Tuesday, August 18, 2015

Llover sobre sequía

Llover sobre sequía
Como otros años, la prensa oficialista no hace más que cacarear sobre la
intensa sequía que azota al país
martes, agosto 18, 2015 | Gladys Linares

LA HABANA, Cuba – Como otros años, la prensa oficialista no hace más que
cacarear sobre la intensa sequía que azota al país. Inés María Chapman
Waught, miembro del Comité Central del Partido y presidenta del
Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) calificó de "difícil"
y "complicada" la situación que confronta el país a causa de la sequía.

La presidenta del INRH señaló como territorios más afectados a Granma,
Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, La Habana y Pinar del Río. Como en
otros años, repitió la misma seguidilla: "Hay que distribuir mejor el
agua", "rehabilitar las redes hidráulicas", "suprimir los salideros de
instituciones y viviendas" así como "promover una cultura del ahorro".
(Periódico Granma, 6 de agosto de 2015)

Cuando en el año 2011 la grave situación del abasto de agua en La Habana
–catalogada por las autoridades como la más crítica del último medio
siglo– afectó a 1 085 000 personas, el ingeniero Jorge Calaf, vice
delegado provincial de Desarrollo e Inversiones del INRH, anunció un
programa de inversiones con un presupuesto millonario para mejorar el
suministro en la capital.

Afirmaba el funcionario (Granma, 12 de abril de 2011) que el programa
incluía 14 obras, además priorizaba la rehabilitación de la
infraestructura hidráulica, así como la construcción de conductoras para
llevar las reservas de agua hacia los lugares más críticos y crear
condiciones para enfrentar los períodos de sequía.

Después de leer las declaraciones de la presidenta del INRH, donde
señala a La Habana dentro de las provincias afectadas, cabe preguntarse
adónde fueron a parar los millones destinados para aquella inversión. Es
inconcebible escuchar la pasmosa tranquilidad con que estos dirigentes
hablan de eliminar los salideros en el sector residencial. Pero no
buscan soluciones a sus causas fundamentales, entre ellas la escasez, la
mala calidad y los altos precios de los herrajes sanitarios, que obligan
a muchas familias a escoger entre tratar de eliminar los salideros o comer.

Si bien es cierto que el Ministerio del Comercio Interior (MINCIN)
rebajó los precios a varios artículos de plomería, estos aún no están a
la altura del bolsillo. Además, en la propaganda se reconoce que no ha
mejorado su calidad, y aún es casi imposible encontrarlos en los
Mercados Artesanales Industriales (MAI) o en las tiendas de materiales
de construcción.

Sin embargo, los cuentapropistas tienen casi todos estos artículos,
aunque no contemplan las nuevas rebajas ni poseen mejor calidad. Por
otra parte, los plomeros recomiendan comprarlos en divisas, aunque
reconocen que la diferencia de calidad es poca. Por eso son pocas las
casas que no tienen roturas en las redes hidráulicas, como también pocos
quienes optan por no arreglarlas porque a la larga los gastos demuestran
ser inútiles.

Así opina María, una vecina que hace poco se decidió a eliminar un viejo
salidero que ya pasaba de goteo. Refiere que le compró la llave a un
cuentapropista. Le costó 190 pesos –alrededor de ocho dólares–; tan cara
que no dudó de su calidad. Pero a los pocos días de instalada, la
mariposa, que era de calamina, se partió. Una semana después tuvo que
llamar al plomero para cambiar la zapatilla. Y antes de un mes, la llave
se fue de rosca y ya no cerró más.

El oficialismo soslaya reiteradamente el problema de los salideros que
sí afectan de lleno la calidad del servicio. En barrios como Lawton
basta con asomarse a la acera para saber si es "día de agua" –como se
les llama a las tres o cuatro horas de cada 48 que dura el suministro–,
pues en cada calle aparecen ríos acusadores que lo demuestran.

Como parte del proceso de implementación de los "Lineamientos de la
política económica y social del Partido y la Revolución" referentes al
sector, se creó un "Programa de Política Nacional de Agua" (sic), pues
el panorama de los recursos hidrológicos en el país es desolador. Las
obsoletas redes están destruidas, además de contaminadas con las aguas
negras por la destrucción también del alcantarillado.

Y lo peor, que para llevar a cabo un programa de rehabilitación son
necesarias grandes inversiones, y en ese sentido el gobierno cubano
tiene dudosa capacidad, y ninguna intención.

Source: Llover sobre sequía | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/llover-sobre-sequia/

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