Friday, April 3, 2015

Los CDR y la participación ciudadana

Los CDR y la participación ciudadana
Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) tienen una estructura
controlada por el Estado que, además de su labor social, ejercen la
principal misión de vigilar y controlar la vida tanto pública como
privada de las personas
jueves, abril 2, 2015 | Martha Beatriz Roque Cabello

LA HABANA, Cuba. -Siempre que sale a colación el tema de la democracia y
el régimen cubano, los altos dirigentes suelen decir que este es el país
más democrático del mundo y la última versión es que "la democracia es
interpretativa y cada país la entiende a su manera".

Eso mismo sucede con la participación ciudadana, que conlleva la
receptividad del gobierno, para escuchar lo que los ciudadanos les
quieren transmitir para contribuir a mejorar la política y la gestión en
los asuntos públicos; es oír a todo el que quiera implicarse en los
problemas que afectan al pueblo, permitiéndole aportar puntos de vista,
inquietudes y posibles soluciones.

Sin embargo, aunque el régimen hace gala de ello, el poder totalitario
se impone ante el casi nulo poder del pueblo, por lo que ejercer la
participación ciudadana se hace bien difícil en Cuba; evitando
contribuir a ampliar la democracia participativa.

En la actualidad, en la sociedad democrática moderna, otra forma en que
se manifiesta la participación ciudadana es a través de las ONGs, que en
la mayoría de los casos pugnan por ciertos temas de carácter social y
humanitario.

El régimen de forma general presta muy poca atención a la participación
de los ciudadanos, no obstante a través de las "encuestas de opinión",
que hace de forma constante, conoce a la perfección lo que piensan, pero
sin existir carácter interactivo.

Y es que, según plantea la Constitución de la República en su artículo
62, ninguna de las libertades reconocidas a los ciudadanos, puede ser
ejercida contra lo establecido en la Constitución y las leyes, ni contra
la existencia y fines del Estado socialista, ni contra la decisión del
pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo.

Es por eso que para mantener un mayor control de la participación
ciudadana, están las "mal llamadas" Organizaciones No Gubernamentales, a
las que el régimen quiere se reconozcan como miembros de la sociedad
civil, y que en el contexto oficial reciben el nombre de organizaciones
de masa. Entre ellas sobresalen los Comités de Defensa de la Revolución
(CDR).

Esta organización fue fundada por Fidel Castro el 28 de setiembre de
1960, en un acto público frente al hoy Museo de la Revolución, con el
objetivo de desempeñar tareas de vigilancia colectiva frente a la
injerencia externa y los actos de desestabilización del sistema político
cubano.

Los CDR tienen una estructura controlada por el Estado que, además de su
labor social, ejercen la principal misión de vigilar y controlar la vida
tanto pública como privada de las personas y de todos los vecinos, desde
un nivel muy cercano.

A pesar de considerarlos como una ONG, se puede ver de forma pública,
que sus suministros provienen del gobierno, aunque recogen una cuota
mensual por miembro de 25 centavos moneda nacional para el
financiamiento. Por ejemplo los autos de la nomenclatura de los CDR –a
todos los niveles- tienen el logotipo de la organización y la chapa
estatal. Cuentan con un número considerable de edificaciones para
mantener la estructura de provincia, municipio y zona. Si se decidiera
eliminar al menos una de estas categorías organizativas, se podría
solucionar la vivienda a algunas de las familias sin techo en el país.

Uno de los argumentos oficiales para considerar los CDR como
fomentadores de la participación ciudadana en tareas de todos, es su
intervención en las elecciones. Según el Artículo 68 de la Ley 72 (Ley
Electoral), esta organización integra la Comisión de Candidatura, junto
a otras supuestas ONGs, como son: la Central de Trabajadores de Cuba
(que la preside), a Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Estudiantes de
Enseñanza Media y la Federación de Estudiantes Universitarios.

Los CDR son los encargados de mantener actualizado el Libro Registro de
Direcciones, que es un padrón oficial en el que deben inscribirse los
ciudadanos cuando se mudan de un lugar para otro. En la mayoría de los
casos está a cargo del libro el presidente o el responsable de
vigilancia. Es difícil entender que un documento oficial que sirve
–entre otras cosas- para elaborar las listas de electores, esté en manos
de una organización no gubernamental y que incluso la Ley regule que los
responsables de los Libros de Registro de Direcciones tienen que
elaborar, dentro del término de los quince días siguientes a la
publicación de la convocatoria a elecciones en la Gaceta Oficial de la
República, una relación de los ciudadanos que siendo residentes en su
demarcación, tengan, a su juicio, derecho al voto, de acuerdo con lo
establecido.

Además los CDR son la fuente de información primaria para la
"verificación" que se hace de las personas, por los centros de trabajo,
la policía, la Seguridad del Estado, etc., lo que implica -de igual
forma- una obligación con el Estado y un vínculo oficial.

Entre otras tareas tienen: la donación de sangre, la limpieza de calles
en fechas señaladas, la recolección de materia prima, la participación
en mítines de repudio contra aquellos que disienten del régimen y la
constante vigilancia a los vecinos de la cuadra. En algunas zonas
costeras deben apoyar la lucha y vigilancia contra posibles
infiltraciones de paquetes de drogas por los mares que rodean la isla.
Tienen metas que cumplir en el apoyo a las campañas movilizadoras para
los desfiles y concentraciones en las Plazas de las diferentes provincias.

Bastaría ver un programa televisivo de factura oficial, por el
Ministerio del Interior, de nombre Tras la Huella, donde muestran de
forma pública que su principal fuente de información son los CDR.

Es posible que también consideren participación ciudadana, la tarea de
nominar las personas –en reuniones del barrio- para que se les vendan
televisores o se les asignen teléfonos. Han estado tan vinculados a las
tareas estatales, que incluso cuando el éxodo del Mariel se les ordenó
distribuir las casas que se quedaron vacías.

Los CDRs violan los derechos humanos, porque han estado involucrados en
los "actos de repudio", los cuales han incluido abuso, intimidación y en
ocasiones, maltrato físico en contra de aquellos que sean estimados de
"contra-revolucionarios", o enemigos de la Revolución. Todavía en la
mente de dos de las generaciones que han pasado por la dictadura, están
presentes los sucesos del Mariel, en los que participaron activamente
los CDR, acosando a familias completas, maltratándolas físicamente y de
palabra, solo porque deseaban emigrar.

Aunque durante toda la existencia de esta organización, se pueden
enumerar numerosos hechos que permiten afirmar que es "oficialista",
habría que destacar que los Coordinadores Nacionales de los CDR han sido
miembros del Consejo de Estado en las VIII Legislaturas que se han
tenido: Jorge Lezcano Pérez, Armando Acosta Cordero, Sixto Batista
Santana, Juan Contino Aslán y Juan José Rabilero Fonseca; estuvieron
representando esta "ONG", hasta el 2013. De igual forma en su momento
fueron miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Esta es la participación ciudadana de la cual irá a hablar la dictadura
castrista en la VII Cumbre de Las Américas, a través de sus voceros
oficiales.

Source: Los CDR y la participación ciudadana | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/los-cdr-y-la-participacion-ciudadana/

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