Monday, March 16, 2015

Los niños borrachos de La Habana

Los niños borrachos de La Habana
Yesnier, de 20 años bebe todos los días, comenzó a los 12 años. Luis con
dos años, ya bebe ron, los adultos lo miran y se divierten
lunes, marzo 16, 2015 | Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba. — Luis tiene dos años de edad y ya bebe ron. Los
adultos se divierten cuando el niño se escabulle por un sorbo de sus
botellas, y el bebedor local de la calle Rigoberto Santa Cruz se jacta
de que Luis ya es el más grande borracho del barrio.

Santa Cruz, que vive en Atarés, un barrio marginal del municipio Cerro
de La Habana, cree que "mojar el tete" en alcohol es sólo un
entrenamiento para su futuro. "Ninguno de ellos va ser médico, ni
abogado… Que se preparen para la vida que les toca", dijo Santa Cruz de
46 años de edad, refiriéndose a su propia nieta quien forma parte de los
niños bebedores del barrio.

Luis puede ser inusualmente joven, pero en un país donde el consumo de
alcohol es socialmente aceptable, no es extraño que los niños comiencen
a beber a una edad temprana. Los expertos dicen que esto lleva a un
consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes, que son vulnerables
a la presión de grupo y tienen pocas opciones para el entretenimiento.

Serguei Iglesias de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y
coordinador de la campaña "Tú Decides", contra el abuso del alcohol,
dice que los adolescentes generalmente comienzan el consumo de alcohol
alrededor de los 15 años. Pero Carmen Beatriz Borrego, una psiquiatra
del Ministerio de Salud de Cuba, pone la cifra más cerca de los diez
años de edad.

Yesnier, de 20 años de edad, del municipio Centro Habana quien ahora
bebe todos los días, dijo que su primera experiencia con el alcohol fue
cuando tenía 12 años.

"Fue aquí, en el barrio… con dos tragos me sentí rico. La verdad… me
sacó de todo [los problemas]", confiesa.

Los jóvenes entrevistados para este reportaje no consideraron que el
consumo excesivo sea irresponsable o riesgoso. Lo ven simplemente como
una oportunidad para el escapismo y la diversión inofensiva.

Todos los días al caer la noche, los jóvenes se reúnen en el malecón de
La Habana. Después de las nueve de la noche, el parque en la Avenida G
en Vedado comienza a llenarse de adolescentes que vienen a compartir una
botella de ron o cartones de Planchao, envasados como jugos, se venden
por el equivalente a un dólar estadounidense. Otras opciones baratas
incluyen ron hecho en casa que se vende en vasos desechables de cinco
pesos (alrededor de 20 centavos de dólar), botellas de plástico de ron a
granel, Ron del Punto, y cerveza La Flecha, reenvasada en botellas de
refresco.

Algunos se limitan a borracheras los fines de semana, pero los expertos
dicen que esto también conlleva riesgos."Cuando el adolescente no se
divierte si no hay alcohol, se trata de un consumo de riesgo", advirtió
el presidente de la Sección de Adicciones de la Sociedad Cubana de
Psiquiatría, Juan Emilio Sandoval, en una entrevista publicada en el
diario oficial Granma.

De acuerdo a Lisset Argota Mora, médico toxicóloga en el Centro de Salud
Mental en Centro Habana que se especializa en el tratamiento del
alcoholismo, "Los pacientes de 15 a 35 años no buscan asistencia médica;
el consumo irresponsable conspira contra la solicitud de ayuda".

Debido a que los bebedores jóvenes les resulta difícil aceptar que
tienen un problema, la mayoría de los pacientes que buscan ayuda en su
centro tienen entre 40 y 60 años de edad.

En algunos casos, sólo cuando los jóvenes se tornan violentos sus
familias buscan tratamiento.

"Están los casos de los jóvenes con 'embriaguez patológica', cuyas
familias solicitan ayuda médica ante la agresividad que genera el
consumo de alcohol¨, dijo Argota Mora.

Un estudio oficial realizado en Santiago de Cuba y publicado en la
Revista Biomédica, revisada por Pares en enero de 2013 reveló: que la
violencia relacionada con el alcohol causó más de 60 por ciento de los
problemas con la ley. Una fuente policial del municipio Centro Habana
confirmó que la mayoría de los arrestos de jóvenes por delitos
violentos, se asociaron con "el consumo de alguna droga, principalmente
alcohol".

La fuente, que habló de forma anónima con IWPR, dijo que las tasas más
altas de consumo de alcohol en Centro Habana estaban en Colón y Sitios,
entre el 90 y el 81 por ciento de la población, respectivamente.

Los expertos dicen que han aumentado las tasas de consumo de alcohol
entre los jóvenes desde los años noventa.

El alcohol, incluido el vino espumoso, el ron y la cerveza, fue vendido
indiscriminadamente durante el "Período Especial", un período de crisis
económica que siguió al fin de los subsidios del colapso de la Unión
Soviética.

En las calles de La Habana, dos o tres asientos improvisados señalan el
lugar donde se bebe alcohol. Se puede compartir la botella, que se pasea
de mano en mano, si usted conoce a uno o dos de los bebedores
habituales, independientemente de su edad o su solvencia económica.

La Revista Médica Cubana destacó recientemente el problema de beber en
la vía pública, concluyendo que era esencial hacer frente a la costumbre
de consumir alcohol en espacios públicos como parques, calles y autobuses.

Argota Mora está de acuerdo en que la prohibición de beber en lugares
públicos y aumentar el número de señalizaciones en los bares y cafés con
la advertencia de los peligros del alcoholismo podría ayudar a frenar el
problema.

En Septiembre, la policía comenzó a detener a personas por beber en
público a lo largo de la avenida Cristina en el municipio Cerro,
multando a los infractores con 100 pesos (cuatro dólares) a cada uno.

Los esfuerzos para disuadir a los jóvenes de beber están teniendo un
éxito más limitado.

Argota Mora explicó que el sistema de salud estatal estaba implementando
una estrategia preventiva, basada en volver a capacitar a los médicos de
la familia. Estos médicos se supone que sostienen reuniones con la
comunidad, mediante el apoyo de las instituciones del Estado, como los
Comités de Defensa de la Revolución, los Consejos Populares locales, la
Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Nacional de Combatientes
de la Revolución.

Cuba también cuenta con una red de centros de desintoxicación para
alcohólicos y una línea telefónica antinarcóticos gratuita y confidencial.

Sin embargo, estas iniciativas parecen ser en gran medida ineficaces.
Las personas no están al tanto de los programas de prevención, o bien
los tratan con desconfianza, ya que son apoyados por un gobierno visto
como represivo e intrusivo.

Los encuentros alrededor del alcohol suenan más divertidos que un juego
de ajedrez, un partido de fútbol o una rueda de bordado, costura y
pintura, las actividades propuestas en los programas de prevención del
gobierno.

Publicado originalmente en el sitio web de IWPR

Video:
https://youtu.be/NQGxUC6GgCU

Source: Los niños borrachos de La Habana | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/los-jovenes-cubanos-buscan-consuelo-en-el-alcohol/

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