Thursday, June 11, 2015

Delirios de una ideología en bancarrota

Delirios de una ideología en bancarrota
Siembra de acetaminofén, socialismo digital, más libertad que en la
Unión Europea
Eugenio Yáñez, Miami | 11/06/2015 12:33 pm

Evidentemente, para hablar disparates los seguidores de una ideología en
bancarrota no tienen obligatoriamente que ser torpes, aunque eso ayuda.
También pueden ser cínicos, miserables, o todo a la vez. Ser aspirantes
a diputados en Venezuela, o "cuadros" del régimen cubano.
Se sabe desde hace tiempo, gracias al presidente boliviano Evo Morales,
que el consumo de pollo desarrolla homosexualidad masculina y
crecimiento desproporcionado del busto de las niñas, y que en unos
cincuenta años, por culpa de los alimentos transgénicos, "todo el mundo
será calvo". Pero mucho más recientemente, en un par de días, se vieron
tres muestras más de hasta donde el populismo socialistoide embrutece o
desmoraliza.
En Venezuela una precandidata a la Asamblea Legislativa por el
oficialista Partido Socialista Unido (PSUV), dicen que graduada en
Educación, hablando en la televisión oficial venezolana, mencionó la
escasez de medicamentos provocada, según ella, por acaparadores y
transnacionales, poniendo como ejemplo el acetaminofén (ingrediente
activo del Tylenol), y propuso que la solución para enfrentar la crisis
de medicamentos en Venezuela sería "volver a las raíces", que todos
sembraran sus maticas de acetaminofén, ¡para poder hacerle "guarapitos"
de acetaminofén a los niños venezolanos!
Ni al que dijo hace varios años que la moringa resolvería la crisis de
la alimentación mundial se le ocurriría tal barbaridad. Quizás a
acólitos que comentan por estos lugares. ¿Por qué no ampliar la
propuesta de la chavista y sembrar en Venezuela y Cuba, además de
acetaminofén, maticas de ácido acetilsalicílico (aspirina), penicilina,
viagra, agua oxigenada, bicarbonato de sodio o esparadrapo, para
derrotar a las transnacionales farmacéuticas, como mismo Quien Tu Sabes
derrotó años atrás a las transnacionales de la alimentación con
hamburguesas cubanas ("mejores que McDonald's", dijo), pasta de oca,
picadillo extendido, cocimiento de hojas de plátano o bistec de cáscaras
de toronja?
Sin embargo, el de Venezuela no fue el único show socialista de estos
días. Abel Prieto, exministro de Cultura y actual asesor de Raúl Castro,
también tenía maravillas que decir. Hace dos meses posaba de guapetón de
barrio en la Cumbre de Las Américas en Panamá, descalificando a quien no
fuera de la pandilla de la "sociedad civil" oficialista, que incluía a
la sicóloga que dijo en televisión que ella misma se había pagado el
viaje con sus ahorros. Ahora utilizó el disfraz de intelectual. Clausuró
en La Habana algo con más de 200 delegados de 34 países, llamado
Conferencia Internacional Nuevos Escenarios de la Comunicación Política
en el Ámbito Digital, donde propuso un nuevo paradigma: "…tenemos que
construir un socialismo digital". Quizás para sustituir al "socialismo
real" que terminó en el basurero de la historia, desde donde ahora llama
a gritos al "socialismo del siglo 21" de reelección permanente, con
Nicolás Maduro, Daniel Ortega. Evo Morales, Rafael Correa, y a la
¿revolución? de los hermanos Castro.
Dijo que las tecnologías de información y comunicación (TIC) reflejan
los principales problemas y contradicciones del mundo, la concentración
del poder en las trasnacionales, la desigualdad abismal creciente entre
pobres y ricos, la privatización del conocimiento, la visión imperial de
la cultura, la mirada belicista de la web como espacio militarizado. Y
que pretenden una criatura rendida, deslumbrada por lo tecnológico
idealizado más allá del sentido ético, sin memoria histórica ni raíces,
egoísta, incapaz de luchar por su emancipación.
Palabras huecas, como siempre. Aceptables si se refiriera a las TIC como
se quieren aplicar en Cuba y Venezuela, pero no es el caso. Y la mirada
"belicista" de la web como espacio militarizado fue definida por el
comandante Ramiro Valdés hace años, cuando calificó la Internet de
"potro salvaje" que debía ser domado… por el partido comunista.
Sin embargo, tal vez el Premio Fidel Castro a la Mentira Más Escandalosa
de estos días correspondería al viceministro de Relaciones Exteriores
del régimen que declaró en Bruselas que "nosotros tenemos una libertad
más total que en la Unión Europea", donde hay "fenómenos como el
desempleo creciente, la crisis social, la brutalidad policial y demás,
que no se dan en Cuba".
¿En Cuba no existe desempleo creciente, crisis social ni brutalidad
policial? ¿Existe más "libertad total" que en Suecia, Holanda,
Inglaterra, Alemania, Lituania, Luxemburgo, Polonia o Finlandia, por
mencionar solamente algunos países? Ni falta hace analizar esta falacia.
Al final, entre asesor presidencial, vicecanciller, y sembradora de
acetaminofén, mejor ella: bruta, no necesariamente miserable. Aunque
pueda serlo también.
Lo verdaderamente patético no es que en estos regímenes opresivos y
demagógicos existan personajes así. Sino que se les promueva como
encumbrados funcionarios o aspirantes a legisladores.
Porque lo que se exigen no es talento o méritos, sino incondicionalidad
desvergonzada. Que en el socialismo de circo se reproduce como marabú en
tiempos de los hermanos Castro.

Source: Delirios de una ideología en bancarrota - Artículos - Cuba -
Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/delirios-de-una-ideologia-en-bancarrota-323004

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