Saturday, April 11, 2015

Cuesta arriba en Panamá

Cuesta arriba en Panamá
PEDRO CORZO
04/09/2015 2:44 PM 04/09/2015 2:58 PM

Es de esperar que para los opositores cubanos el encuentro cumbre de
Panamá signifique un antes y un después en lo que respecta a su
capacidad de trabajar a favor del proyecto de cambio que representan
para su país.

Sus posibilidades de influenciar a diferentes sectores políticos del
hemisferio se incrementarán. Tendrán contacto con políticos,
intelectuales, dirigentes sindicales y representantes de la sociedad
civil, lo que redundará satisfactoriamente en las futuras actividades
que cumplan en la esfera internacional a favor de la democracia para Cuba.

El reto para los activistas cubanos pro democracia no tiene precedentes.
Es la primera vez en más de seis décadas que expondrán ideas y proyectos
ante funcionarios de la dictadura sin que éstos puedan recurrir a la
fuerza para silenciarlos.

Cierto es que en los últimos meses intelectuales cubanos contrarios al
gobierno y dirigentes de la oposición residentes en la isla, han viajado
con frecuencia al exterior para participar en eventos y encuentros de
importancia, pero la reunión en la ciudad del istmo es mucho más
trascendental para el propósito de cambio que ellos sintetizan.

Los que representan en Panamá a la Cuba plural y democrática habrán de
vencer la enemistad de los partidarios de la dictadura insular,
gobiernos y sectores políticos, pero también su sola presencia será un
testimonio vívido para aquellos que por décadas, han afirmado que la
absoluta mayoría de la población de la isla respalda la dictadura.

Los Castro siempre han contado con una fuerte y comprometida clientela
política en todos los países del continente y Panamá no es la excepción.
La embajada de Cuba en el istmo es importante y cuenta con cuantiosos
recursos. No se debe obviar que en la zona franca panameña la dictadura
castrista ha realizado numerosos negocios, incluidas transacciones
vinculadas al narcotráfico.

Muchos de los grupos que defienden el totalitarismo caribeño son
financiados desde La Habana, otros son receptores de diferentes tipos de
ayuda para la promoción de planes institucionales o personales, y todos
cumplirán a pie juntilla lo que demande la dictadura.

El castrismo cuenta con el apoyo irrestricto de los gobiernos de los
países del ALBA. Esta alianza antidemocrática es otra enemiga, no rival,
de los demócratas cubanos. Las actividades que organicen en el marco de
la Cumbre serán explícitas en apoyar a los Castro y las que organicen al
margen del evento tendrán el mismo objetivo.

Muchos exiliados cubanos han padecido a través de los años y en eventos
similares, la discriminación de numerosos políticos, organizaciones y
hasta de medios de información.

En más de una ocasión fueron atacados por funcionarios y periodistas del
régimen.

Durante años agrupaciones de exiliados organizaron cumbres paralelas en
las sesiones de la desaparecida Comisión de Derechos Humanos de Naciones
Unidas en Ginebra y en otras citas similares, pero esta es la primera
vez que cubanos demócratas de una y otra orilla estarán presentes en un
cónclave de estas características.

Los opositores cubanos en Panamá, tanto los de la isla como los
exiliados, serán vilipendiados y atacados. Sus esfuerzos por divulgar la
realidad cubana serán torpedeados. En más de una ocasión serán
provocados y las más de las veces ignorados por aquellos que defienden
una tiranía que rechazan para su país, pero su sola presencia mostrará
el compromiso de continuar un proceso de redención que ninguna voluntad
nacional o extranjera, sin importar su poderío o influencia, podrá detener.

Por otra parte la experiencia y los conocimientos que adquieran los
sectores de la oposición presentes en este evento, incrementarán su
capacidad para instrumentar proyectos sociales y políticos que logren
motivar a la mayoría ciudadana a asumir compromisos que posibiliten el
cambio que el país demanda.

Será la oposición interna la única con posibilidades de instrumentar
tales estrategias y la competente para sembrar y hacer germinar en el
ciudadano la esperanza de que el cambio de régimen es posible.

La oposición en el exterior podrá contribuir en el desarrollo e
instrumentación de las maniobras que se consideren eficaces, pero serán
los activistas de intramuros los artífices de una tarea compleja y
peligrosa que puede ser brutalmente reprimida por la dictadura.

El régimen ha generado en la mente colectiva de la nación por medio de
su instrumento más eficaz, la represión y su derivación: el miedo, una
especie de pandemia en la que los síntomas son la apatía, la
desconfianza y una profunda y amplia desesperanza, condiciones que al
ser erradicadas, harán que el ciudadano concientice que es el único
dueño de su destino.

Periodista de Radio Martí.

Source: PEDRO CORZO: Cuesta arriba en Panamá | El Nuevo Herald El Nuevo
Herald - http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article17962157.html

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