Hogares de ancianos funcionan en Cuba con donaciones del extranjero
Posted on 15 junio, 2015
Por Daniel Benítez
Un total de 18 hogares de ancianos son operados en Cuba por entidades
religiosas y asociaciones fraternales, instituciones que se mantienen
gracias a donaciones privadas y el pago de los beneficiarios, además de
unos 12 millones de pesos cubanos (CUP) que anualmente reciben del
presupuesto estatal.
De esos centros, 12 forman parte de órdenes y congregaciones católicas,
cinco de iglesias protestantes y uno a la Gran Logia, según cifras
publicadas en la prensa nacional.
El reporte también aclara que solo 14 están registrados por el
Departamento de Economía del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
El dinero destinado por el Estado a este tipo de asistencia social
equivale a un millón de pesos mensuales para dividir entre todos los
centros, es decir, 55,555 pesos como promedio a razón de 1,851
diariamente, los cuales se destinan a compra de alimentos y medicamentos
y el pago de los trabajadores, aclaró el doctor Alberto Fernandez, jefe
de la Dirección de Atención del Adulto Mayor en Salud Pública.
Apuntalados desde el exterior
A pesar de exigua cifra, el funcionario aseguró que el presupuesto
estatal representa una parte importante en las finanzas de estos centros
a los cuales se niega catalogar como privados. Pero aunque no se da una
definición exacta de cómo encasillarlos, evidentemente las donaciones
de terceros, desde el extranjero, permiten el sustento de cientos de
personas que tienen asegurado cama y comida todos los días del año.
Como ejemplo de estas instituciones se muestra el caso del Hogar de
Ancianos William Booth, del municipio Marianao en La Habana, donde
habitan 34 personas y es operado por la Iglesia Protestante Ejército de
Salvación en Cuba, que inauguró la entidad en 1944. Esta misma
denominación tiene otro centro en Camagüey, con la colaboración del
Consejo de Iglesias de Cuba, y dedicado a personas adictas al alcohol.
Entre los planes se encuentra la creación del segundo hogar de ancianos
en Santa Clara, ciudad con el índice de envejecimiento más alto de la
Isla, mientras proyectan la construcción de un tercero en Holguín.
Los hogares de ancianos operados por entidades religiosas y
congregaciones representan solamente un 12.5 por ciento del total
existentes en la nación, cuyo número según las cifras de la Oficina
Nacional de Estadísticas es de 144, 12 menos que los existentes en el 2008.
Preocupante resulta en un país que tiene una tendencia creciente al
envejecimiento, el número de camas disponibles para ancianos con
necesidades de techo y comida: tan solo 9,598 en el 2013, por debajo de
las 12,106 habilitadas en el 2008.
Un asunto muy serio
La seriedad del asunto se agudiza al tener en cuenta que el 18.3 por
ciento de la población cubana tiene 60 años o más, a lo que se suma el
deterioro de la infraestructura habitacional de la nación, el bajo
retiro que reciben los ancianos, y el alto costo promedio de alimentos y
otros insumos en el país.
Ante estas circunstancias, muchos se sienten en el paraíso cuando son
aceptados en cualquiera de los 18 hogares de ancianos “privados”, donde
alimentación, avituallamiento e incluso dinero en efectivo para gastos
como cigarro o café no les faltan a los beneficiarios. Las personas
admitidas allí entregan a cambio un por ciento de su cheque de
asistencia social, el cual muchas veces no supera los 250 pesos cubanos
(unos $11 dóalres mensuales).
Durante décadas, el régimen de La Habana se ha ufanado ante el mundo de
su sistema educacional, salud y asistencia social; las dos primeras
esferas han mostrado evidentes síntomas de decadencia y deterioro,
imientras la asistencia social ha visto menguado el presupuesto
destinado para las ayudas.
En una investigación de la CEPAL en el 2012, titulada Sistemas de
Protección Social en America Latina y el Caribe: Cuba, el economista
Carmelo Mesa Lago ejemplificó claramente que si el gasto social tuvo un
55.3 por ciento del presupuesto estatal en 2007, el índice bajó 2.2
décimas en el 2010.
Reducciones de asistencia social
La prensa oficialista reconoció en noviembre del 2013 que la
infraestructura de hogares y asilos para ancianos de la isla necesita
“transformaciones urgentes” y que no que cubre las 17,000 plazas necesarias.
A ello se le une 230 “casas de abuelos”, donde solo son recibidos en
horario diurno. En estos locales hay capacidad para 7,398 personas,
mientras hay una demanda de más de 20,000.
La asistencia social se ha visto reducida como parte de los ajustes del
gobierno de Raúl Castro. De hecho, el gasto de seguridad social bajó por
primera vez en décadas de 5,589 millones de pesos en el 2014 a 5,564 en
el 2015, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Constantemente los hogares de ancianos y locales donde se atienden a
estas personas son criticadas por la población debido a las malas
condiciones de los locales y el deficiente servicio de atención. Fuentes
de la prensa independiente han reportado varias muertes en estas
instalaciones, ninguna en las operadas por congregaciones o entidades
religiosas.
Las instituciones para ancianos verán un inevitble incremento en Cuba en
los próximos años debido al envejecimiento poblacional en el país y
podría aumentar la cantidad en manos privadas o semiprivadas ante la
evidente imposibilidad gubernamental de garantizar la cobertura a los
necesitados.
Source: Hogares de ancianos funcionan en Cuba con donaciones del
extranjero | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/24547-hogares-de-ancianos-funcionan-en-cuba-con-donaciones-del-extranjero/
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