Wednesday, April 8, 2015

La casualidad denunció al cerrajero

La casualidad denunció al cerrajero
En Cuba, el país del absurdo, se pagó a un modesto cerrajero 1 024
544.86 pesos (46,719.24 dólares), y 30 964.75 CUC divisas (35 299.81
dólares), en el curso de un año (2013-2014) por trabajos no realizados
lunes, abril 6, 2015 | Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba. -En Cuba, el país del absurdo, se pagó a un modesto
cerrajero 1 024 544.86 pesos (46,719.24 dólares), y 30 964.75 CUC
divisas (35 299.81 dólares), en el curso de un año (2013-2014) por
trabajos no realizados. Si esto ocurrió en una empresa de correos del
Municipio Marianao, La Habana, puede imaginarse lo que ha sucedido en
todo el país durante decenios. Las causas son muchas, desde cuando a
comienzos de la década de 1960 se eliminó la contabilidad, los contratos
y operaciones bancarias, hasta la crianza bajo el engañoso trato del
sociolismo –por carencias o corrupción-, el descontrol, la caída del
poder adquisitivo del salario, la deformación de valores éticos y
morales, la impunidad porque no se sabe dónde empieza la cadena y no se
espera la detección y el castigo.

El desfalco se descubrió por casualidad, según un artículo del periódico
Granma del 3 de abril, que narra los hechos y anuncia las condenas a los
7 implicados. En reunión de la nueva dirección de Empresa de Correos
Habana Oeste, una contadora informó sobre un cheque aparentemente en
tránsito por valor de 3 633,75 CUC consignado a la Agencia Sasa Moto,
que prestaba servicios de reparación de vehículos, pero el técnico de
transporte expresó que no conocía esas reparaciones y aseguró que no se
habían efectuado. La investigación llevó a facturas de un cerrajero,
trabajador por cuenta propia, por el importe total del cheque. El
escrito aclara que "no se trata de un enfrentamiento contra los
trabajadores por cuenta propia", lo cual es oportuno, pues este caso
podría estar ocurriendo en muchos lugares, desde antes de existir el
cuentrapropismo y desencadenar justificación para obstruccionar esta
nueva modalidad de empleo, por parte de aquellas fuerzas negadas a la
apertura de la actividad económica al margen del rígido control estatal.

El cerrajero había suscrito un contrato en 2012 y realizado trabajos sin
fraude, pero en marzo de 2013 se hizo un suplemento al contrato para
comenzar el fraude. La directora de la empresa desconocía esos malos
manejos, ya que había delegado en la jefa económica, y nunca controló el
estado financiero de la empresa. La instancia superior alega que las
empresas cuentan con determinadas facultades que las vuelven más
independientes jurídica y económicamente. Aunque reconoce que debe
mejorar su función de supervisión y control, señaló que durante la etapa
se había percatado de que los ingresos no se correspondían con la
historia de la entidad y efectuaron acciones de control, pero no
lograron detectar lo que realmente sucedía.

El juicio oral se efectuó el 29 de diciembre de 2014, y la sentencia se
publicó el 3 de marzo de 2015, con sanciones de privación de libertad
por 10 años para la directora económica, 9 años para el cerrajero, 1 año
para la directora de la empresa, 5 años subsidiado por trabajo
correccional con internamiento para el jefe de contabilidad, 1 año
subsidiado por igual período de trabajo correccional sin internamiento
para la contadora que detectó el fraude, multa de 200 cuotas de 10 pesos
moneda nacional a una contadora, y absolución para una contadora.
Condenas realmente elevadas para los delitos cometidos y que deberán
cumplirse en prisiones con condiciones deplorables. Además, la directora
económica, el cerrajero y el jefe de contabilidad deberán reparar de
forma solidaria el daño material ocasionado a la empresa.

Las auditorías efectuadas desde la creación de la Controlaría General de
la República detectan delitos, pero una apreciable cantidad no descubre
el gran entramado de pícaros, sobornos y corrupción. La supuesta
ingenuidad de la directora de una empresa se cuestiona en el artículo.
Acaso no resulta absurdo suponer que se crea que un simple cerrajero
pueda ganar tanto dinero por su trabajo. Junto a la deformación social
nutrida durante decenios, la situación económica precaria es el caldo de
cultivo, pues mientras el trabajo no propicie un salario capaz de cubrir
al menos las necesidades fundamentales, la represión no resolverá esos
problemas. El presidente Raúl Castro reconoció hace algunos años que el
salario no alcanza para vivir en Cuba.

Source: La casualidad denunció al cerrajero | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/la-casualidad-denuncio-al-cerrajero/

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