Thursday, October 8, 2015

Los pioneros se jubilan

Los pioneros se jubilan
YOANI SÁNCHEZ, La Habana | Octubre 08, 2015

La ceremonia es solemne. El himno nacional retumba en los altavoces y un
adulto de cara grave anuda alrededor del cuello del escolar la pañoleta
azul. Poco ha cambiado desde mi infancia, cuando aquella iniciación nos
convertía en miembros de la más joven organización de masas de Cuba. Un
trozo de tela y una consigna cierran aún el compromiso "Pioneros por el
comunismo ¡Seremos como el Che!".

Por estos días los precursores de la Unión de Pioneros de Cuba,
renombrada como Organización de Pioneros José Martí (OPJM) en 1977,
solicitan su jubilación laboral en los centros de trabajo. No tienen ya
ese brillo de esperanza que se veía en sus ojos antaño, ni siquiera
escuchan hablar del "comunismo", un concepto que el propio partido en el
poder ha olvidado mencionar en los lineamientos de su último congreso.

Por otra parte, Ernesto Guevara, en quien se inspirara el lema pioneril
que hoy celebra su 47 aniversario, ha pasado a ser el rostro de las
camisetas, los cuadros y los ceniceros que se venden a turistas. En
medio de un escenario político donde el Gobierno de Cuba sirve de
mediador para la paz entre las autoridades y la guerrilla colombianas,
su llamado a crear "dos, tres, muchos Vietnam" suena al consejo de un
loco con ansias de Apocalipsis y sueños de final.

Aquellos entusiastas que inauguraron la OPJM observan hoy con sorna el
saludo pioneril que obliga a unir los dedos de la mano derecha, "en
reclamo de la unión indisoluble de los pueblos de los cinco
continentes". El castrense gesto debe hacerse con el antebrazo formando
un ángulo de 90 grados para ratificar que "los intereses colectivos
están por encima de los personales". Eso, en estos tiempos de "sálvese
quien pueda" impulsados por las terapias de choque económico que ha
decretado el propio Gobierno.

En época de lavado de rostro, donde la televisión cubana transmite
homilías y discursos de funcionarios norteamericanos, sorprende que no
se haya eliminado esta organización de corte netamente ideológico que
engloba a los infantes cubanos. En medio de tantas prioridades de cada
día, los padres tampoco hemos demandado con suficiente fuerza que
nuestros hijos no sean tropa de un experimento político desde tan
temprana edad.

La OPJM lleva, además, décadas alejada de la realidad. Como en 1991,
cuando en medio del colapso económico del Período Especial, realizó su
primer Congreso Pioneril con el lema "Somos felices aquí". La gente aún
tuvo energías para burlarse de la frase y hay quienes aseguran que fue
pintada a lo largo del extenso muro exterior del Cementerio de Colón en
La Habana. De broma en desacierto, así iba y va el movimiento pioneril.

Sin embargo la burla no ha terminado. En la sala de un amigo de la
escuela primaria hay una foto deslucida del día de su iniciación
pioneril. Es en blanco y negro, aunque el tiempo le ha otorgado un tono
dorado que la vuelve más irreal y lejana. "Eso era de la época en que yo
no veía", ironiza el cuarentón.

Con sarcasmo alude al chiste popular de un niño que llega a la escuela y
le comunica a su maestra que la mascota de su casa ha parido diez
gaticos. Unos días después, la solícita profesora indaga sobre la salud
de la camada y recibe una inusual respuesta. "Cinco gaticos ya abrieron
los ojos y los otros siguen siendo comunistas", apunta con agudeza el
chiquillo. "Yo era así, no quería mirar lo que estaba delante de mi
nariz", explica a golpe de humor callejero mi colega de pupitre y
jugarretas. Ahora, tiene una mirada que lo escruta todo, que parece no
aceptar tácitamente nada.

Casi medio siglo después de creada la OPJM, los niños que comienzan
estudios en las escuelas cubanas siguen obligados a repetir su
anacrónica consigna. Las madres que los cobijaron en sus vientres
también la gritaron, y hasta algunos de sus abuelos hincharon las venas
del cuello, plenos de convicción de que el comunismo se les venía pronto
encima.

El trozo de tela que en la mañana de este 8 de octubre le anudan al
cuello a miles de niños cubanos sigue teniendo la forma de un triángulo
isósceles en el que sus vértices significan "estudiar, trabajar y luchar
por las conquistas de la Revolución". El ritual, que ha pasado a ser
rutina, mantiene intacta su carga de ideología y de imposición. Es el
gesto de los vencedores que marcan a los hijos de los vencidos, el
hierro candente que estampa el conquistador sobre las crías del conquistado.

Source: Los pioneros se jubilan -
http://www.14ymedio.com/opinion/pioneros-jubilan_0_1867013281.html

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