Sunday, March 8, 2015

Oficial de la Guardia Costera habla sobre su trabajo con balseros cubanos

Oficial de la Guardia Costera habla sobre su trabajo con balseros cubanos
NORA GÁMEZ TORRES NGAMEZTORRES@ELNUEVOHERALD.COM
03/07/2015 9:52 PM 03/07/2015 10:23 PM

No es usual encontrar a un oficial de la Guardia Costera de Estados
Unidos en un evento académico, pero Fernando E. Pérez se acercó a la
reciente conferencia de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos celebrada en
Miami para aprender más sobre la realidad de una isla que conoce solo a
través del testimonio de balseros que buscan llegar a suelo estadounidense.

"Soy lingüista para el Guardacostas y mi trabajo normal es escuchar las
historias de los cubanos que tratan de venir a Estados Unidos. Nunca he
pisado Cuba pero he sido parte del proceso por el que los regresan a la
Bahía de Cabañas" –en la actual provincia de Artemisa– explica durante
uno de los recesos del evento, en la Universidad Internacional de la
Florida.

Según la actual política de "pies secos-pies mojados", puesta en vigor a
raíz de la llamada "crisis de los balseros" en 1994, los cubanos que
intentan llegar a Estados Unidos por vía marítima y son interceptados
por la Guardia Costera, son devueltos a la isla.

El trabajo de Pérez, una mezcla de traducción y asistencia psicológica,
trata directamente con el drama humano de la inmigración ilegal a través
del estrecho de la Florida e intenta abrir un canal de comunicación
entre los guardacostas y los cubanos.

"Muchas veces los barcos guardacostas no tienen alguien que hable
español. Ellos tienen que pasar allá a veces tres o cuatro días en
nuestros barcos, en lo que tenemos la oportunidad de devolverlos y,
durante el tiempo que están allí, hablo con ellos porque tiene que haber
un cierto nivel de comunicación", explica.

Sobre las operaciones de rescate de los guardacostas, explica que "en
ocasiones los encontramos ya cuando están cerquita, llegando a tierra
americana. A veces ellos mismos piden ayuda para el rescate, con luces,
o amarran ropa para pedir auxilio porque su motor se rompió y ya no
pueden seguir navegando".

Gracias a su contacto frecuente con estas personas que arriesgan mucho
para salir de Cuba, el oficial tiene información de primera mano sobre
sus motivos para emprender tan arriesgada travesía: "Muchos de ellos
salen en grupos de familiares, vecinos, gente del barrio", dice.

Pero Pérez no se ve solo como un oficial o un experto que puede cooperar
en las operaciones de rescate, sino como que intenta ser "como un
pariente para ellos, para que no vean que el guardacostas está ahí
solamente para recogerlos y mandarlos otra vez para Cuba" y añade:

"Yo solamente estoy ahí para escuchar sus historias y ser un poquito
humano con ellos. Ellos ven a los guardacostas como si fueran policías,
'esta gente nos recogió y nos van a llevar para Cuba', piensan. Yo estoy
ahí para hablar con ellos y decirles: 'yo sé que esta situación es un
poquito difícil pero tengan un poquito de fe".

"Tengo fotos aquí en mi teléfono de una nena como de tres años que había
tratado de cruzar ya como tres o cuatro veces con su mamá y su papá. Es
triste, yo he llorado muchos días con estas historias", recuerda.

Pérez, de 41 años, nació en Puerto Rico y lleva trabajando 22 años en la
Guardia Costera. Aunque su posición oficial se encuentra en Virginia,
viene hasta el sur de la Florida en períodos en que la Guardia Costera
ya ha identificado como de mayor tráfico en las aguas del estrecho,
sobre todo durante los meses del verano, en el que "históricamente los
cubanos piensan que tienen más oportunidades de llegar porque no tienen
que batallar con las condiciones del mar".

En enero de este año, el Nuevo Herald reportó sobre el aumento de la
inmigración de cubanos en 2014, la cifra más alta en una década, con más
de 20,300 que intentaron llegar o arribaron a EEUU.

Tras el anuncio del 17 de diciembre, la Guardia Costera intensificó el
patrullaje en las aguas del Estrecho de la Florida al notar un aumento
en el flujo de inmigrantes y emitió una declaración para asegurar que la
política de "pies secos/pies mojados" y la Ley de Ajuste Cubano, que
permite a los inmigrantes cubanos obtener beneficios y residencia
permanente de manera expedita, no habían cambiado a pesar de la nueva
política hacia Cuba.

Pérez confirmó que ha encontrado grupos de cubanos que "se han tirado al
mar porque pensaban que la Ley de Ajuste ya se había terminado", pero
una portavoz de la Guardia Costera informó a el Nuevo Herald de un
descenso en el flujo migratorio desde mediados de enero, cuando los
rumores sobre el cambio en la ley fueron más fuertes.

Desde el inicio del año fiscal en octubre hasta finales de febrero, la
Guardia Costera contabilizó 1,573 cubanos que llegaron a EEUU, fueron
interceptados por los escampavías o interrumpieron su viaje y retornaron
a la isla, una estadística conocida como "flujo migratorio".

Pero más allá de los rumores sobre la política migratoria, el anuncio
del reestablecimiento de relaciones diplomáticas ha tenido poco impacto
en los planes de quienes desean salir de la isla, según la información
que Pérez recibe de primera mano.

"Yo les pregunto si han escuchado que las relaciones con Estados Unidos
han mejorado y ellos dicen que sí, que eso se escucha en la isla pero
que no les afecta su vida diaria y responden: 'nosotros no vemos los
beneficios económicos; muchas veces tenemos que escoger entre comprar
unos zapatos o comer por una semana. Las relaciones entre Estados Unidos
y Cuba nunca llegan a nuestro nivel así que nosotros vamos a seguir
viniendo".

Siga a Nora Gámez Torres en Twitter: @ngameztorres

Source: Oficial de la Guardia Costera habla sobre su trabajo con
balseros cubanos | El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article12973724.html

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