Friday, May 8, 2015

Artistas y críticos debaten medidas de presión por el caso Bruguera

Artistas y críticos debaten medidas de presión por el caso Bruguera
DDC | Nueva York | 7 Mayo 2015 - 7:45 pm.

Algunos se muestran partidarios de boicotear la cita, mientras que otros
apuestan por participar desde posiciones críticas.

Artistas y curadores internacionales se debaten entre los llamados al
boicot y las propuestas de presión sobre las autoridades de la Bienal de
La Habana como una forma para solidarizarse con la creadora Tania
Bruguera. La autora está retenida y amenazada con un proceso legal en la
Isla por intentar el pasado mes de diciembre celebrar en la Plaza de la
Revolución la performance El susurro de Tatlin.

El llamado al boicot defendido con más vehemencia llega por parte de
Paul Ramírez Jonas, un artista radicado en Nueva York, quien ha
anunciado públicamente el deseo de que su obra sea retirada de la
exposición Wild Noise: Artwork from The Bronx Museum of the Arts and El
Museo Nacional de Bellas Artes. El anuncio lo hace en el marco de un
debate sobre el caso de Bruguera que se desarrolla en la página web de
la Fundación Cisneros, dedicada a la promoción del arte en América Latina.

Se trata de una acción significativa, dado que esta exposición, que se
presentará en La Habana en el marco de la Bienal, ha sido descrita como
un hito histórico del intercambio cultural entre Cuba y Estados Unidos.
La muestra "representa el mayor intercambio de artes visuales entre
ambos países desde hace más de 50 años", señala The Bronx Museum en su
página web.

"Le pido al museo [Bronx Museum] que retire mi pieza mientras no se haya
liberado a Tania Bruguera, y le pido a mis compañeros dentro de la
exposición que hagan lo mismo. No sean espectadores pasivos", pide
Ramírez Jonas en su escrito.

El artista asegura que le hace "muy feliz" el diálogo actual entre La
Habana y Washington y subraya que "esta apertura implica que ahora
podremos tener intercambios culturales donde finalmente estarán
incluidas nuestras simpatías y diferencias".

"Formo parte de una expo llamada Wild Noise, —escribe— y eso es justo lo
que quiero: hacer ruido", añade el creador.

Por su parte, el historiador, curador y crítico Gustavo Buntinx, que ya
se había pronunciado sobre el caso, también se ha sumado al debate y ha
pedido a la organización de la Bienal "que asuma una elemental defensa
de la libertad, artística y ciudadana".

"Pedir lo imposible (mayo 68) vuelve a ser un acto de realismo político.
Y poético. Es mi convicción, pero no un mandato que pretenda imponer.
Otros tendrán ideas distintas de cómo mejor avanzar la noble causa. Yo
simplemente asumí una actitud personal, procurando una coherencia ética
con algunos principios esenciales que creo deben enraizarse también en
la praxis estética", escribió Buntinx en la página de la Fundación Cisneros.

El curador aseguró que le subleva "recibir una invitación para el foro
teórico de la Bienal de La Habana en el momento preciso en que las
entidades responsables de ese encuentro participan en la represión
generalizada sobre el pensamiento y la praxis disidente en Cuba".

En su texto afirma sentir "tristeza" por su generación, "forzada por la
historia a extremar sus juventudes en resistencias arduas contra las
dictaduras de derecha. Y ahora, arañando la ancianidad, exigida por la
conciencia a resistir con toda militancia contra las dictaduras de
izquierda. Aquellas que se han apropiado de nuestros mejores ideales
para perpetuarse en el poder e imponernos los sistemas más oprobioso".

Para el autor, "la tarea revolucionaria actual es redimir la palabra
'revolución' de cualquier connotación opresiva y totalitaria" y agrega
que no ve "horizonte ético posible para la izquierda latinoamericana sin
una ruptura profunda con las tiranías de Cuba y Venezuela".

Oposición al boicot

Contrario al boicot se manifiesta el artista y teórico Luis Camnitzer
aunque admite que "uno puede discrepar de la posición que el Gobierno
cubano tiene con respecto a la libertad de expresión, con cómo se
controla la disidencia, de la definición cubana de democracia y, en
general, de las desviaciones de la utopía prometida por la Revolución".

"Pero de ahí —asegura— a tratar de eliminar la actividad cultural más
abierta del país [la Bienal], la que sirve para esos diálogos que están
por encima de la mezquindad de los bloqueos externos y de las
represiones internas, me parece que solamente le puede servir a los
extremistas fanáticos, dañar a los artistas y al público cubanos, y no
tener mayor efecto político".

Para este teórico, "los propulsores de un boicot a la Bienal no tienen
empacho en participar en las bienales organizadas en países tan o más
represivos que Cuba (China, Turquía, Rusia, Emiratos, para citar
solamente algunos), cosa que le quita la seriedad a la propuesta".

La periodista y crítico de arte Laurie Rojas, por su parte, cree que el
boicot "tendría que ser una respuesta real y poderosa a la situación de
artistas como Tania Bruguera".

En este sentido, la autora escribe que "los patronos del MET y el MoMa
deberían dejar de visitar los estudios de La Habana, y los artistas de
renombre —Anish Kapoor, Daniel Buren, Tino Seghal— deberían rehusarse a
exhibir su obra allá" porque "se necesita desacreditar al evento y su
supuesta descentralización, colaboración e inclusión social".

Para la periodista "hay que disipar la idea romántica de que la Bienal
actual sigue siendo parte de 'un sitio histórico de resistencia'".

De no ser así, "la única auténtica alternativa" para mostrar solidaridad
con el caso de Bruguera, "es hacer acto de presencia y brindar un apoyo
crítico, a sabiendas de que la Bienal no puede transformarse desde
afuera y mucho menos si las condiciones en Cuba no cambian".

Finalmente, al debate se suma Carmelita Tropicana, artista de
performance, escritora, actriz y docente. "El boicot me remite a los
viejos bloqueos, y es por eso que prefiero participar [en la Bienal]",
escribe.

Esta artista cree que "quienes vayan a la Bienal pueden apoyar la causa
de los artistas cubanos, ya sea presionando a los programadores del
evento o estableciendo un diálogo con otros países sobre la libertad de
la expresión artística".

Dice la autora que "Cuba no es el único país que censura a sus artistas"
y recuerda que "en los 90, en Estados Unidos estuvimos metidos en el
embrollo de las Culture Wars". Es por ello, añade, que su decisión será,
"como acto político, ir a la Bienal y encontrar maneras de conectarme
con el problema".

En las últimas semanas, Tania Bruguera ha anunciado que denunciará al
Gobierno cubano por una campaña de difamación orquestada por los medios
oficiales que la acusan de "mercenaria". Diversas acciones globales han
puesto el foco sobre su caso, mientras que artistas cubanos que
participarán en la Bienal —consultados por DIARIO DE CUBA— han preferido
guardar silencio y no posicionarse sobre la situación en la que se
encuentra la artista.

Source: Artistas y críticos debaten medidas de presión por el caso
Bruguera | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1431024351_14439.html

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