Sunday, May 10, 2015

El Papa legitimará el camino de la distensión entre Cuba y EE UU

"El Papa legitimará el camino de la distensión entre Cuba y EE UU"
Roberto Veiga y Lenier González, responsables de la plataforma Cuba
Posible, analizan el significado de la visita de este domingo de Raúl
Castro al Vaticano
SILVIA AYUSO Washington 10 MAY 2015 - 06:12 CEST

Para Roberto Veiga y Lenier González, la visita del papa Francisco a
Cuba en septiembre sellará el proceso iniciado el 17 de diciembre con el
anuncio de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y la isla.

Los responsables de Cuba Posible, una plataforma de análisis creada por
los antiguos editores de la revista de la Iglesia católica cubana
Espacio Laical, que durante años sirvió de centro de debate de diversas
visiones sobre el futuro político de la isla, visitaron esta semana
Washington. Ahí les sorprendió la noticia de que el domingo el
presidente cubano, Raúl Castro, visitará al Papa.

Pregunta. ¿Qué significa la visita de Raúl Castro al Vaticano?

Lenier González. El encuentro ratifica la importancia política que el
Vaticano y Cuba le confieren a la visita del Papa a la isla en
septiembre, en el contexto de la normalización de relaciones entre Cuba
y Estados Unidos. La visita de Raúl es la mejor antesala posible para la
peregrinación del Pontífice a Cuba que será, sin duda, histórica.

P. El Papa ha sido uno de los mediadores clave entre Cuba y EE UU. ¿Qué
puede aportar su visita al proceso iniciado ese día?

L. G. Para los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el apoyo de
Francisco constituye un blindaje moral y político de primer nivel. Y
para Francisco, la visita a Cuba constituirá un apoyo radical a la
distensión entre Cuba y Estados Unidos, y entre cubanos.

Roberto Veiga. El Papa va a legitimar el proceso de restablecimiento de
relaciones entre los dos gobiernos y el proceso que se está viviendo
dentro de Cuba. Va a legitimar los anhelos y las necesidades del pueblo
cubano y toda la metodología de la distensión, que es el único camino
para conducir los intereses y las gestiones de los poderes en beneficio
del pueblo.

P. ¿Pero cómo sigue el camino en Cuba? ¿Pueden los que llevan más de
medio siglo en el poder liderar el proceso de cambio?

L. G. El debate es complejo; en los 90 había dos polos: partido único y
economía estatal por un lado, y pluripartidismo y economía privada por
el otro. En 2015, el abanico de propuestas es casi inmenso y requiere de
un proceso de concertación y diálogo ampliado. Yo no sabría responder
cuál es el modelo, pero sí que se deben tener en cuenta los grandes
consensos que atraviesan la vida nacional, con la necesidad cada vez más
amplia de un espacio público abierto para que el país, soberanamente,
debata esas opciones. Eso sí sigue faltando, al menos con la intensidad
requerida. Y es una condición indispensable para poder consensuar el
modelo, que no tiene por qué parecerse al de nadie, simplemente tiene
que armar mecanismos de representación que tengan en cuenta las
circunstancias cubanas.

R. V. No es fácil, porque hay errores en todas partes y somos muy
temerosos de cometer nuevos errores.


De izquierda a derecha, Michael Shifter, presidente de Diálogo
Interamericano, Lenier González y Roberto Veiga. / DIÁLOGO INTERAMERICANO
P. ¿Pero hay consenso en que debe cambiar el statu quo?

R. V. Eso lo sabe todo el mundo

P. ¿Y Raúl Castro tiene la fuerza y el liderazgo para encabezar ese cambio?

R. V. Raúl dice que hay que cambiar la economía y las relaciones
internacionales para mantener el sistema. Ellos hacen una distinción
entre sistema y modelo. Él no niega que hay que cambiar el modelo, y
habla entonces parcialmente de que hay que reformar las dinámicas del
parlamento, de que hay que descentralizar los poderes ejecutivos… Y va
transformando la institucionalidad política.

L. G. Raúl es un hombre que se ha caracterizado por no mostrar la
estrategia, hacia dónde conduce la transformación que vive el país. La
gran noticia para política interna del 17-D es justamente esa, que en
torno a él hay un grupo de hombres dispuestos a hacer lo que haya que
hacer para garantizar el tránsito al futuro. Por supuesto que ellos se
asumen como actores protagónicos de ese futuro, es por eso que no hablan
de una transformación política, pero la transformación será porque el
país necesita gobernarse de una manera distinta.

La legitimidad de esos actores, que viene de haber ido a Sierra Maestra,
esa legitimidad en sus herederos, en quienes sean los encargados de
conducir a Cuba en el futuro tiene que construirse de otra manera, desde
otras instituciones. El modelo de partido único, de economía estatal,
que se implementa en Cuba en 1976 y que no fue reformado cuando tenía
que ser reformado, cuando cayó el campo socialista, ha enajenado al
Gobierno de las aspiraciones populares y de los imaginarios de los
jóvenes cubanos, y se corre un riesgo muy alto por parte del Gobierno
cubano si no se transforma este estado de cosas.

P. ¿Es entonces una transformación inevitable?

L. G. Yo creo que sí. Un ajuste del modelo, de la institucionalidad, es
inevitable.

R. V. Pero no es que va a ser, lo está siendo ya. Después del 17-D, los
nudos acabaron de desatarse por completo. Se habían ido suavizando y ya
están completamente desatados. Ahora solo queda construir.

Source: "El Papa legitimará el camino de la distensión entre Cuba y EE
UU" | Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/05/10/actualidad/1431228336_437015.html

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