Thursday, March 26, 2015

Vale la pena el intento

Vale la pena el intento
HILDEBRANDO CHAVIANO MONTES | La Habana | 26 Mar 2015 - 6:04 am.

El autor, periodista independiente, explica sus razones para presentarse
a las elecciones municipales del Poder Popular, luego de haber recibido
el apoyo de sus vecinos.

En los años 60 estudiaba como becado en el Instituto Tecnológico de
Química Mártires de Girón, ubicado en el municipio Playa, en La Habana.
Cada año los estudiantes participábamos de la zafra azucarera en tierras
camagüeyanas como cortadores de caña durante el tiempo que durara la
cosecha. Al ser distinguido como estudiante, machetero, deportista y en
fin, el joven integral modelo de hombre nuevo creado por la Revolución,
fui elegido para integrar las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Por ese entonces tendría alrededor de 16 años de edad, y aproximadamente
un año y algo más duró en mi poder el carnet de la UJC, pues fui
separado seis meses de la organización (nunca regresé) nada menos que
por ser liberal, lo cual en ese entonces me pareció una acusación
ofensiva e injusta entre otras cosas porque no tenía la menor idea de lo
que era ser un liberal.

Supuse entonces que tenía algo que ver con mi tendencia a hacer o decir
lo que me pareciera en el momento y lugar escogido por mí. Confieso que
en muchas ocasiones esto me ha traído problemas y durante años no lo
podía explicar hasta que descubrí algo muy sencillo, vivo casi desde que
nací bajo dictaduras, y las dictaduras enseñan a las personas a no decir
lo que piensan ni hacer lo que quisieran.

También las enseñan a ser intolerantes, y la conjunción de ambas
enseñanzas me enfrenta en este momento a un dilema. Los partidarios del
régimen, a pesar de que ahora hablan de aperturas y reformas, ven mi
candidatura a delegado del Poder Popular como un acto liberal que rompe
con los usos y costumbres establecidos tras décadas de sumisión
absoluta. Mientras que muchos opositores al Gobierno, aunque parezca
paradójico, coinciden en lo esencial con los del bando contrario pero
por distintas razones: aquellos no quieren que cambie nada, estos no
creen que nada vaya a cambiar. Es el matrimonio perfecto del inmovilismo
con la resignación.

Para unos y otros tengo argumentos simples pero sumamente importantes.
En la circunscripción donde vivo, por ejemplo, son vistos diariamente
algunos ancianos buscando alimentos en los latones de basura. Son los
llamados "buzos" que, con la cantidad de restaurantes existentes en la
zona, es una vergüenza que se vean obligados a buscarse el sustento de
manera tan humillante y antihigiénica sin que ningún delegado del Poder
Popular ni militante del núcleo zonal del Partido Comunista haya buscado
la colaboración de la administración de esos centros donde a diario se
arroja comida a la basura o se destinan las sobras a los planes porcinos
estatales y particulares. Los comedores públicos habilitados para
atender casos sociales, y que por no disponer de recursos ofertan un
menú de lágrimas, podrían servir como destino de estas donaciones.

Otro fenómeno social que sufre la indolencia de los llamados "factores"
(PCC, CDR, FMC, Poder Popular, etc), es el de las familias ocupantes
de las edificaciones en estado inhabitable o casi, los que por ser
personas de bajos recursos y no disponer de dos fiadores o codeudores
solidarios con más de 5.000 pesos en el banco, quedan excluidos de la
obtención de créditos para reparar sus viviendas.

Si los partidarios del no cambio pueden lograr que estos cubanos
necesitados resuelvan sus problemas humanitarios sin la intervención de
un intruso, felicidades, yo seguiré en mis actividades habituales. Si
los opositores al régimen pueden, desde afuera y ninguneados, ser oídos
para que el Gobierno resuelva algún problema de la comunidad, qué bueno.

Por mi parte, estoy convencido de que si un no-comunista logra hacerse
oír con plenos derechos en la Asamblea Municipal del Poder Popular del
municipio Plaza, los otros dejaremos de ser invisibles para la mayoría
de los cubanos y para el mundo. En el probable caso de que ningún
no-comunista elegido por sus vecinos lograra pasar al siguiente escalón,
de todos modos ya se estaría enviando un mensaje claro a la dictadura:
el pueblo pide cambios y está perdiendo el miedo.

Source: Vale la pena el intento | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1427293595_13594.html

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