Friday, June 5, 2015

Raúl Castro pisa el freno en la “actualización”

Raúl Castro pisa el freno en la "actualización"
Ninguna prisa y mucha pausa
Eugenio Yáñez, Miami | 04/06/2015 8:42 pm

Aplicó el freno, casi la marcha atrás. Raúl Castro se preocupó con lo
que podría suceder si no pisaba urgentemente el freno.
Lo hizo con el mismo pretexto que se utiliza en la Cuba "revolucionaria"
desde hace más de medio siglo: andar despacio para no cometer errores.
Hablando en una reunión del Consejo de Ministros sobre las cooperativas
no agropecuarias comenzadas hace diecinueve meses, dijo textualmente:
"…tienen un carácter experimental y aunque se avanza en su aplicación,
no tenemos por qué acelerar el paso, tenemos que cogerle el ritmo a los
acontecimientos".
Llamó a la tropa, de San Antonio a Maisí, a "hacer un análisis crítico
del cumplimiento de las tareas, dar su opinión en el lugar adecuado, el
momento oportuno y con las formas correctas". Aunque nadie sepa cuáles
son los lugares adecuados, los momentos oportunos y las formas correctas
de hacerlo sin que lo truenen.
Expresó este compendio de sabiduría: "Estamos en el deber de calcular
las consecuencias de cada paso que damos y de prever".
Lo que no debería ser norma solamente para "todos los cuadros y
funcionarios a cada nivel", sino para todo ser humano que actúe
racionalmente y tome decisiones acertadas.
Lo que no se hizo cuando en marzo de 1968 se lanzó la Ofensiva
Revolucionaria que desbarató lo que quedaba del tejido empresarial
cubano. Ni cuando se pretendió producir diez millones de toneladas de
azúcar en 1970, y lo único que se logró, además de fracasar
estrepitosamente, fue destruir la base productiva y la infraestructura.
Ni cuando llevaron las escuelas secundarias y centros preuniversitarios
para el campo, con el pretexto de combinar estudio y trabajo en la
formación de los jóvenes, y se lanzó por la borda la calidad de la
enseñanza, se debilitaron las relaciones familiares, y la educación
formal y cívica de tantos jóvenes cada vez deja más que desear desde
entonces. Ni antes de ordenar desmantelar la industria azucarera, base
de la economía cubana durante siglos. Ni… ¿para qué continuar? ¿En
alguna ocasión el régimen pensó seriamente lo que se pretendía hacer?
¿Dónde estaba Raúl Castro cuando en los últimos cincuenta y seis años se
decidió llevar a cabo las barbaridades mencionadas, y muchas más que
harían interminable esta relación si se listaran todas? No estaba en
Saturno ni en Australia. Siempre fue, desde 1959 hasta 2006, con
independencia del cargo y los grados militares, segundo al mando de
Fidel Castro, en el partido, el gobierno, el Estado y las fuerzas
armadas. Y desde 2006 hasta hoy, máximo responsable del país.
¿Nunca encontró Raúl Castro el lugar adecuado, el momento oportuno y las
formas correctas para expresar desacuerdo con la barbarie? ¿O era
cómplice de ella? ¿Todavía no ha sentido necesidad de disculparse ante
los cubanos por los disparates en nombre de un camino hacia el futuro
luminoso que ahora él mismo intenta desmontar, porque no funciona?
¿Calculó las consecuencias de prometer el 26 de julio de 2007 un vaso de
leche diario para cada cubano? Hace casi ocho años de esa promesa
incumplida, y el vaso de leche está más lejos que entonces.
¿Cuánto tiempo necesita la gerontocracia cubana para aceptar que una
cooperativa o productor privado son más eficientes y efectivos que una
empresa estatal en cualquier lugar del mundo y cualquier momento de la
historia? Mucho más si se trata de una empresa estatal "socialista
cubana". Desde los años sesenta del siglo pasado se repite la misma
cantaleta, con los mismos resultados: fracaso tras fracaso.
Según Raúl Castro y quienes le aplauden en esos cónclaves esotéricos que
posteriormente publica Granma como non plus ultra de sabiduría
gubernamental "no tenemos por qué acelerar el paso". Lo que se puede
entender fácilmente por ellos, porque ni él ni quienes le rodean sufren
las vicisitudes y necesidades diarias de los cubanos de a pie. Algunos
de los problemas llevan más de 56 años sin resolverse. Así que, ¿por qué
acelerar el paso si los preferidos del destino, líderes históricos,
queridísimos por el pueblo, no tienen problemas? Exigir prisas es de
mercenarios del imperialismo, ignorantes, mequetrefes, o la mafia de Miami.
Así que, como dijo el general, "tenemos que cogerle el ritmo a los
acontecimientos". Que tal vez sea como cogerle el tiempo a un danzón
para bailarlo, o al chofer del ómnibus para saber si esperarlo antes o
después de la parada.
O tratar de adivinar el lugar adecuado, el momento oportuno y las formas
correctas para hablar.
Aunque eso no garantice que se resuelvan los problemas.
Pero no tenemos que acelerar el paso, compañeros.

Source: Raúl Castro pisa el freno en la "actualización" - Artículos -
Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/raul-castro-pisa-el-freno-en-la-actualizacion-322955

No comments:

Post a Comment