Sunday, June 21, 2015

Cómo es la prensa cubana en época de cambios?

Voces desde Cuba: ¿cómo es la prensa cubana en época de cambios?
Alejandro Rodríguez
Especial para BBC Mundo
18 junio 2015

La prensa cubana es mala. Desde hace mucho lo es.
Y lo peor no es que todo el mundo lo sepa (hasta el Presidente Raúl
Castro lo ha reconocido) sino que su rumbo actual no indique vestigios
de mejoría en una época de cambios que alteran la vida cotidiana en la Isla.
¿Pero es así por culpa de los periodistas? ¿Por culpa de un sistema de
medios hipercentralizado? ¿O la culpa transciende ambas marcas?
El Estado cubano mantiene un control casi absoluto sobre los medios de
comunicación.
Hay dos diarios de 8 páginas ( Juventud Rebelde y Granma), y periódicos
provinciales que salen con escasa tirada una vez a la semana. El resto
de las publicaciones pasan bastante inadvertidas.
También hay emisoras de radio y canales de televisión. Pero las
diferencias son apenas de formato; el enfoque de los contenidos suele
ser el mismo.

En Cuba los casos de corrupción, por ejemplo, no los destapa la prensa
sino notas oficiales del gobierno. Otras veces son filtrados hacia
canales informales de distribución: videos de operativos policiales y
confesiones en el Paquete Semanal.
Lea: Cómo hacen los cubanos para tener acceso a la TV internacional
Los estudiantes de Periodismo se vinculan desde el primer año de la
carrera con el ejercicio de la profesión. Esto acelera su adiestramiento
y permite a los medios conocer desde temprano las habilidades y
motivaciones de quienes serán sus futuros profesionales.
Henry Constantin nunca llegó a graduarse de Periodismo. Fue expulsado de
las universidades de Oriente y de Villa Clara por razones ajenas a su
rendimiento académico.
Hoy dirige la revista independiente La Hora de Cuba y es miembro del
Consejo de Redacción de la Revista Convivencia.
En exclusiva con Voces desde Cuba comentó lo que a su juicio son
problemas esenciales.
- "Falta de libertad de expresión" debido a un "activo ambiente de
control, vigilancia, amenaza, persecución y agresión contra las
personas, con el fin de evitar que manifiesten públicamente opiniones
políticas distintas a las del gobierno".
Asimismo consideró el bloqueo de las fuentes periodísticas:
- "Los funcionarios e instituciones evitan dar información a la prensa
no estatal, que estaría dispuesta a publicarla; y la prensa estatal
tiene controles internos muy rígidos que filtran la información y solo
publican la más inocua".

"Lo que puede cambiar más rápida y efectivamente el panorama de la
prensa es un cambio hacia un gobierno democrático".
Si en su trabajo un periodista cubano no pone dosis de valentía, de
honestidad y de apego a la gente, puede que no esté haciendo
periodismo", agregó.
Amaury Valdivia, reportero de Adelante— diario oficial del Partido
Comunista en la provincia de Camagüey—, opina que "no es exagerada la
afirmación de que muchas veces la prensa cubana va por un camino y el
país por otro. Y ese fenómeno hace que cuando se abordan asuntos de
candentes (que también se hace) el empeño no tenga toda la repercusión
que pretende".
"La buena prensa demanda mucho esfuerzo y confrontación, y algunos no
parecen estar dispuestos a asumirlo o permitirlo".
"Los periodistas estamos obligados a actuar más como gremio y menos como
sujetos aislados. En temas como el salario o la política informativa,
que desde hace tiempo demandan cambios profundos, no se han obtenido
mejoras sustanciales a causa de esa falta de unidad en el sector".
La emigración es otro de los grandes tabúes en la prensa oficial.

El Sistema Informativo de la Televisión Cubana tiene corresponsalía
permanente en Ecuador, que se ha convertido en uno de los principales
receptores de emigración cubana en los últimos años.
Cualquiera diría que hay allí un manantial de buenas historias
periodísticas: algunos luchan por insertarse en la sociedad, otros son
víctimas del tráfico humano o de distintas formas de discriminación.
Pero no, para la TV cubana es más importante la belleza arquitectónica
de un templo inca, o la disputa Ecuador-Chevron, que la suerte de miles
de cubanos trasplantados.
Los deportes, tema bastante "inocuo", tampoco escapan a la censura.
La televisión transmite partidos de béisbol de Grandes Ligas, pero omite
aquellos donde participan jugadores cubanos aunque estén en la cumbre de
la fama internacional.

Se ha visto incluso a comentaristas quedarse en blanco en plena
transmisión ante la presencia inesperada de un pelotero defenestrado.
De igual forma artistas exitosos que se marcharon e hicieron carrera en
otros países, automáticamente dejaron de existir para los medios estatales.
Esta deformación produce estragos a largo plazo en la cultura nacional.

No puede contarse con los periódicos cubanos, por ejemplo, para escribir
la Historia del Período Especial (crisis económica interna derivada de
la caída del bloque socialista a principio de la década de 1990).
La hemeroteca de esos años dibuja una realidad paradisíaca mientras la
economía y el nivel de vida de la gente caía en picada.
Y es probable que suceda lo mismo con el actual período de reformas,
salvando las diferencias.
El gobierno anuncia cambios importantes (la reunificación monetaria, la
expansión social de Internet, etc.,) pero no define siquiera plazos
concretos. Solo puede darse tal lujo en un escenario en que la presión
ciudadana, y el consecuente reflejo mediático sigue siendo prácticamente
intangible.
Como parte de la alternativa mediática nacional florecen ahora mismo
medios y proyectos de comunicación (siempre en Internet) que sacrifican
una parte de la realidad para poder "estar" y ser testigos de la otra.
Aún cuidándose del borde –el más claro es la confrontación política—
logran acercarse a un periodismo más interesante.

Sus éxitos en territorio digital hacen suponer que opacarían a la prensa
oficial en un escenario de competencia más parejo.
Pero el desarrollo de estos medios dependerá de los futuros vientos
legales, que pueden soplar a favor o en contra de sus libertades.
En el imaginario del funcionariado cubano subyace la idea de que el
socialismo soviético se derrumbó por culpa de la prensa, justamente
cuando alguien decidió reformarla.
Pero el socialismo soviético se derrumbó porque no funcionaba. Lo demás
es leyenda urbana y pretexto para justificar la censura.
Lea más entradas al blog "Voces desde Cuba
Entradas anteriores de Alejandro Rodríguez
Alejandro Rodríguez es un joven cubano emprendedor, que dejó el
periodismo para dedicarse a su negocio privado. Vive en Camagüey, una
provincial en el centro de la isla.

Source: Voces desde Cuba: ¿cómo es la prensa cubana en época de cambios?
- BBC Mundo -
http://www.bbc.com/mundo/blogs/2015/06/150618_voces_desde_cuba_prensa_cubana_cambios_alejo

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