Wednesday, June 17, 2015

Hostigar para acallar

Hostigar para acallar
PEDRO CAMPOS, La Habana | Junio 17, 2015

Amigos del barrio me informaron que personas que se identificaron como
Oficiales de la Seguridad del Estado se presentaron en el edificio donde
resido indagando por mi persona y manifestando que yo era "de los
derechos humanos".

En conocimiento de este hecho, compañeros de la Izquierda Democrática me
pidieron que hiciera pública esta denuncia debido al complicado momento
que vive el país y a las acciones que realiza la izquierda por su
unificación para enfrentar las desviaciones del proceso revolucionario
cubano.

Desde los años 80, cuando la Seguridad del Estado quiere crearle
problemas a las personas en su entorno usan la frase "él es de los
derechos humanos". El Gobierno ha logrado crear en el imaginario de
muchos ciudadanos que esta "acusación" es sinónimo de "gusano, enemigo
de la revolución, agente del enemigo", lo cual se presta para crear
ambientes propicios a la realización de otras acciones individuales o
colectivas contra los señalados.

Es una acción encaminada a tratar de desacreditarme, crear condiciones
para actos y nuevos pasos hostiles contra mi persona, en busca de
aislarme en mi familia y en mi barrio, donde gozo del respeto y el
cariño de muchos de mis vecinos, incluidos militantes del Partido.
Igualmente fue concebida para que me llegara la información, con el
evidente propósito de intimidarme.

No es nuevo. Hace muchos años estoy siendo sometido, por distintas vías,
a un plan de hostigamiento. En los comentarios a mis artículos desde
2006, en mi página de Kaosenlared, se pueden encontrar multitud de
descréditos y amenazas de todo tipo contra mi persona, evidentemente
proferidos por el aparato de contrainformación en la red de la Seguridad
del Estado, por el uso de información personal restringida.

Durante la "guerrita de los e-mails", el entonces Ministro de Cultura,
Abel Prieto, impidió expresamente mi participación en las discusiones
sobre el mal llamado Quinquenio Gris, donde participaron cientos de
intelectuales cubanos en la Casa de Las Américas, y ante todos los
presentes profirió descalificaciones contra mi persona.

El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, trató de impedir mi
participación en el panel de un evento auspiciado por la Asociación
Hermanos Saíz, en el año 2008, y dijo a los organizadores que yo no
debía hablar allí porque mis posiciones políticas eran "adictivas como
la cocaína".

Hace algo más de dos años, Oficiales de la Seguridad del Estado
estuvieron diciendo a compañeros del Observatorio Critico que yo era un
"opositor" con quien no debían relacionarse. Desde luego, entonces la
campaña no consiguió sus propósitos, pues los compañeros del OC conocen
las tácticas de la Seguridad y saben perfectamente quién soy yo y cuáles
son mis posiciones políticas.

En dos ocasiones, oficiales de la Seguridad del Estado, en 2008 y 2009,
tocaron a mi puerta en horas de la madrugada del 1 de Mayo para pedirme
que no desfilaran carteles que habíamos confeccionado entre anarquistas
y socialistas democráticos.

Igualmente, en distintas ocasiones he recibido la visita "amistosa" de
oficiales de la seguridad instándome a no publicar mis artículos en la
red alternativa. Le he replicado que mientras no publiquen mis artículos
en la prensa cubana permitiré que se publiquen en cualquier otro medio
internacional. Solo la revista Temas me publicó el año pasado, estando
yo fuera de Cuba, un resumen de un ensayo sobre el socialismo.

En la última visita "cordial" de la Seguridad a mi casa, en diciembre
del año pasado, fui advertido que de continuar publicando mis artículos
en esos medios, específicamente en 14ymedio, recibiría tratamiento de
"contrarrevolucionario".

Deseo destacar que comencé a publicar mis artículos en Internet después
de que Fidel mismo dijera en 2005 que la Revolución solo podrían
destruirla los revolucionarios y llamó a combatir la corrupción y el
burocratismo. Entonces me acerque al Comité Central del Partido para ver
si querían publicar mis escritos al respecto en la prensa oficial, pero
fui rechazado.

Ahora, por la forma y el contenido de esta acción, estamos en presencia
de una escalada de la campaña contra mi persona que fue interrumpida por
mi ausencia de Cuba durante más de un año en Ecuador. Quizás pensaron
que no regresaría.

Es evidente: mi presencia en Cuba, mis escritos y mis actividades
políticas no son del agrado de la dirección histórica y les molesta que
gocen de creciente prestigio nacional e internacional.

Como no pueden acusarme de traición, de trabajar para el "enemigo", ni
de realizar actividades "económicas ilícitas", ni de nada por el estilo,
están buscando otra forma para tratar de neutralizarme, de acallar mis
análisis políticos y económicos de la realidad cubana, de sacarme de
circulación de alguna forma, preferiblemente por acción de algún incauto
ciudadano ‒de los que se prestan a los actos de repudio fanáticos, como
el de ese que gritó ante las cámaras, para vergüenza de todos los
revolucionarios del mundo, "abajo los derechos humanos".

Ante esta campaña de hostigamiento en mi barrio, donde también supe
recientemente que se había dicho que había sido asesinado, denuncio
públicamente estos hechos y hago responsables a las autoridades
correspondientes de cualquier nueva calumnia, campaña de desprestigio,
accidente, enfermedad repentina, ataque callejero o trifulca que afecten
mi vida, mis actividades públicas, mis capacidades físicas o
intelectuales, a fin de tratar de neutralizar mi persona e impedir mi
labor a favor de un Socialismo Participativo y Democrático.

Si por mis convicciones socialistas el Gobierno cubano actúa
irresponsablemente contra mi persona y sigue violando mis derechos
ciudadanos y mi integridad personal, lo hago responsable ante todos los
revolucionarios, socialistas y demócratas del mundo de perseguir a los
propios combatientes que hemos defendido este proceso con nuestras vidas.

Si han llegado hasta aquí con combatientes que hemos sido leales a
nuestros juramentos revolucionarios y éticas profesionales ‒aunque
discrepemos de vías y acciones del Gobierno-partido-Estado ‒ , ¿qué se
puede esperar que hagan con los demás? ¿No se dan cuenta los que
orientan y ejecutan estas acciones de que así están dando credibilidad a
todas las acusaciones en su contra y contribuyendo a la división de la
izquierda?

No esperen de mí ni un solo paso atrás. Mi trabajo por una sociedad
democrática y socialista no podrá ser detenido de ninguna manera.
Deténganse la represión y el uso de todo tipo de violencia contra el
pensamiento diferente. Acéptese el dialogo, no solo con el imperio, y
respétense todos los derechos de todos los cubanos. O no esperen ser
absueltos por la historia.

Source: Hostigar para acallar -
http://www.14ymedio.com/opinion/Hostigar-acallar_0_1799220066.html

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