Sunday, April 19, 2015

Salud para algunos

Salud para algunos
FERNANDO DÁMASO | La Habana | 18 Abr 2015 - 11:47 am.

La Habana va a ser sede de una convención sobre la cobertura universal
de los servicios médicos. Las delegaciones extranjeras no conocerán el
estado de los hospitales cubanos.

Próximamente, del 20 al 24 de abril, se celebrará en La Habana la
Convención Internacional Cuba-Salud 2015, bajo el lema "Salud para
todos, cobertura universal".

Según sus organizadores, La Habana "será la capital de la salud pública
mundial". Entre las muchas temáticas a discutir se anuncian: "el estado
de salud de la población y sus determinantes sociales" y "la
organización de los sistemas sanitarios y servicios asistenciales, para
resolver esos problemas con soluciones costo eficaces, que permitan
brindar el más elevado nivel de atención médico social a la población de
manera sostenible, en un marco siempre de equidad y justicia social".

Como ya se asegura, el evento tendrá gran importancia y aportará muchos
valiosos resultados.

Casualmente en estos días, por problemas de salud de familiares y amigos
cercanos, he tenido que visitar algunos hospitales de la ciudad de La
Habana, concretamente el América Arias, conocido popularmente como
Maternidad de Línea; el Joaquín Albarrán, conocido como el Clínico
Quirúrgico de 26, y el Calixto García. Debo señalar que, por lo general,
el profesionalismo del personal médico y de enfermería es encomiable y
merece el mayor respeto. Sin embargo, las condiciones
higiénico-sanitarias y el estado constructivo de estos centros de salud,
dejan mucho que desear.

Todos están afectados por problemas similares: falta de mantenimientos y
de reparaciones durante años y, cuando al fin se hacen, como sucede en
algunas áreas del Calixto García, se realizan con baja calidad por
personal sin la calificación requerida, sin asegurarse posteriormente el
cuidado de lo reparado, lo que produce su rápido deterioro.

Pueden encontrarse entonces salas de cirugía sin condiciones de asepsia
o cerradas por largos períodos de tiempo; locales sucios y
antihigiénicos, donde los pacientes deben esperar para consultas o donde
son hospitalizados; falsos techos con roturas y moho; filtraciones en
pisos y paredes; elevadores clausurados y, el que funciona, sucio y
utilizado para todo (trasladar enfermos, visitantes, cadáveres, basura,
comidas, etcétera), como sucede en el Joaquín Albarrán; muebles
descascarados y faltos de pintura; locales clausurados o en peligro de
derrumbe y prestación de servicios en áreas limitadas, como sucede en el
América Arias; sanitarios sin herrajes y con salideros; sistemas
eléctricos colapsados; puertas y ventanas rotas, defectuosas o mal
instaladas, así como otros muchos males.

Quien tenga dudas sobre estas realidades, puede comprobarlas acudiendo a
los mismos como simple ciudadano. Estoy seguro que descubrirá muchas más.

Estos centros, como es de suponer, no forman parte del "circuito
turístico" por el que nuestras autoridades pasean a los visitantes
extranjeros, para mostrarles los "éxitos" del sistema de salud cubano.
De seguro, no serán tampoco visitados por los participantes en
Cuba-Salud 2015. Tampoco parecen interesar al titular de la salud,
dedicado principalmente a "exitoso empresario" para el alquiler de
médicos a otros países y a luchar contra la epidemia de ébola en África,
actividades que aportan más dividendos económicos y políticos, y con
poco tiempo para ocuparse de la salud en Cuba.

Esta situación no es única de estos centros y se encuentra bastante
generalizada, con excepción de aquéllas clínicas y hospitales para
dirigentes, sus allegados y funcionarios escogidos, y los que ofrecen el
denominado "turismo de salud" a extranjeros, en divisas contantes y
sonantes.

El desastroso estado de los centros de salud que atienden a los cubanos
de a pie, además de una vergüenza para quienes se autoproclaman (con el
beneplácito de la OMS) paladines de la salud mundial, es también una
falta de respeto al personal médico y de enfermería que tiene que
prestar sus servicios en ellos y a los enfermos que están obligados a
utilizarlos.

Aunque la propaganda del Ministerio de Salud Pública, e inclusive sus
recetas impresas, proclaman: "Los Servicios de Salud en Cuba son
Gratuitos pero CUESTAN"", la realidad no es así. Estos servicios de
salud ya han sido más que pagados por cada trabajador y trabajadora de
este país, inclusive por quienes nunca o muy pocas veces han hecho uso
de ellos, con lo que han dejado de recibir durante 56 años cobrando
salarios de miseria. Además, si le cuestan a alguien, es a los ciudadanos.

Antes, durante la República, cuando se quería halagar la limpieza y la
higiene, se decía: "Está tan limpio como un hospital". Decirlo hoy sería
una ironía y hasta una ofensa.

Source: Salud para algunos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1429330615_14069.html

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