Monday, August 3, 2015

Resistir y vencer, lema que sigue vigente en Cuba

Resistir y vencer, lema que sigue vigente en Cuba
Domingo, Agosto 2, 2015 | Autor: Pedro Pablo Aguilera / Especial para El
País

La vida sigue igual. Así me dice un amigo cubano, que vive en La Habana.
"Socio, como decía el viejo Julio (Julio Iglesias), la vida sigue
igual...". Una amiga también radicada en la ciudad de Cienfuegos me
comentaba en estos días: "…sí, pero no, pero sí y a la vez es lo mismo
todo".

Lo cierto es que en la isla el alboroto por el restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos ha sido grande y da
para muchas miradas, lecturas y expectativas.

Cuando el 17 de diciembre pasado, día de San Lázaro (algo que tiene
significados mágico-religiosos en la cultura Yoruba), el presidente
estadounidense, Barack Obama, y el general-presidente de Cuba, Raúl
Castro, dieron a conocer el inicio del restablecimiento de relaciones
diplomáticas entre ambos países, pensé que definitivamente se cerraba
el ciclo de la Guerra Fría.

Algo que no es cierto cuando uno escucha el 20 de julio al canciller
cubano, Bruno Rodríguez, en Washington, al volver a izar la bandera de
la isla en la embajada nuestra en EE. UU. "Solo la eliminación del
bloqueo económico, comercial y financiero que tanto daño y privaciones
ocasiona a nuestro pueblo, la devolución del territorio ocupado en
Guantánamo y el respeto a la soberanía de Cuba darán sentido al hecho
histórico que estamos viviendo hoy", dijo.

Unos minutos más tarde, Rodríguez sostuvo que ratificaba la voluntad de
Cuba de avanzar hacia la normalización de las relaciones con los Estados
Unidos, con ánimo constructivo, pero "sin menoscabo alguno a nuestra
independencia, ni injerencia en asuntos que pertenecen a la exclusiva
soberanía de los cubanos".

Es un hecho histórico lo sucedido. Es muy positivo. Es lo esperado y lo
natural que suceda entre dos naciones, dos pueblos y gobiernos que
geográficamente son vecinos con vínculos naturales desde siempre, aunque
políticamente vean la realidad de forma diferente. Es civilizado, es
responsable y posible tener relaciones diplomáticas de mutuo beneficio
al margen de ideologías. Los ejemplos de esto sobran.

No diré, pues es poco serio, quién ganó o perdió en esta historia de
las negociaciones secretas de 18 meses.

La 'realpolitik' no es una ecuación simple; pero sin duda, ambos
gobiernos comprendieron que estaban perdiendo y ambos han entendido que
podrán… podrán ganar, según sus apuestas. En el medio, como siempre,
estaremos los sencillos mortales, los ciudadanos.

He conversado mucho con mis compatriotas residentes en Cuba y fuera de
ella; he conversado con cubanos que acaban de llegar de La Habana hace
apenas horas o días. He conversado con defensores y opositores del
Gobierno, pero todos, absolutamente todos amigos, y eso para los
cubanos es causal de plenitud de confianza en la palabra, la opinión dada.

Salvo un solo caso aislado, todos los cubanos que contacté están
satisfechos de que se restablezcan las relaciones entre ambos países,
gobiernos.

Todos tienen muchas expectativas pues más allá de banderas izadas,
promesas y discursos (en los que no creemos ninguno sin excepción),
deben mejorar los procesos migratorios, los viajes familiares, el
intercambio académico y cultural, el turismo y debe producirse una
dinamización de las relaciones económicas en todos los campos.

Eso (restablecimiento de relaciones) de cualquier forma deberá mejorar
las condiciones de vida de los cubanos, pero también acentuará las
diferencias sociales entre los que estén más cerca o más lejos del flujo
de los dólares.

