Thursday, June 11, 2015

De la farsa analógica al sainete digital

De la farsa analógica al sainete digital
En sus comienzos por los ámbitos de la política, Abel Prieto llegó a
confundir con esa imagen transgresora, pero el tiempo se encargó de
develar su naturaleza de comisario
jueves, junio 11, 2015 | Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba. -El asesor del mandatario cubano, Abel Prieto ha
abogado recientemente por la creación de un socialismo digital.

Sería interesante conocer los entresijos de ese híbrido que el ex
ministro de cultura sacó bajo la manga y expuso ante los más de 200
delegados de 34 países que participaron en la Conferencia Internacional
sobre "Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el Ámbito
Digital", celebrada en el Palacio de las Convenciones de La Habana.

Al margen del embrollo semántico de la propuesta, se sabe que uno de los
objetivos es la estabulación de los cibernautas para minimizar las
herejías. El ciberespacio, según el consejero en jefe, debe ser para la
difusión de las ideas progresistas y el reforzamiento de "una conciencia
crítica colectiva".

Aunque matizó su ortodoxia con algunas alusiones incluyentes y hasta
cierto punto liberalizadoras, estuvo lejos de la posibilidad de
convencer a los cubanos que siguen mirando las laptops y los teléfonos
inteligentes con cara de terneros degollados. Pese a los tejemanejes
retóricos con el fin de disfrazar sus fundamentalismos, el señor Prieto
dejó una impronta de malos augurios.

Todavía se recuerda su liderazgo en las tentativas de linchamiento que
tuvieron lugar en la capital panameña durante la celebración de la VII
Cumbre de las Américas. Su defensa a ultranza de las palizas y
agresiones verbales contra los grupos de la sociedad civil independiente
en la cita regional, evidenciaron la pasión que siente por el uso
desmedido de la fuerza frente adversarios ideológicos que solo fueron a
exponer sus puntos de vista sin violar las reglas establecidas.

Con tales antecedentes y otros no menos vergonzosos que tuvieron lugar
durante su desempeño al frente del Ministerio de Cultura, queda probada
su fidelidad a la élite de poder que lo aupó y a la que defenderá sin
apocamientos como lo ha demostrado. Que restrinja el uso guayaberas o
trajes y mantenga el cabello sobre los hombros, en contraposición a la
imagen que proyectan los funcionarios de alto nivel, no indica nada
fuera de lo común. En sus comienzos por los ámbitos de la política llegó
a confundir con esa imagen transgresora, pero el tiempo se encargó de
develar su naturaleza de comisario.

Sus palabras a favor de la creación de una sociedad "más dinámica,
eficiente, participativa y justa" a partir del empleo de las nuevas
tecnologías de la comunicación, hay que verlas como el entramado de una
operación cuyos verdaderos presupuestos están en el reacomodo del modelo
a la era digital sin que se menoscaben los controles. Quizás sea una de
las últimas tareas a llevar a cabo en la lista de las actualizaciones
que el presidente baraja con el propósito de desarrollar la economía.

No sería desacertado pensar que Abel sea quien le advierta, de vez
cuando, sobre la necesidad de un alargamiento de las pausas. El
socialismo digital tiene que marchar al ritmo que permiten las poleas de
la continuidad, no vaya a ser que termine descarrilándose.

Por eso Raúl Castro maneja con prudencia y Abel lleva un farol de
repuesto junto al equipo que transmite en estéreo sus recomendaciones.

oliverajorge75@yahoo.com

Source: De la farsa analógica al sainete digital | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/de-la-farsa-analogica-al-sainete-digital/

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