Tuesday, August 18, 2015

Dependencia o Autosuficiencia

Dependencia o Autosuficiencia
[18-08-2015 01:02:27]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor

(www.miscelaneasdecuba.net).- El error más grave en que puede incurrir
una fuerza política y/o militar, es cimentar su estrategia y el logro de
sus fines, en la ayuda de un factor que no sea parte esencial del conflicto.
Esta situación se hace más compleja cuando la ayuda proviene de una
nación que está regida por leyes y la opinión pública, como es el caso
de Estados Unidos.

El Ejecutivo puede simpatizar con su "cliente" pero no puede faltar a
las pautas por las que tiene que regirse. Situación similar enfrentan
los congresistas.

Mientras los intereses de ambos coincidan, el usufructuario de la ayuda
no confrontará problemas, pero en la medida que los intereses de las
partes comiencen a chocar se producirá un congelamiento que puede
concluir en un encuentro frontal entre los antiguos asociados.

Un ejemplo de estas situaciones fue el inequívoco apoyo de Fidel Castro
a las guerrillas del Frente Nacional Eritreo, Etiopía, para luego
abandonarla y perseguirla, cuando el extinto Menguistu Marián asumió el
control del estado etíope.

Algo similar ocurrió con Somalia. El dictador Siad Barre, era cliente de
Moscú y La Habana, pero cuando Etiopía se convirtió en pieza del juego
soviético abandonaron a Somalia en su guerra con Etiopía, dándose la
paradoja que los soldados etíopes con armas made in USA, eran asesorados
por especialistas soviéticos y cubanos, mientras los somalíes combatían
con armas fabricadas en la URSS.

La dependencia es un gran lastre para cualquier proyecto, máxime si es
político. Mientras no haya autosuficiencia, el cofrade no dejara de ser
la sucursal de una casa matriz que toma las decisiones fundamentales,
restándole solo el rol de brazo ejecutor.

La dependencia le transformará en un instrumento más en la política
general de la "potencia" que le asiste, porque ningún estado hace
dejación de sus intereses para favorecer las necesidades de un aliado
por vitales que estas sean para su asociado.

Patéticos ejemplos entre muchos, son las relaciones de Estados Unidos de
América con la República de Viet Nam del Sur y la de la desaparecida
Unión Soviética con Afganistán.

A través de la historia son múltiples los casos oficiales u oficiosos de
apoyo prestado por gobiernos extranjeros a las fuerzas de la oposición
de un gobierno enemigo o adversario.

El respaldo de Cuba, Venezuela, Estados Unidos y Costa Rica al Frente
Sandinista para derrocar a Somoza. El de los nazi-fascistas a las
fuerzas franquistas contra el gobierno republicano español y el respaldo
chino-soviético a las fuerzas insurgentes de Laos, Camboya y Viet Nam
del Sur, a través de Viet Nam del Norte.

Estos casos demuestran que recibir subsidios puede ser efectivo
siempre y cuando los intereses comunes de ambas partes no dejen de ser
coincidentes; situación que tiene cierta relación con el nivel de
autosuficiencia que logre el "beneficiario".

Es evidente también que cuando la organización y preparación, dentro o
fuera del país matriz, de un proyecto desestabilizador contra otro
estado adversa las necesidades o conveniencias

del "patrocinador" este interrumpirá sus vínculos con sus asociados sin
importar los perjuicios que la ruptura le acarree a su antiguo aliado.
Un ejemplo aleccionador podría ser el supuesto abandono de Fidel Castro
a Ernesto Guevara en Bolivia.

La evolución de las condiciones internas y externas del "padrino"
ejerce influencia determinante en la capacidad operativa de la facción o
gobierno, según el caso, pero también en sus posibilidades de
sobrevivencia. La subordinación establece una dependencia que de no
superarse, puede provocar el colapso de los proyectos del "ahijado".

Recordemos que Estados Unidos abandonó a los cubanos que desembarcaron
en Bahía de Cochinos en 1961. De nuevo los dejaron en la estacada
durante la operación Mongoose, por solo mencionar dos casos.

La nombrada "Contra" nicaragüense siempre fue sujeto de los vaivenes de
la política de Estados Unidos, lo que afectaba seriamente su capacidad
combativa.

La experiencia histórica determina que toda fuerza política o militar,
beligerante o no, debe procurar ser autosuficiente, o al menos poseer un
mínimo de recursos propios que obliguen a los eventuales aliados a no
retractarse de los compromisos contraídos, ya que de producirse una
ruptura, el socio abandonado estaría en capacidad de producir una
crisis que afectaría a fondo los intereses del antiguo protector.

Esto lo aplicaron los palestinos en Líbano, Jordania y Egipto, aunque en
honor a la verdad siempre fueron aplastados.

Una facción que disputa con una dictadura demanda mucha solidaridad
internacional, máxime si el régimen que confronta responde a un signo
ideológico, pero la probable asistencia económica y material de un
factor ajeno a la raíz del diferendo nunca debería generar dependencia.

La perspectiva de lucha debe ser auto sostenible. Basar las estrategias
en factores extranjeros es hipotecar el presente sin garantizar la
independencia y existencia del futuro.

Source: Dependencia o Autosuficiencia - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55d268033a682e0c70d38d66#.VdMVrbKqqko

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