Wednesday, June 10, 2015

Los ‘pequeños’ errores del gobierno cubano

Los 'pequeños' errores del gobierno cubano
El gobierno cubano tiene maniatado al parlamento para que no realice su
función de contrapartida, control, fiscalización y cuestionamiento del
desempeño de los dirigentes gubernamentales
miércoles, junio 10, 2015 | Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba. – La información sobre la reunión del Consejo de
Ministros celebrada el 29 de mayo y que fue publicada por la prensa
oficial el primero de junio, podría servir de inspiración para el guión
de un show satírico. Resulta risible y concita a las carcajadas y el
choteo lo que el presidente del gobierno y sus ministros se atrevieron a
decir en tan pintoresca y animada reunión.

El presidente Raúl Castro sonó poco serio cuando en una de sus tantas
intervenciones en la reunión del poder ejecutivo dijo que había que
"discutir con profundidad cada medida y analizar todo lo que se ha hecho
hasta ahora, para determinar los pequeños errores cometidos y corregirlos".

Naturalmente, ninguno de los presentes se atrevió a enmendar tan
inaudita afirmación, pero todos sabían perfectamente los graves errores
que han cometido en el ejercicio de sus cargos.

De esos errores, tampoco escapa el presidente de la república.

Aun así, los responsables directos de esos errores nunca han tenido que
rendir cuentas de su labor en el seno del parlamento cubano. No han
tenido que responder por las fallas cometidas en el ejercicio de sus
responsabilidades, porque a los diputados les ha faltado valor.

Así, los diputados violan el artículo 75 del a Constitución que se
refiere a las atribuciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular,
que su inciso (q) los faculta para "conocer, evaluar y adoptar las
decisiones pertinentes sobre los informes de rendición de cuenta de los
órganos de los poderes ejecutivo y judicial".

De la misma manera los diputados en el ejercicio de sus funciones
consuetudinariamente violan el artículo 86 que les concede el derecho
"de hacer preguntas a los integrantes del poder ejecutivo", ya que estos
teóricamente están en la obligación de responderlas.

Pero los artículos 75 y 88 nunca han sido aplicados a los integrantes
del poder ejecutivo para que respondan sobre sus responsabilidades en el
seno de la Asamblea Nacional.

El poder ejecutivo en Cuba es un ente supra-parlamentario. Un selecto
grupo de sus integrantes, los autotitulados dirigentes históricos entre
los que se encuentran el presidente de la república y los vices
presidentes del gobierno, en su mayoría miembros del Buró Político del
Partido Comunista, se consideran ungidos de poderes casi
supra-terrenales. Casi como si fueran inmunes a las equivocaciones y los
errores pues están exentos de cuestionamientos y críticas.

El gobierno cubano tiene maniatado al parlamento para que no realice su
función de contrapartida, control, fiscalización y cuestionamiento del
desempeño de los dirigentes gubernamentales.

Los diputados que se supone sean representantes del pueblo que los
eligió con sus votos, eligen a los miembros del Consejo de Estado, y
estos al gobierno. Sus titulares están obligados, de acuerdo a la
Constitución vigente, a rendir cuentas de su labor si el parlamento lo
considera necesario. Por eso, carece de todo fundamento lo expresado por
el presidente Raúl Castro a los presentes en la reunión del Consejo de
Ministros: "Lo que hagamos debe estar sometido constantemente a la
crítica constructiva, a un análisis crítico del cumplimiento de las tareas."

El gobernante, acerca de "la aplicación de las decisiones, para
rectificar errores antes de generalizar los experimentos", dijo:
"Estamos en el deber de calcular las consecuencias de cada paso que
damos y prever".

La institución que desde 1976 puede legalmente ejercer esa función de
crítica y fiscalización a los dirigentes del gobierno no es otra que la
Asamblea Nacional del Poder Popular.

La Constitución aprobada en 1976, reformada en 1992 y actualmente
vigente es el instrumento legislativo para ventilar todos los asuntos de
la república. De acuerdo a ella, nadie está exento de ser sometido en
el seno del parlamento al cuestionamiento crítico de su gestión
gubernamental.

El presidente Raúl Castro eludió la constitución al hacer un llamado
bastante generalizado a la crítica. Teóricamente, el único escenario
donde constitucionalmente y sin ataduras se puede ejercer la crítica es
en el parlamento. Pero el presidente y su selecto grupo de poder,
compuesto por generales y coroneles, están ajenos e inmunes al
parlamento. No le rinden cuentas a nadie.

En Cuba solo importan las órdenes del general-presidente. Lo que dijo
el mandatario en la reunión del Consejo de Ministros son palabras que se
llevó el viento: ni los diputados ni mucho menos los ciudadanos de a pie
tienen espacio real para ejercer la crítica.

origenesmadiba@gmail.com

Source: Los 'pequeños' errores del gobierno cubano | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad-destacados/los-pequenos-errores-del-gobierno-cubano/

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