Saturday, June 6, 2015

Una avenida para los entierros

Una avenida para los entierros
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 5 Jun 2015 - 9:55 am.

La Avenida de la Patria, en Santiago de Cuba, es el último ejemplo de la
megalomanía castrista.

Comienza junio, Santiago bulle entre construcciones y la creciente
tensión por la carencia de agua. El Gobierno se empeña en terminar todos
sus retos antes de la celebración del medio milenio de la ciudad, aunque
es evidente para la mayoría, como siempre, que serán obras a medio
acabar. La Avenida de la Patria, la reconstrucción de la Catedral y el
hotel Imperial, son las obras que mayores recursos llevan, pero la
primera es la que más preocupa.

Esta pomposa obra conlleva evidentes cambios en la geografía
arquitectónica de la ciudad. Es la avenida que conectará la Plaza de la
Revolución Antonio Maceo con el cementerio Santa Ifigenia.
Evidentemente, esta conexión hace pensar en los velatorios de altos
representantes del Gobierno y su peregrinación al camposanto. A su paso,
se van eliminando o arreglando las casas en mal estado.

Barrios pobres como La Playita y parte de San Pedrito se transforman
para dar paso a edificios de apartamentos monótonos, pero más decorosos
para vivir. Sin embargo, la concesión de estos apartamentos ha creado
una serie de expectativas entre los vecinos, creando conflictos entre la
ciudadanía: ¿qué cantidad de apartamentos se entregan por casas?,
¿cuáles partes serán derribadas de los barrios? , ¿cómo quedan los
damnificados por el huracán?

Ello ocurre porque estas edificaciones comenzaron a construirse mucho
antes del paso del ciclón Sandy y su objetivo primordial era la
paulatina transformación de San Pedrito, pero esto fue cambiando. Las
destrucciones del huracán priorizaron la entrega de casas a los
damnificados, incluso llegaron brigadas de solidaridad de Venezuela y
Ecuador que construyeron viviendas para este fin. Finalmente, hoy se les
entrega a los que están siendo mudados de los márgenes de la Avenida de
la Patria.

Las incongruencias son muchas, algunas casas de la Avenida Crombet (su
nombre anterior), ya habían sido remodeladas o construidas nuevas. Llegó
hacerse hasta una heladería, y todo ha sido derribado ante el nuevo
bandazo. Los vecinos están recelosos, pues no saben si sus viviendas
entrarán en este nuevo plan. Ahora no importa el mal estado constructivo
de una casa, solo se valora su derribo si es necesario para la
construcción de la avenida.

Algunos vecinos que, tras años de esfuerzo, habían logrado edificar sus
casas con techo de placa, hoy se ven obligados a mudarse perdiendo su
propiedad, pues no se traspasan estos derechos y la nueva casa hay que
volver a pagarla. Y aunque para la mayor parte representa una mejoría
con respecto a sus anteriores viviendas, lo cierto es que les deja un
sabor agridulce. Con la premura por desalojar la avenida, los últimos
edificios se entregan en bruto, con pisos de cemento y sin los enchapes
de cocinas y baños.

El viejo Pancho es uno de estos vecinos. Vive en una perpetua
incertidumbre. Su casa se está cayendo, en su poder está la
certificación de los especialistas de Vivienda que la declaran un lugar
inhabitable con peligro para la vida de los habitantes. Obtuvo esa
revisión hace dos meses, a raíz de una carta que le envió al Primer
Secretario del Partido en la provincia. Sus servicios a la revolución y
ser miembro de la Asociación de Combatientes le han servido para vivir
como un indigente.

Su cuarto consiste en un espacio de 4x4 metros, con paredes de ladrillo
y techo de tejas de zinc. Pero las paredes se mueven, no están
apuntaladas con columnas ni cimientos y, solo de tocarlas, la habitación
se estremece. Las esperanzas de que le den un apartamento nuevo se
evaporan con los días. Él no tiene la suerte de que su cuarto se vea
desde la Avenida de la Patria. A sus 78 años no le quedan fuerzas, ni su
pensión es suficiente para meterse en líos constructivos por cuenta propia.

Como este, hay muchos otros casos en estos barrios, donde el 90% de las
casas está en mal estado y las calles, que una vez fueron pavimentadas,
hoy son terraplenes. San Pedrito es conocido en la ciudad por su alto
grado de marginalidad y su conga. El barrio ahora es maquillado
alrededor de la Avenida, los ilustres visitantes que vayan al cementerio
no podrán ver la miseria que se concentra en su interior.

Mientras el 50% de los damnificados del ciclón espera por materiales
para reconstruir sus viviendas, los recursos de la ciudad están
dirigidos por ahora a mejorar una infraestructura vial en función de los
intereses políticos. La Avenida de la Patria es otro ejemplo de la
megalomanía castrista.

Source: Una avenida para los entierros | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1433446485_14986.html

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