Sunday, June 7, 2015

Rihanna en Cuba, ¿quién le sigue?

Rihanna en Cuba, ¿quién le sigue?
Vino a disfrutar en los oasis capitalistas que el partido único tiene
reservado para los visitantes ilustres. Seguramente que se fue con la
idea de un pueblo alegre y jovial, y de que el socialismo no es tan malo
como lo pintan
jueves, junio 4, 2015 | Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba. – La popular cantante estadounidense Rihanna, nacida en
Barbados y que hace unos días escogió como destino turístico a la Isla
de Cuba, trajo en su equipaje un retazo de cortina de humo que refuerza
la invisibilidad de los fraudes y tropelías de la élite de poder.

Con su aporte, los dramas existenciales que afectan a más del 90 por
ciento de la sociedad y cuyos fundamentos se encuentran en las políticas
excluyentes del régimen, se hunden aún más en la escala del olvido.

Ella no se enteró lo que sucede más allá de los restaurantes
particulares donde estuvo con su comitiva. Su misión consistía, según
los partes de prensa, en buscar locaciones para un reportaje con sesión
de fotos incluidas para la revista Vanity Fair. De paso, también
aprovechó para ver de lejos a algunos de los habitantes del parque
jurásico tropical que se construyó con las herramientas del socialismo y
mano de obra barata.

La diva del rhythm and blues es parte del desfile de estrellas que
descubrieron a Cuba el 17 de diciembre de 2014 en las planas de la gran
prensa.

Por obra y gracia de la curiosidad aterrizaron en la Habana, Paris
Hilton, Naomi Campbell, Beyoncé y Jay Z. A esta lista de estrellas ahora
se le suma la cantante, actriz y modelo caribeña, que vive en los
Estados Unidos desde los 16 años. Todos ellos legitimando un
acercamiento entre los dos países que avanza a duras penas.

Su presencia en la capital de la Isla contribuye a la erosión del
discurso crítico que opositores y activistas de la sociedad civil
independiente despliegan sin medias tintas a pesar de los peligros.

Cada sonrisa, cada elogio son espaldarazos para los artífices del
racionamiento y la entrega a domicilio del terror sin retrasos y en
papel de regalo. Elogian a una Habana que solo pueden disfrutar los
turistas extranjeros, los gerentes del poder absoluto y sus parientes,
así como los cubanos que han encontrado un buen nicho en el mercado
negro o reciben mesadas desde el exterior.

Rihanna, y quienes la antecedieron, deberían enterarse de las golpizas
contra las Damas de Blanco domingo tras domingo en las inmediaciones de
la Iglesia de Santa Rita y de otras facetas de un gobierno que no vacila
en añadirle tramos a la barbarie.

Desafortunadamente, sin una sostenida y abarcadora cobertura de medios
como el New York Times, Le Monde y CNN, esos episodios van a mantenerse
en el anonimato y duele comprobar que el interés por un cambio en este
sentido es casi nulo.

Dicho con la llaneza del lenguaje popular, esa posibilidad "era verde y
se la comió un chivo." A partir de las circunstancias traídas a colación
es fácil advertir que la vulnerabilidad de los que se atreven a objetar
las arbitrariedades del poder a cara descubierta, tiende a ampliarse.

Sin proponérselo, Rihanna vino a reforzar el estatus quo.

No creo que se haya interesado por la omnipresencia de los escombros y
el churre en las calles y fachadas durante su fugaz visita.

Vino a disfrutar en los oasis capitalistas que el partido único tiene
reservado para los visitantes ilustres. Es decir, fiesta y pachanga en
la Isla donde el internet es un lujo, la mayoría de los trabajadores
ganan menos de un dólar diario y el deseo de escapar hacia otros países
es endémico.

Seguramente que se fue con la idea de un pueblo alegre y jovial, y de
que el socialismo no es tan malo como lo pintan.

Así se lo comunicará a otras luminarias de la escena musical
norteamericana. El desfile continuará.

oliverajorge75@yahoo.com

Source: Rihanna en Cuba, ¿quién le sigue? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/rihanna-en-cuba-quien-le-sigue/

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