Saturday, April 4, 2015

Exiliado prepara viaje masivo en desafío a las autoridades migratorias de Cuba

Exiliado prepara viaje masivo en desafío a las autoridades migratorias
de Cuba
Al igual que muchos, ha padecido la arbitrariedad de no poder entrar a
su país a pesar de haber pagado por un pasaporte cubano.
Jorge Ignacio Pérez
abril 03, 2015

Desde Tortosa, en Cataluña, Urbano González está organizando un viaje a
Cuba para personas que no tengan habilitado el pasaporte; un viaje
masivo, por mar y por aire, dice. El objetivo es crear una crisis al
régimen de la isla, ahora que nuestro país está en "boca" de los
principales medios de comunicación del mundo.

La idea será puesta en marcha mediante las redes sociales de internet.
Urbano González se inspiró en la deportación esta semana al artista
plástico Aldo (Maldito) Menéndez, residenciado en Madrid. A Menéndez,
con pasaporte en vigor, lo devolvieron en el mismo avión de Air Europa
que abordó en la capital española, y de donde no lo dejaron moverse unos
militares avisados de antemano. Asombrosamente, el capitán de la nave
colaboró con los agentes al solicitar previamente al artista que no se
moviera de su asiento hasta que no salieran todos los pasajeros.

En mayo de 2010, Urbano González tuvo la suerte de bajar a tierra pero
fue retenido por la policía de frontera y también devuelto en el mismo
avión de Iberia que le cruzó el Atlántico. A diferencia de Menéndez, él
llevaba el sello de habilitación de pasaporte, expedido en el Consulado
de Cuba en Barcelona, que permite a los cubanos ingresar a su país si
viven en el extranjero. Es prácticamente un visado. Esto quiere decir
que el pasaporte puede estar en vigor para entrar a cualquier país pero,
si no lleva el sello de "habilitación", no sirve para Cuba.

Urbano, con todo en regla, fue sorprendido por una negativa rotunda y un
silencio "administrativo" que no comprendió hasta que logró armar las
piezas, horas más tarde. No recibió notificación por escrito de su
deportación. Fueron 40 horas de viaje en total, con la intención de
pasar 15 días con su familia después de 4 años sin verse.

Su investigación –a título personal– arrojó el resultado de que,
producto de manifestarse contra el gobierno de Cuba en las puertas del
Consulado de Barcelona, le había sido negada la vuelta a su país.
Presuntamente, el cónsul Carlos Castillo Calaña había pasado fotos
hechas por él mismo desde el balcón de la sede diplomática, y la
denominada Seguridad del Estado en la isla optó por la deportación.

El penoso viaje de Urbano González (su nombre es igual al de un famoso
pelotero cubano de los años 70) dejó a la madre, que estaba enferma, del
otro lado desconsolada, sobre todo porque un oficial que debió avisarle
nunca lo hizo. Cuando la madre cursó una reclamación en el aeropuerto de
La Habana, le dijeron que su hijo no abordó ese avión en Barajas.

El plan de esta familia era reencontrarse el Día de las Madres, el hijo
que vive en Cataluña, y la hija que entonces vivía en Venezuela.

A la vuelta de cinco años, Urbano acaba de renovar su pasaporte en el
consulado de Barcelona. Lo necesita para trámites en España y no ha
conseguido aún la nacionalidad de ese país. Acaba de pagar 180 euros por
la renovación, solo válida por dos años. Al término de este tiempo,
tendrá que abonar otros 90 euros hasta completar seis años.

Pero hay un detalle interesante: Su pasaporte no lleva el sello de
"habilitación" para entrar a Cuba. Esto le confirma que continúa vetado.

En conversación con Martí Noticias, el exiliado confirmó que el cónsul
Castillo Calaña no está en funciones allí. Quien lo ha relevado tiene
órdenes de no extenderle el sello de entrada.

Cuando el Gobierno de la isla instrumentó la denominada "habilitación"
–por aquella fecha en que Urbano González fue deportado– dijo que se
trata de un mecanismo más cómodo para el viajero cubano, inaugurando así
una estampilla que venía a suplir un visado que no existía físicamente
dentro del documento, sino que se dejaba a merced de las listas negras
del control de aeropuertos de la isla.

El artista plástico Aldo Menéndez, sin su pasaporte "habilitado" pero
válido para otros países, emprendió el vuelo a cuenta y riesgo, no sin
antes negociar con la línea Air Europa para que lo dejara subir al avión.

A día de hoy, tanto Menéndez como González no se explican cómo una línea
aérea no cubana colabora con los controles del régimen de la isla, tanto
el personal de cabina como el que trabaja en tierra.

Este reportero ha podido comprobar en el aeropuerto de Barajas que las
empleadas de Air Europa chequean los pasaportes cubanos en la fila para
subir al avión, esto después de que el viajero haya conseguido el pase a
bordo. Al preguntarle a la empleada por qué lo hacen –buscan, entre las
hojas, el mencionado sello de "habilitación"–, ésta respondió que con
eso se quitan el problema de tener que regresar con alguien sin asiento
reservado.

En la conversación que sostuvo González con Martí Noticias recordó que,
hace casi cinco años, cuando fue deportado, no recibió atención especial
de la tripulación de Iberia, aun sabiendo ésta que el pasajero se
exponía a casi 20 horas de viaje trasatlántico, en ida y vuelta. Lo
ignoraron, dice, y al volver a Madrid le preguntaron los de inmigración
si había tenido algún problema con la justicia. Como para España tenía
todos sus papeles en regla, le dieron la bienvenida sin más.

Dos años después (2012), Urbano González, su madre y su hermana se
reencontraron en un tercer país. Fue en Chile, el doble del trayecto
hacia La Habana.

Hoy Urbano es un activista en las redes sociales cubanas. Tiene 43 años
y es gestor de redes y marketing on line. Padre de una niña de meses,
continúa viviendo en Tortosa, un pueblo de la provincia de Tarragona –la
Cataluña profunda– adonde, por suerte, llega el tren.

Source: Exiliado prepara viaje masivo en desafío a las autoridades
migratorias de Cuba -
http://www.martinoticias.com/content/exiliado-prepara-un-viaje-masivo-en-desafio-a-las-autoridaes-migratorias-de-cuba/90162.html

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