Wednesday, June 24, 2015

La fauna invisible del zoológico de 26

La fauna invisible del zoológico de 26
[23-06-2015 23:18:52]
Arnaldo Ramos Lauzurique
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- Era el jueves 18 de junio -pasadas las dos
de la tarde- y un recorrido por sus áreas puso de relieve el
despoblamiento de animales del otrora espléndido Jardín Zoológico de La
Habana. A su entrada siempre es agradable contemplar los tres venaditos
de bronce, que están entre los escasos animales que aún habitan el
lugar, y con los cuales la fallecida escultora Rita Longa quería dar la
bienvenida a los visitantes.
Al entrar a la izquierda se encuentra el estanque de los cocodrilos
donde unos niños esperaban que se asomara el único lagarto que parece
allí existente, y que solo mostraba sus narices.

En el aviario no era visible ninguna especie de las que allí –profusas-
moraban en otros tiempos, como: cotorras, loros y tucanes. Saltaba a la
vista en todo el parque la escasez de esta clase de animales, salvo dos
avestruces y unos pocos pavos reales.

Una especial atracción para los niños siempre han sido los primates a
los cuales están dedicadas numerosas jaulas que permanecen casi todas
vacías y en especial, en una de ellas, solo se presentaba un solitario y
triste chimpancé.

Respecto a los depredadores solo eran observables dos aburridos tigres y
en otro recinto una solitaria hiena. En el famoso foso de los leones
-ante la sorpresa de los visitantes- no se apreciaba uno solo de ellos.
Un desconsolado oso gris, en otro foso, hacía acto de presencia pero
dándole solo sus espaldas al público.

En medio de ese panorama desolador salvaba para los presentes, para no
hacer completamente inútil el viaje, la presencia de un camello, un
viejo y cansino rinoceronte, varios tapires, algunas cebras y dos o tres
especies de venados.

Algunos especímenes que siempre sirvieron para el esparcimiento de la
infancia allí, como el elefante, el gorila, el cóndor y las serpientes,
brillaban por su ausencia.

Se hacía notar la falta de las ardillas que otrora pululaban trepadas en
la infinidad de árboles existentes, pero sobre todo la escasez de
público que con regularidad se hacía presente a lo largo de la semana.

La ausencia de curiosos no la explica solamente el despoblamiento de
animales sino también la de golosinas, ya que su mayor cafetería estaba
desierta y la gran tablilla a su entrada se mostraba completamente en
blanco, como anunciando la inutilidad de entrar.

Este centro se construyó en un lugar muy céntrico, con una vegetación
exuberante y un magnífico diseño, para exhibir especies de distintas
partes del mundo con un fin no solo de esparcimiento sino también
cultural y es penoso que haya quedado como un simple lugar de descanso,
aunque tampoco eso es de despreciar.

La desolación que allí existe no se puede explicar con la sempiterna
excusa del llamado bloqueo, a menos que a esa acción se hayan sumado los
países de África, China, Vietnam, la India y todas las naciones con las
cuales Cuba tiene relaciones y que podrían proveerla de especímenes.

Si se quiere mantener el lugar como un simple jardín botánico habría que
hacer muchas adaptaciones y eliminar las jaulas, pero eso no es lo que
desean y necesitan los adultos y menores de la capital y del resto del
país que visitan el lugar.

El panorama descrito forma parte del ambiente de desidia e incuria que
reina en el país con las pocas excepciones de los centros de
esparcimiento para los turistas y la élite gobernante.

Source: La fauna invisible del zoológico de 26 - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5589cd3c3a682e1058a76f52#.VYqVh_mqqko

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