Un 26 de julio para sub-normales

Un 26 de julio para sub-normales
agosto 5, 2015 2:21 am·

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) El pasado 26 de julio, el
acto conmemorativo por los 62 años del intrépido y obtuso asalto al
Cuartel Moncada de Santiago de Cuba, se realizó, fuera de toda lógica, a
las 5:10 AM, cuando toda Cuba dormía.

No me detendré en la fanática y poco racional postura de las más de 10
000 personas que no durmieron esa noche para sentarse en las sillas
acomodadas (algunas eran más cómodas que otras) en el patio del otrora
cuartel, al lado de la burocracia gobernante. No me refiero a los que
saben vivir de la teta de la vaca -los históricos, los cinco espías,
Elián y otros vividores- sino a aquellos que viven en la más absoluta
miseria e ignorancia, esta última condición sine qua non para apoyar a
la dictadura.

Pregunté a mis más inteligentes amigos sobre las probables razones para
que tal acto se efectuara a tal hora de la madrugada. Las respuestas más
repetidas fueron las tres siguientes:
1-Al general presidente Raúl Castro el dermatólogo le advirtió que no
podía coger sol.
2-Como cada vez hay menos interés por esos actos políticos, es mejor
pasarlos para una hora que no molesten, hasta disolverlos definitivamente.
3-Había cosas muy importantes que resolver en La Habana, por lo que
había que terminar bien temprano para regresar en el avión ejecutivo y
tomar las decisiones pertinentes para salvar al socialismo próspero y
sustentable.

Hay que tener en cuenta que al General Presidente, a diferencia de su
hermano, le gusta que los actos sean temprano en la mañana. El Líder
Histórico prefería que los actos en que participaba se realizaran por la
noche, por ese reloj biológico que lo mantenía noctámbulo para luego
dormitar hasta pasada la hora en que mataron a Lola. De esa manera, a
las nueve de la noche, mientras el público estaba cansado de todo un día
de trabajo, él estaba fresco como una lechuga. El día famoso que los
medios internacionales dijeron que se había desmayado en El Cotorro,
durante una tribuna abierta, realmente se había quedado dormido.

Volviendo al acto del pasado 26 de julio, la hipótesis de que lo
planificaron para esa hora para disolverlo en el tiempo, tiene mucha
lógica, pues el General Presidente está desmantelando el fidelismo paso
a paso (no debe confundir la enorme fotografía que presidió el acto).

Esa madrugada, al menos en el malecón habanero, los noctámbulos
prestaban atención a la nueva pareja gay de la TV Cubana que se besaba
apasionadamente ante la cascada del Hotel Nacional, pasando por alto la
revista noticiosa que trasmitían Cubavisión y Telesur con todas las
incidencias del reality show de Santiago de Cuba.

De todas las hipótesis, la que menos encaja es que los líderes
comunistas quisieran terminar temprano para irse a trabajar.

Como se sabe, desde que Antonio Castro Soto del Valle, le enfant
terrible de la corte, fue vuelto a atrapar por las cámaras, esta vez en
balnearios de Turquía y Grecia, se desató una competencia entre los
príncipes del poder y sus familias por veranear en lugares exóticos.

Tal ola hizo presagiar al colega Osmar Laffita que el PIB será inferior
al 4,1% anunciado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular por el zar
de la economía, Marino Murillo Jorge.

Al no existir una respuesta racional a la selección de la hora del acto,
lo que parece más veraz es que el General Presidente, a sus 84 años,
padezca alguna enfermedad de la piel, lo que provocó que los médicos
sugirieran que no tomara el cálido sol de Santiago de Cuba.

Puede ser. Nadie dice que sea neurofibromatosis, pero algo tendrá…

Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es

Source: Un 26 de julio para sub-normales | Primavera Digital -
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