Tuesday, August 25, 2015

Una buena obra

Una buena obra
[24-08-2015 23:33:21]
Enrique Díaz Rodríguez

(www.miscelaneasdecuba.net).- La vejez es esa etapa de la vida en la que
desventuradamente las facultades físicas y mentales se ven disminuidas
por el inexorable paso del tiempo.
Todo ser viviente se enfrenta a la muerte. Ante esa realidad, el hombre
desarrolló la capacidad de cuidarse mutuamente.

No resulta para nada extraño que nuestros predecesores se agruparan para
velar por la seguridad, en especial la de los más indefensos.

La Francmasonería es una muestra viva de lo expresado.

Surgida en Europa a finales del siglo XVIII, tal institución es
reconocida por el arraigo fraternal que premia entre sus miembros,
quienes cultivan el desarrollo moral, intelectual y social del ser humano.

Tema de preocupación para los masones lo constituyen aquellas personas
que por su avanzada edad pudieran quedar desprotegidas.

No es una aseveración sin fundamento, por el contrario:

En Cuba, en calzada de Bejucal, kilometro 9, Arroyo Naranjo, se
encuentra el Asilo Nacional Masónico Llansó.

Pude constatar recientemente de cuantas comodidades y cuidados disfrutan
los ancianos que lo ocupan.

Desconozco mucho de la masonería, pero el hecho de escuchar tantos
elogios en favor de la labor que en el asilo realizan, mereció el
indagar para saciar mi curiosidad.

Para nada encontré longevos de alcurnia. Eran simples personas a quienes
la avanzada edad les había robado su tesoro más preciado, la juventud.

Ni ideología ni credo alguno pudo opacar la favorable impresión
experimentada, a pesar de que fueron muy pocas las preguntas contestadas.

Comidas aceptables. Baños preparados para facilitar el aseo del anciano
más imposibilitado. Una enfermería bastante bien equipada. Pulcros
cuartos con escaparates y cómodas camas, donado todo por el historiador
de la Habana, Eusebio Leal Spengler.

Solo risas y alguna que otra queja inducida por la senilidad me
distrajeron de la observación y la reflexión.

Gracias a la frase martiana que reza en la entrada "La fraternidad es
amor ", pude conocer que nuestro apóstol José Martí perteneció a la
Masonería.

Agotado el tiempo, se impuso el adiós para finalizar la visita de un
lugar con una obra digna de imitar por todos.

Al fin y al cabo, cuán favorable sería que todos los ancianos cubanos
gozaran de tal suerte.

Source: Una buena obra - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55db8da13a682e11505660c4#.VdxIrPaqqko

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