto a cuatro menesterosos.

Y otra queja más da cuenta de su preocupación porque algunos de esos
menesterosos sean simpatizantes de la dictadura o incluso militantes del
partido comunista, a pesar de la muy demoledora prueba contra el
comunismo contenida en la circunstancia de que un comunista cubano se
vea en la necesidad de abandonar su paraíso en la tierra por unos meses
para asegurarle los frijoles de todo el año a su familia yendo a limpiar
cristales ilegalmente a las entrañas del monstruo capitalista.

En fin, ya lo dejó dicho aquel sabio, dos de los excesos más frecuentes
entre los seres humanos son: a) excluir la razón de sus actos; b) no
actuar más que llevado por la razón. Es algo que ocurre quizá porque,
como bien puntualizara otro sabio, nada sobre la tierra ha sido mejor
repartido que la razón, pues todos estamos seguros de poseerla por
entero. Sin embargo, en casos como el de quienes repudian esta nueva
variante de lucha por la zurda que practica ahora nuestra gente, yo
asumo la sentencia de un tercer sabio: prefiero darles la razón a priori
antes que aburrirme escuchando o leyendo sus argumentos.

Nota de la redacción: El periodista independiente José Hugo Fernández
reside en Cuba y se encuentra de visita en Estados Unidos

Source: Los jornaleros ilegales cubanos en Miami | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/los-jornaleros-ilegales-de-cuba-en-miami/

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