Monday, June 8, 2015

Disparos de salva

Disparos de salva
[08-06-2015 07:41:33]
Jorge Olivera Castillo

(www.miscelaneasdecuba.net).- La primogénita del Che Guevara, el
guerrillero argentino que pretendió "comunizar" al Tercer Mundo mediante
las armas, ha vuelto a exponer públicamente el apego a la misma
filosofía por que la que su padre fue ejecutado, en octubre de 1967,
sobre una planicie boliviana, enclenque, en harapos y con el desprecio
del partido comunista de esa nación planeando sobre su cabeza.
Aleida Guevara, que nació en Cuba y próxima a cumplir su 55 cumpleaños,
piensa que Cuba debe seguir militarizada.

Eso dijo hace unos días en el programa radial After Office, basado en el
país que cayó bajo el embrujo de los esposos Kirchner, desde mayo de 2003.

Aunque solo haya puesto el índice en el gatillo para tirarle a un muñeco
de trapo o a una set de botellas vacías, no vacila en justificar su
apuesta por el uso de las armas, disertando sobre la diana que sus
protectores construyeron desde que luchaban contra el gobierno de
Batista en la Sierra Maestra: el fantasma del enemigo agazapado en
Washington y Miami.

En sus declaraciones aseguró que dispara bastante bien, además de
ofrecer pistas sobre el óptimo entrenamiento para la defensa del
territorio insular, en caso de que sea necesario.

Frente a las nuevas dinámicas que se desarrollan entre los gobiernos de
Estados Unidos y Cuba esos arranques patrioteros suenan más retóricos
que de costumbre.

Si alguien ha vivido al margen de cualquier vínculo directo con la
guerra es esta señora que forma parte del selecto grupo de los
descendientes de la élite de poder.

En esos nichos de "la dolce vita", los campos de batalla son en las
boutiques, los restaurantes de lujo, los hoteles cinco estrellas o en
las casas de descanso del partido donde se ofrecen banquetes,
excursiones y otras exclusividades.

No hay dudas que la obesidad de la señora Guevara, a no ser que sea por
algún problema endocrino, se debe a hartazgos de alimentos que la
mayoría de los nacionales ingieren ocasionalmente, gracias a la
invitación de alguien que viene de otras latitudes.

Los únicos disparos que suelen disfrutarse en esas franjas del sistema,
y en televisores de última generación, son lo que tienen lugar en los
largometrajes facturados por la Metro-Goldwyn- Mayer y Universal Studios.

Es probable que el Che se hubiese escandalizado ante el sistema de vida
burgués que adoptaron los compañeros de lucha que le sobrevivieron y sus
parentelas.

Parece que él sí creía en la doctrina de las balas y los cañonazos como
vía para acabar con la desigualdad social y otros males que todavía le
achacan al capitalismo.

Ni su hija mayor ni todos los personajes que amasan fortunas dentro de
la nomenclatura estarían dispuestos a enfrentarse a un agresor externo a
menos que estuvieran en riesgo sus cajas de caudales.

Lo normal, salvo raras excepciones, sería ponerse a buen recaudo en
otros lares. Bien lejos del tiroteo y dándole rienda suelta al coraje
que en esencia es puro atrezzo.

Aleida sabe cómo hacerlo. Ha aprendido la lección de sus padrinos.

¿Qué le cuesta posar de heroína?, ¿darle notoriedad a una invasión
militar que jamás va a ocurrir?

Pues nada. Así garantiza su estatus. El que se ganó por ser la hija del
mártir más célebre de una revolución a la espera de ser acribillada por
los dólares del enemigo.

Source: Disparos de salva - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/55749e6d3a682e071431d82d#.VXXUnM-qqkp

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