Sunday, April 19, 2015

Del odio a la desaparición del comunismo cubano

Del odio a la desaparición del comunismo cubano
KAREL BECERRA | Buenos Aires | 18 Abr 2015 - 11:48 am.

Ahora podremos asistir al contraefecto del odio a EEUU impuesto en Cuba.

Durante mas de 50 años los Castro han desafiado a EEUU, y ese podrá ser
su legado para los libros, pero la realidad será totalmente opuesta. Las
relaciones entre lo que es hoy Cuba y EEUU datan de mas de 250 años
atrás. No hay más que tomar en cuenta el Tratado de París, firmado en
1763 entre el entonces reino de Gran Bretaña y España, donde, entre
otros puntos, los ingleses cedían el puerto de La Habana y los españoles
daban a cambio la península de Florida.

Existen otros hechos no menores, como la participación de Theodore
Roosevelt en la guerra de independencia cubana, para luego convertirse
en presidente de EEUU de 1901 a 1909. Aunque hoy, probablemente,
Roosevelt sea más recordado por los cubanos por la película Una noche en
el Museo.

Ante esta realidad cultural, que incluye el hecho de que para 1959 había
más norteamericanos viviendo en Cuba que cubanos en EEUU, ¿qué cambios
produjo el régimen castrista? Pues romper de cuajo un vínculo que sería
como prohibir en Uruguay el mate, en México los tacos o en Brasil el fútbol.

En lo personal, luego de dos años en África como médico​,​ mi padre
trajo de regalo a mi hermana unos jeans que tenían una minúscula bandera
norteamericana bordada. Mi hermana​,​ aún recuerda como hilo por hilo se
eliminó "la parte de las estrellitas"​,​ y con ello se consiguió evitar
que aun siendo una niña de 12 años​​ fuera acusada en la escuela de
"diversionismo ideológico"​.​

Pero​, ¿​cuál ha sido el resultado de esta política de odio? Por una
parte​,​ un país arruinado y de huída. Apenas existe en Cuba un joven
que no sueñe con irse fuera, incluidos los comunistas, para "coger un
aire". Refuerzan esta visión​ las últimas encuestas que muestran al
presidente de EEUU con mejor imagen que la de la gerontocracia
comunista. Esto sin tomar en cuenta al 15% de la población, los nativos
y descendientes cubanos viviendo en EEUU​,​ donde la preferencia debe
llegar al 100%.

Y el solo hecho de que la encuesta sea posible​,​ dice mucho del asunto.
Cualquier chileno o argentino podría hasta sentirse ofendido en caso de
ser preguntado acerca de a quién prefiere, a su presidente o a Obama.

No siendo esto suficiente, el confrontamiento ayudó a que hoy somos la
minoría con mayor representación en el congreso de EEUU. Con ello, la
influencia y poder es muy superior al que hoy se tuviera de no haber
implantado el comunismo en Cuba​.​ ¿Tendríamos en ese caso congresistas
o aspirantes a presidente cubanoamericanos? No, pues posiblemente hoy​
ellos estarían compitiendo por su candidatura en Cuba.

El contraefecto queda rematado con una ley que increíblemente, y no
siendo este su propósito, terminará por decantar a la isla caribeña
hacia "la Unión". Tal como dijo John Quincy Adams en 1823: "hay leyes de
gravitación política, como físicas; como mismo una manzana no puede
elegir no caer en la tierra, Cuba, separada de España, tiene que
gravitar hacia la Unión, y la Unión, en virtud de la propia ley, no iba
a dejar de admitirla en su propio seno".

En 1966 el Congreso de EEUU aprobó la "Ley de Ajuste Cubano", que se
resume de este modo: "si un cubano permanece en EEUU durante un año, y
un día, sin importar su estatus, puede ajustar su condición y
convertirse en residente permanente". Entonces un cubano, rechazado en
cualquier rincon del mundo, incluso como ciudadano de segunda en su
propio pais, al año y un día, si lo desea, obtiene la tan preciada green
card. ¿No es eso un efecto colateral increible?

¿Que impacto tendrá esto en el largo plazo, independientemente de la
inminente caída del comunismo? Hoy el régimen se ha visto obligado a
permitir la salida de los cubanos, con el recurso adicional de que
pueden permanecer fuera de Cuba por un periodo de hasta 24 meses. El
Gobierno de EEUU ha facilitado las visas, pasando estas a tener una
duración de hasta 5 años con múltiples entradas. Por otra parte, tenemos
un pasaporte cubano que necesita visado para viajar hasta la esquina.
Más que cargar con un pasaporte, los cubanos cargan con una cruz.

Cualquier cubano con dos dedos de frente, al viajar a EEUU ya sea por
estudio, trabajo o turismo, optará al cabo de un año por la green card,
dejando abierta la posibilidad de solicitar la nacionalidad
norteamericana pocos años después. Cualquier joven talentoso que pueda
ganar una beca regresará a Cuba con su título, nacionalidad y pasaporte.
Podrá recorrer el mundo o trabajar desde Alemania a Nueva Zelanda,
aunque no como cubano, sino norteamericano.

Si proyectamos todo esto en el futuro, sumado a los miles de cubanos que
con su nacionalidad o green card regresaran a Cuba, más tarde que nunca
tendremos una enorme parte de la población que gravitara hacia la tan
"rechazada" Unión. A fin de cuentas, el régimen comunista logrará el
efecto más "indeseado" haciendo desaparecer al mismísimo Partido
Comunista. En unos años, y me atrevo a pronosticar que pocos, de hacerse
un plebiscito en Cuba la gran mayoría optará por ser un Estado con
plenos derechos y deberes, y representados con voz y voto en el Congreso
de EEUU.

Y algunos se preguntarán: ¿habrá sido esto parte de un plan o
simplemente es producto de la "contra finalidad de las cosas"?

Source: Del odio a la desaparición del comunismo cubano | Diario de Cuba
- http://www.diariodecuba.com/cuba/1429328260_14067.html

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