"Esto va a mejorar, ¿regresarás?". "¿Vas a comprar tu casa ahora y
regresarás?". "Con el turismo gringo esto se arregla". "Unos saldrán
bien de esto, otros se hundirán definitivamente". "Habrá posibilidades
de contratación de científicos, de proyectos de investigación, de
contratos para los que estén al día con este mundo". "Esto ya no hay
quién lo pare, lo único que queda de socialismo es la propaganda, lo
otro es pura Coca-Cola". "El parque jurásico del socialismo está
cerrando y todos querrán ver o llevarse como en Berlín un pedacito de
aquella historia".

Esas expresiones muestran la visión positiva de un sector de cubanos
sobre el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos.

Pero también una cara distinta y más pesimista se refleja aquí. "Los
que tu sabes se están repartiendo las empresas y colocando a sus hijos
para entregar el país. Así garantizan la continuidad de su buena vida".
"Aquí no pasa nada, todo sigue igual". "Relajate y goza, lo bueno que
tiene esto es lo malo que se esta poniendo". "Coquito con mermelada, el
que tenga dónde agarrarse, que lo haga, pues esto está como lo que el
viento se llevó". "Mira, aquí lo que hay es que irse, irse antes que
esto se hunda". "Lo que no saben muchos es que esta fiesta se acabó y el
bla, bla, bla se lo tragan los que no viven aquí". "Este país está
vendido pero no sabemos a quién, si a los gringos a los españoles o a
los chinos, pero está vendido por pedacitos".

Y los que sienten que nada cambia me dan estos mensajes. "Dile a
tus estudiantes y amigos que no importa que tengamos embajadas o
relaciones diplomáticas, aquí no hay libertad de expresión, no hay
libertad de tener otros partidos políticos, ni prensa plural o
televisión con miradas diferentes, el que diga ji, lo joden". "Pedrito,
mi socio, todo es pura escenografía, pero la vida sigue igual, hay que
esperar, pero cada día tiene sus afanes y La Habana sigue bella y
destruida, pocos quedamos, esta es la suerte, quedamos para contar esta
locura". "Lo único que falta es un cartel que diga ¡Bienvenido compañero
Obama!".

Esas son solo algunas de las frases que me han escrito estos días. Me
reservo sus nombres, pues algunos me han pedido reserva y otros que no,
le doy el trato de anonimato, pues no hacen falta problemas para ellos
(ellas). Cuba sigue siendo una sorpresa.

Yo pienso ir a La Habana, lo haré pues la nostalgia me acecha cada día.
Sé que Cuba transitará en este tiempo del posbloqueo a una lenta pero
creciente inserción en el mundo real; o lo que es igual, en el mundo
globalizado, capitalista con las contradicciones, polaridades,
exclusiones y consumo. Cuba, por más que trate, ni puede y tampoco
quiere seguir siendo un quejumbroso monasterio lleno de consignas vacías.

Para mí, Cuba transitará a un modelo chino, al fin y al cabo está 'el
chino', pero con la diferencia de una economía y finanzas en quiebra,
con una sociedad que mayoritariamente no sabe para dónde van. Otros sí
sabemos y comprendemos que ahora sí es verdad esa consigna: Resistir y
vencer.

A propósito

El embargo contra Cuba, vigente desde 1962, debe acabar "de una vez por
todas", afirmó el pasado viernes la precandidata demócrata a la Casa
Blanca y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, en Miami, bastión de
la comunidad cubana en Estados Unidos.

"El embargo a Cuba debe terminar de una vez por todas. Debemos
reemplazarlo con un enfoque inteligente que brinde poder al sector
privado y la sociedad civil en Cuba y a la comunidad
cubano-estadounidense para fomentar el progreso y presionar al régimen",
dijo Clinton en un discurso de su campaña electoral.

Datos del autor del artículo
Pedro Pablo Aguilera González.
Nació en La Habana, Cuba, y vive en Cali desde hace varios años.
Estudios: Historia de la Filosofía en la Universidad de La Habana y
tiene varias especializaciones.
Se desempeña como director del Departamento de Humanidades y Artes de
la Universidad Santiago de Cali y del Observatorio de Medios de la
misma universidad.

Source: Resistir y vencer, lema que sigue vigente en Cuba | El País -
Noticias de Cali, Valle y Colombia -
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