Monday, August 17, 2015

Notas al margen de la visita de Kerry a Cuba

Notas al margen de la visita de Kerry a Cuba
Nadie escribió en la prensa oficial del pensamiento y la acción política
del demócrata de izquierda John Kerry
PEDRO CAMPOS, La Habana | Agosto 17, 2015

Este viernes, como casi todos los cubanos, estuve atento a lo que salió
por la TV estatal en relación con la visita del Secretario de Estado
John Kerry y la reapertura de la embajada de EE UU en La Habana.

Además del carácter respetuoso y constructivo de las palabras de Kerry,
llamaron mi atención la falta de información sobre sus antecedentes
políticos y los enfoques diferentes sobre lo expresado por el Secretario
de Estado en distintos comentaristas oficialistas.

Tradicionalmente, cuando en Cuba se recibe a una personalidad
extranjera, se divulgan reseñas de sus biografías y de sus antecedentes
políticos y públicos. Pero nadie recordó en la prensa oficial que Kerry,
luego de haber participado con honores en la guerra de Vietnam fue líder
de los veteranos que lucharon por el cese de la intervención y el
regreso de los marines.

No vi en ningún lado que Kerry es un prominente político del ala
izquierda del Partido Demócrata que ganó cuatro elecciones senatoriales
y que se ha enfrentado muchas veces a las políticas conservadoras en el
Senado. Tampoco nadie expresó que Kerry, contendiente demócrata por la
Presidencia en el 2004, perdió unas cerradas elecciones frente al
incumbent George W. Bush, gracias a los votos conservadores cubanos en
la Florida.

Por cierto, no pude dejar de relacionar la imagen de Kerry frente al
mástil donde era izada la bandera de EE UU con aquella derrota que le
propinaron los conservadores de la Florida con los cubanoamericanos al
frente, los principales opositores hoy a la nueva política cubana de Obama.

Posiblemente, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre EE UU
y Cuba constituye el golpe político más contundente propinado a los
conservadores cubanoamericanos en toda su historia por un Gobierno de
ese país y Kerry está siendo uno de sus principales protagonistas.

Estos datos hubieran sido suficientes para que el pueblo cubano
entendiera que no estaba recibiendo a un político cualquiera, a un
representante más del ¨imperialismo¨, sino a una figura de la izquierda
del sistema político norteamericano partidario de políticas sociales y
medidas políticas y negociadoras, antes que guerreristas.

El gesto de Kerry de pasear a pie, con un bastón, todavía convaleciente
de un accidente de ciclismo, por la Habana Vieja en manga de camisa, es
algo que los cubanos debemos aquilatar en toda su medida. Se trata de un
individuo que quiso mostrar sus sentimientos positivos hacia el pueblo
de Cuba directamente, más allá de sus reuniones cerradas con gobernantes
u opositores.

Por otra parte, si Kerry dijo que nada había que temer en el desarrollo
de estas relaciones, los comentaristas neoestalinistas de la TV trataban
de infundir terror en el auditorio. Algunos, sugerían que las palabras
del Secretario de Estado eran demostrativas de que EE UU, aunque había
cambiado su política, seguía con su estrategia de destruir la "Revolución".

Y se apoyaban, nada más y nada menos, que en las referencias de Kerry a
los derechos humanos y al hecho de que el pueblo sería mejor servido en
una democracia ¨genuina¨ donde la gente pueda elegir a los gobernantes,
como si no estuviera suficientemente claro todavía que en Cuba hay una
violación sistemática de los derechos políticos, civiles y económicos de
los ciudadanos y que ningún gobernante es electo por el voto directo y
secreto de la población desde 1948.

Para algunos comentaristas que siguen viviendo en el pasado y se
horrorizan ante el futuro, tales declaraciones implicaban la
continuación de la estrategia destructiva del imperialismo. Por eso
mismo tildan de agente del imperialismo a todo aquel que diga
sacrosantas verdades sobre la triste situación de los derechos humanos
en Cuba y la falta de democracia en el sistema político.

En cambio, en la Mesa Redonda ofrecida en la TV cubana ya en horas de la
tarde noche, otros dos comentaristas conocedores de EE UU y sus
políticas, como Jesús Arbolella y Reinaldo Taladrid, al valorar las
expresiones de Kerry, muy atinadamente reseñaban cómo se hacían los
discursos de los estadistas norteamericanos, donde trataban de tener en
cuenta todos los intereses de los sectores hacia los cuales iban
dirigidos. Y, muy especialmente, acotaban que no era adecuado escoger
frases aisladas de sus discursos, para sacar conclusiones generales
sobre las políticas del Gobierno al que representaba Kerry.

Esos análisis, con posiciones más claras y objetivas, contrastaban con
las continuas expresiones que habíamos estado oyendo todo el día en boca
de otros comentaristas sobre las malas intenciones de la Administración
Obama.

No sé si lo dijeron pensando en esos otros comentaristas cuyos nombres
no escribo, pues no se trata de señalar negativamente a nadie, pero para
mí estaba claro que estaban tratando de ofrecer un poco de luz en medio
de tanta desinformación turbia echada al torrente informativo y
proveniente del oficialista discurso maniqueo tradicional del
neoestalinismo.

Los que se la pasan imaginándose lo que otros quieren, olvidando que hay
una acción concreta política, parecen desconocer que existe una estrecha
relación de identidad entre fines y medios, entre táctica y estrategia,
entre la política y sus objetivos, y que fines destructivos necesitan de
medios similares. Cuando alguien habla de acercamiento, diálogo,
cooperación y buena vecindad, presuponer objetivos destructivos es
típico de mentes maquiavélicas que, a falta de enemigos, necesitan
inventarlos para continuar justificando aviesos propósitos.

Sería mucho pedir que desaparezca de la prensa oficial el pensamiento
burocrático-conservador que quiere encontrar siempre enemigos en todas
partes, en el que ahora quiere ser vecino y no adversario, en el
pensamiento opositor y en el diferente.

Personas que supuestamente quieren destruir un socialismo que nunca
existió, cambiar un sistema democrático que nunca lo ha sido e
imponernos el respeto a los derechos políticos y civiles del pueblo
cubano que hace medio siglo son irrespetados. Pero, al menos, sería
conveniente que pongan más a menudo a comentaristas que pueden ofrecer
una visión más deslindada de la palabrería empobrecedora del neoestalinismo.

Especialmente a la Mesa Redonda, que una vez expulsó al especialista
sobre EEUU Esteban Morales por escribir sobre la corrupción oficial, y
otros programas que pretenden ser más analíticos que promotores de una
visión parcializada, bien pudieran acudir más a menudo a verdaderos
especialistas y usar menos a los dedicados a la propaganda política y de
esa forma, tal vez, mejorar sus programas y audiencias.

Source: Notas al margen de la visita de Kerry a Cuba -
http://www.14ymedio.com/opinion/Notas-margen-visita-Kerry-Cuba_0_1835816406.html

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